Chimalhuacán, México.- Tarde de voces educadas, jóvenes y maduras; baile y expresiones culturales del estado de Oaxaca a través de la Guelaguetza, fue la oferta que los asistentes de la feria metropolitana disfrutaron en una tarde calurosa llena de expectación.
En el sexto día de actividades, la Banda Sinfónica Municipal bajo la dirección del maestro Raúl Castillo Valverde, ofreció el concierto Toque Infantil a cientos de niños que imitaron los movimientos del director.
Pendientes de la actuación de sus hijos, padres de familia con cámaras fotográficas en mano y entusiasmados, grabaron los bailes regionales de las escuelas primarias “José Vasconcelos” y “Moctezuma”, quienes ganaran el tercer y segundo lugar de la espartaquiada nacional 2013, respectivamente.
Tras la muestra dancística, las voces exigieron protagonismo. Los agudos del Coro Infantil inundaron de sentimiento y emoción los oídos de los presentes, a tal grado de equipararse con los mejores del mundo.
Al término de las suaves pero potentes voces emergidas de los diafragmas infantiles, llegó el turno para las ondas vocales maduras, con experiencia, agitadas, pero motivadas por los familiares que los observaban; los adultos mayores chimalhuacanos lograron un concierto plausible.
Un vaso de agua fresca de jamaica, una nieve o una lata de refresco, eran ideal para contrarrestar la tarde cálida. La compañía de danza Raíces de México con el folclor de sus bailes de Chiapas, Jalisco y Nayarit, fue el preámbulo para el deleite de los amantes de la Guelaguetza.
Los trajes coloridos con el naranja, rojo, morado, amarillo y verde, hipnotizaban los ojos del público con los movimientos de largos vestidos y sonidos oaxaqueños interpretados por el Ballet Municipal de Chimalhuacán.
Caída la noche, el grupo Los hijos de la matraca pusieron a mover los pies y el cuerpo a niños, jóvenes y adultos con sones y chilenas, música representativa de los estados de Guerrero y Oaxaca, de este último son originarios los abuelos de la pequeña Diana Laura Vargas de ocho años de edad, quien entusiasmada bailó temas como La Calenda, El Toro Meco y La Martiniana, por más de una hora con su padre, tíos y abuelos, mientras su madre orgullosa gritaba –Viva San Sebastián Oaxaca.
El sonido de la banda llegó con el grupo Toro Prieto, “ni tardos, ni perezosos” los hombres tomaron a sus parejas de baile y zapatearon al escuchar El Sinaloense, La llamada de mi ex y Mi razón de ser, entre otras interpretaciones.
La fiesta y el baile familiar continúo con el grupo Los Dinamiteros de Colombia, quienes al interpretar los temas Ojitos mentirosos y Mil horas, pusieron a bailar a las familias que se encontraban en el Teatro del Pueblo con sus refrescos, naranjas, tacos y botanas disfrutando de la sexta noche de la Feria de Chimalhuacán.
En el sexto día de actividades, la Banda Sinfónica Municipal bajo la dirección del maestro Raúl Castillo Valverde, ofreció el concierto Toque Infantil a cientos de niños que imitaron los movimientos del director.
Pendientes de la actuación de sus hijos, padres de familia con cámaras fotográficas en mano y entusiasmados, grabaron los bailes regionales de las escuelas primarias “José Vasconcelos” y “Moctezuma”, quienes ganaran el tercer y segundo lugar de la espartaquiada nacional 2013, respectivamente.
Tras la muestra dancística, las voces exigieron protagonismo. Los agudos del Coro Infantil inundaron de sentimiento y emoción los oídos de los presentes, a tal grado de equipararse con los mejores del mundo.
Al término de las suaves pero potentes voces emergidas de los diafragmas infantiles, llegó el turno para las ondas vocales maduras, con experiencia, agitadas, pero motivadas por los familiares que los observaban; los adultos mayores chimalhuacanos lograron un concierto plausible.
Un vaso de agua fresca de jamaica, una nieve o una lata de refresco, eran ideal para contrarrestar la tarde cálida. La compañía de danza Raíces de México con el folclor de sus bailes de Chiapas, Jalisco y Nayarit, fue el preámbulo para el deleite de los amantes de la Guelaguetza.
Los trajes coloridos con el naranja, rojo, morado, amarillo y verde, hipnotizaban los ojos del público con los movimientos de largos vestidos y sonidos oaxaqueños interpretados por el Ballet Municipal de Chimalhuacán.
Caída la noche, el grupo Los hijos de la matraca pusieron a mover los pies y el cuerpo a niños, jóvenes y adultos con sones y chilenas, música representativa de los estados de Guerrero y Oaxaca, de este último son originarios los abuelos de la pequeña Diana Laura Vargas de ocho años de edad, quien entusiasmada bailó temas como La Calenda, El Toro Meco y La Martiniana, por más de una hora con su padre, tíos y abuelos, mientras su madre orgullosa gritaba –Viva San Sebastián Oaxaca.
El sonido de la banda llegó con el grupo Toro Prieto, “ni tardos, ni perezosos” los hombres tomaron a sus parejas de baile y zapatearon al escuchar El Sinaloense, La llamada de mi ex y Mi razón de ser, entre otras interpretaciones.
La fiesta y el baile familiar continúo con el grupo Los Dinamiteros de Colombia, quienes al interpretar los temas Ojitos mentirosos y Mil horas, pusieron a bailar a las familias que se encontraban en el Teatro del Pueblo con sus refrescos, naranjas, tacos y botanas disfrutando de la sexta noche de la Feria de Chimalhuacán.
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