DESTACA EDOMEX POR FEMINICIDIOS
La violencia de género creció 400 por ciento en los últimos diez años en el país y los estados donde más se registra según estadísticas de la Secretaría de Gobernación son Chihuahua, Michoacán, Distrito Federal, Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Jalisco, Morelos, Sinaloa, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo y Sonora.
Es alarmante saber que dos de cada tres mujeres sufren violencia, mientras que las muertes de mujeres por arma de fuego aumentaron de 2.8 a 23.8 por ciento entre 2001 y 2010, de ahí que se deben impulsar acciones de salud mental y el control de estos artefactos.
Los asesinatos por golpes, sin armas y sin violación, aumentaron de 8.2 a 18.7 por ciento en el mismo periodo. Los crímenes por ahorcamiento, estrangulación y ahogamiento aumentaron de 9 a 12.5 por ciento. Sin embargo, las muertes por envenenamiento o con sustancias corrosivas disminuyeron de 11.7 a 6.3 por ciento, valiente consuelo.
Los recientes estudios muestran que la violencia se está extendiendo a pesar de los esfuerzos realizados, por lo que es importante pasar de los diagnósticos a la acción y al diseño de políticas que prevengan las muertes y erradiquen los usos y costumbres que las toleran y las promueven.
Sin duda es momento de no ignorar ni excluir a las mujeres que padecen violencia, para evitar que sigan siendo discriminadas por su origen étnico, social, económico, geográfico, religioso, o por las necesidades que por el contexto económico puedan padecer. luisayalaramos@yahoo.com.mx
La violencia de género creció 400 por ciento en los últimos diez años en el país y los estados donde más se registra según estadísticas de la Secretaría de Gobernación son Chihuahua, Michoacán, Distrito Federal, Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Jalisco, Morelos, Sinaloa, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo y Sonora.
Es alarmante saber que dos de cada tres mujeres sufren violencia, mientras que las muertes de mujeres por arma de fuego aumentaron de 2.8 a 23.8 por ciento entre 2001 y 2010, de ahí que se deben impulsar acciones de salud mental y el control de estos artefactos.
Los asesinatos por golpes, sin armas y sin violación, aumentaron de 8.2 a 18.7 por ciento en el mismo periodo. Los crímenes por ahorcamiento, estrangulación y ahogamiento aumentaron de 9 a 12.5 por ciento. Sin embargo, las muertes por envenenamiento o con sustancias corrosivas disminuyeron de 11.7 a 6.3 por ciento, valiente consuelo.
Los recientes estudios muestran que la violencia se está extendiendo a pesar de los esfuerzos realizados, por lo que es importante pasar de los diagnósticos a la acción y al diseño de políticas que prevengan las muertes y erradiquen los usos y costumbres que las toleran y las promueven.
Sin duda es momento de no ignorar ni excluir a las mujeres que padecen violencia, para evitar que sigan siendo discriminadas por su origen étnico, social, económico, geográfico, religioso, o por las necesidades que por el contexto económico puedan padecer. luisayalaramos@yahoo.com.mx
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