Por Lorena Arvizu Rivera
DICIEMBRE: INCUBADOR DE SUEÑOS
Este mes es para todos no sólo el cierre de otro año. Diciembre se vuelve -desde sus inicios- una secuencia de días de evaluación. Nos vuelve más consientes de qué tanto hemos avanzado respecto de los objetivos planteados más de 300 días atrás. Y sucede que gran parte de las ocasiones -no me dejarán mentir- estos propósitos no se vieron completados, o peor, siquiera intentados.
En diciembre es común escuchar las mismas oraciones. Generalidades. Cosas dichas casi al aire, donde a veces ni el principal destinatario que es uno llega a asimilarlas. El problema no es tener expectativas “grandes expectativas”, si no la forma en que simplemente las dejamos cual ornamentos mentales. Hay en las anteriores simplicidad así como un lado complejo. El primero reside en la forma en que podemos generar cosas o situaciones. Lo básico como “¿Extrañas a alguien? ... ¡Llama!; ¿Quieres reunirte? ... ¡Invita; ¿Quieres que te entiendan? ... ¡Explica!; ¿Tienes una duda?... ¡Pregunta!; ¿No te gusta algo? ... ¡Dilo!; ¿Te gusta algo? … ¡Hazlo saber!; ¿Quieres algo? ... ¡Pídelo!”
Aunque suena precario, funciona. Y evita la constante y a veces aniquiladora pregunta “¿Y si hubiera...” La anterior es casi un imaginario, las cosas que “hubieran” simplemente no existen, no son.
Hay que saber no sólo formular deseos, sino tener la disposición de llevarlos a cabo. Pueden ser pequeñas afirmaciones (las cuales provocan a veces más determinación pues las visualizamos tangibles), algo así como “Pondré al día mi lista de contactos” o “Sacaré de mi guardarropa las prendas que no utilice”. Sí, algunas parecen anodinas, pero es regla que los pequeños detalles son usualmente los más determinantes: en lo personal y asimismo comunitariamente.
Al respecto, existe justo en estos días demasiado sobre la mesa en el panorama político-social. Reformas que, aunque insistan en decirnos lo contrario, se perfilan para la creación de riqueza con la que muchos mexicanos jamás se verán beneficiados. Movilizaciones por el descontento que la mayoría de las estructuras gubernamentales han sembrado en este y otros sexenios. Un salario mínimo que ha perdido su valor adquisitivo en un 90%, porcentaje que debería preocupar realmente a nuestros gobernantes, Instituciones educativas insuficientes. Impuestos que acorralan al pequeñísimo grupo de ciudadanos y pequeñas empresas que cumplen sus obligaciones fiscales, y por el contrario condonan tres mil millones de pesos a Televisa, una Reforma Electoral sumamente criticada, inclusive por los actuales consejeros electorales porque la reelección es y seguirá siendo un tema de gran relevancia en un país donde unos pocos tienen hoy en día el poder político y económico a su disposición, y por supuesto la Reforma Energética que con el acuerdo PRI/PAN ya no hay duda de que será aprobada porque según los doctos en la materia licencia no es lo mismo que concesión, tiempo al tiempo , . Existe… un escenario difícil. Un escenario que también hemos nosotros permitido que así se construya. Aquí aplican la misma línea en las afirmaciones: ¿Quieres un buen gobernante? … Vota por quien lo sea; ¿Quieres resultados en tu municipio? … ¡Exigelos!; ¿Tu comunidad necesita de algo? … ¡Organízala!; ¿Quieres democracia? … ¡Participa! Hay diversos instrumentos legales de los cuales los ciudadanos pueden servirse para hacer un país que esté a su servicio y no contradiga sus necesidades.
Basta de tener tan sólo buenos deseos. He aquí otra oportunidad para validar la inherente voluntad y el libre albedrío. ¿Quieres algo mejor” … ¡Hazlo!
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