Ciudad de México.- Bajo la premisa de que “la esperanza muere al último”, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Manuel Gómez Robledo, anticipó que se está haciendo todo “lo humanamente posible” para evitar que el mexicano Édgar Tamayo Arias sea ejecutado en Texas el próximo 22 de enero.
Aseveró que precisamente las autoridades de ese estado fronterizo con nuestro país deben entender que “tienen que cumplir con el mandato de la Corte Internacional de Justicia que es absolutamente obligatorio para los Estados Unidos de América” .
Sobre el particular, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, el priista Eloy Cantú Segovia, se lamentó de que no es la primera vez que las autoridades estadunidenses hacen caso omiso a los tratados internacionales en la materia, lo que ha propiciado que se pisotee el derecho consular, como en el caso de Tamayo Arias.
Ambos, entrevistados por separado, luego de participar en un foro sobre política exterior en el Senado, subrayaron que el Ejecutivo y el Legislativo están trabajando intensamente para evitar que nuestro paisano sea ejecutado, toda vez que, como se ha demostrado, fueron atropellados sus derechos consulares, en el momento de su detención en el año de 1994.
Gómez Robledo hizo alusión al fallo de la Corte Internacional de Justicia de 2004 en el llamado caso Avena, que precisamente determina revisar y en su momento rehacer todo el procedimiento judicial en contra de Édgar Tamayo, tomando en cuenta las anomalías que se presentaron durante este proceso.
—¿Y hay posibilidad real de evitar esta ejecución, embajador?
—No me atrevo a anticipar nada. Lo último que muere es la esperanza. Ojalá las autoridades de Texas entiendan al fin que tienen que cumplir con el mandato de la corte que es absolutamente obligatorio para Estados Unidos.
El gobierno de México insistirá hasta el último minuto en que el connacional sentenciado a muerte en Texas, Édgar Tamayo, no tuvo un proceso apegado a derecho, porque no contó con asistencia consular y por lo tanto su sentencia no es válida.
En conferencia de prensa en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la cónsul de México en Austin, Texas, Rosalba Ojeda y Cárdenas, lamentó que la respuesta del gobernador Rick Perry a Graco Ramírez, gobernador de Morelos, quien pidió clemencia para el mexicano, sea que no habrá marcha atrás y se le aplicará la inyección letal el próximo 22 de enero.
Ojeda y Cárdenas recordó que actualmente hay 300 reos sentenciados a muerte en Texas, donde esta práctica es cotidiana, de los cuales 12 son mexicanos, incluido Édgar Tamayo.
Tamayo, que es el único que tiene ya la fecha inminente que es el 22 de enero. Ayer tuvimos conocimiento de que el gobernador de Texas por medio de su jefa de prensa contestó la carta que le enviara el gobernador del estado de Morelos, donde el señor Tamayo es oriundo, diciéndole que no va a conmutar ni perdonar al reo y que será ejecutado en tiempo y forma.
En el marco de la 25 Reunión de Embajadores y Cónsules de México, Rosalba Ojeda y Cárdenas insistió en que el expediente de Édgar Tamayo es uno de los 50 casos de personas en los que la Corte Internacional decidió que no deberían ser ejecutadas porque no contaron con un debido proceso.
Tamayo nació en octubre de 1967 en Miacatlán, al sur de Morelos. Sus padres son Héctor Tamayo Pedroza, de 70 años, e Isabel Arias Corona, de 66 años; dos de sus hermanos viven en Estados Unidos, los otros dos, en México.
Aseveró que precisamente las autoridades de ese estado fronterizo con nuestro país deben entender que “tienen que cumplir con el mandato de la Corte Internacional de Justicia que es absolutamente obligatorio para los Estados Unidos de América” .
Sobre el particular, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, el priista Eloy Cantú Segovia, se lamentó de que no es la primera vez que las autoridades estadunidenses hacen caso omiso a los tratados internacionales en la materia, lo que ha propiciado que se pisotee el derecho consular, como en el caso de Tamayo Arias.
Ambos, entrevistados por separado, luego de participar en un foro sobre política exterior en el Senado, subrayaron que el Ejecutivo y el Legislativo están trabajando intensamente para evitar que nuestro paisano sea ejecutado, toda vez que, como se ha demostrado, fueron atropellados sus derechos consulares, en el momento de su detención en el año de 1994.
Gómez Robledo hizo alusión al fallo de la Corte Internacional de Justicia de 2004 en el llamado caso Avena, que precisamente determina revisar y en su momento rehacer todo el procedimiento judicial en contra de Édgar Tamayo, tomando en cuenta las anomalías que se presentaron durante este proceso.
—¿Y hay posibilidad real de evitar esta ejecución, embajador?
—No me atrevo a anticipar nada. Lo último que muere es la esperanza. Ojalá las autoridades de Texas entiendan al fin que tienen que cumplir con el mandato de la corte que es absolutamente obligatorio para Estados Unidos.
El gobierno de México insistirá hasta el último minuto en que el connacional sentenciado a muerte en Texas, Édgar Tamayo, no tuvo un proceso apegado a derecho, porque no contó con asistencia consular y por lo tanto su sentencia no es válida.
En conferencia de prensa en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la cónsul de México en Austin, Texas, Rosalba Ojeda y Cárdenas, lamentó que la respuesta del gobernador Rick Perry a Graco Ramírez, gobernador de Morelos, quien pidió clemencia para el mexicano, sea que no habrá marcha atrás y se le aplicará la inyección letal el próximo 22 de enero.
Ojeda y Cárdenas recordó que actualmente hay 300 reos sentenciados a muerte en Texas, donde esta práctica es cotidiana, de los cuales 12 son mexicanos, incluido Édgar Tamayo.
Tamayo, que es el único que tiene ya la fecha inminente que es el 22 de enero. Ayer tuvimos conocimiento de que el gobernador de Texas por medio de su jefa de prensa contestó la carta que le enviara el gobernador del estado de Morelos, donde el señor Tamayo es oriundo, diciéndole que no va a conmutar ni perdonar al reo y que será ejecutado en tiempo y forma.
En el marco de la 25 Reunión de Embajadores y Cónsules de México, Rosalba Ojeda y Cárdenas insistió en que el expediente de Édgar Tamayo es uno de los 50 casos de personas en los que la Corte Internacional decidió que no deberían ser ejecutadas porque no contaron con un debido proceso.
Tamayo nació en octubre de 1967 en Miacatlán, al sur de Morelos. Sus padres son Héctor Tamayo Pedroza, de 70 años, e Isabel Arias Corona, de 66 años; dos de sus hermanos viven en Estados Unidos, los otros dos, en México.
Excelsior
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