Ciudad de México.- El pleno del Senado conmemoró la promulgación de la Constitución de 1917, la que, el senador perredista Benjamín Robles dijo que “ante los golpes que ha recibido, no hay nada qué festejar”.
En tribuna, Robles dijo: “el aniversario de nuestra Carta Magna en este 2014 tiene visos de luto y bandera a media asta, entre otras razones, porque con la reforma energética y otras disposiciones impuestas hace apenas algunas semanas o meses por el partido en el gobierno federal, la Carta Magna sufrió tremendas vejaciones y con ella se calló en el error de distanciar al pueblo de la Constitución, a las ideas, y verdaderas necesidades de la gente del contenido de nuestra Ley Suprema”.
En tanto, el senador panista Javier Corral dijo que “una constitución que tiene tantas reformas a lo largo de cien años, que tiene casi 560 cambios, obliga a una reflexión sobre la conveniencia de una reforma integral, o incluso de una nueva Constitución, pero más que eso, nos obliga a todos los legisladores a concretar en las leyes secundarias los principios constitucionales que hemos plasmado”.
Destacó que la mexicana es una de las constituciones más reformadas en el mundo, a la que se suman las últimas dos promulgadas el 27 de diciembre de 2013, con la reforma energética, y la del pasado viernes 31 de enero, con la promulgación de la reforma en materia político electoral.
Mencionó que si se toman en consideración los 97 años de la Constitución, hasta la fecha se han publicado en promedio 5.8 reformas por año; sin embargo, dijo, los cambios constitucionales no responden a un cambio lineal y constante.
Indicó que mientras entre 1917 y 1973 se promulgaron 2.6 reformas por año, de 1974 a 2013, se reformó 10.3 veces por año.
Corral dijo que las 562 reformas, como enmiendas o cambios, implican que cada uno de los artículos de la Constitución, que tiene 136 artículos, han sido reformados, en promedio, cuatro veces.
Por su parte, el senador priista Enrique Burgos dijo que “México no requiere una nueva Constitución, lo que requerimos es vivir a plenitud la que tenemos, conocerla, difundirla, no sólo para saber cuántos artículos tiene, sino para imbuirnos de sus principios, de sus acuerdos sustantivos, de sus horizontes”.
La Constitución mexicana, dijo Burgos, hace viable a la Nación porque “previó su propia reformabilidad, por esa vía es perfectible en su ordenación y en su depuración técnico-jurídica”.
Destacó que el tránsito del siglo 20 y lo que va del 21, va de la mano con el fenómeno de la globalización, “pero no es la globalización, ni la interdependencia mundial, lo que hoy presiona a la soberanía de los estados-nación. Lo que en el fondo declara los riesgos del estado contemporáneo es la insuficiencia o la limitación para vivir en democracia y en libertad. La insuficiencia para responder a las legítimas aspiraciones de sus habitantes”.
Alejandro Encinas, senador perredista, presentó una iniciativa para reformar el artículo 135 constitucional, para establecer que, tratándose de reformas constitucionales que modifiquen las bases del pacto social de la Nación mexicana, deberán someterse a referéndum o convocar a un nuevo constituyente para su aprobación.
En tribuna, Encinas dijo que la Constitución mexicana es el resultado del pacto social que sostiene su legitimidad en el pueblo y, los principios que de ella manan no pueden estar sujetos a modificaciones coyunturales o acuerdos o intereses económicos de un grupo político o de la clase dominante.
“Sin duda, el despojo de la reciente contrarreforma energética terminó por romper las bases del Pacto social que emergió de un movimiento revolucionarios que dio origen a la construcción del Estado mexicano, minando al mismo tiempo la rectoría del Estado al dar prioridad al interés privado por encima del interés público”.
En tribuna, Robles dijo: “el aniversario de nuestra Carta Magna en este 2014 tiene visos de luto y bandera a media asta, entre otras razones, porque con la reforma energética y otras disposiciones impuestas hace apenas algunas semanas o meses por el partido en el gobierno federal, la Carta Magna sufrió tremendas vejaciones y con ella se calló en el error de distanciar al pueblo de la Constitución, a las ideas, y verdaderas necesidades de la gente del contenido de nuestra Ley Suprema”.
En tanto, el senador panista Javier Corral dijo que “una constitución que tiene tantas reformas a lo largo de cien años, que tiene casi 560 cambios, obliga a una reflexión sobre la conveniencia de una reforma integral, o incluso de una nueva Constitución, pero más que eso, nos obliga a todos los legisladores a concretar en las leyes secundarias los principios constitucionales que hemos plasmado”.
Destacó que la mexicana es una de las constituciones más reformadas en el mundo, a la que se suman las últimas dos promulgadas el 27 de diciembre de 2013, con la reforma energética, y la del pasado viernes 31 de enero, con la promulgación de la reforma en materia político electoral.
Mencionó que si se toman en consideración los 97 años de la Constitución, hasta la fecha se han publicado en promedio 5.8 reformas por año; sin embargo, dijo, los cambios constitucionales no responden a un cambio lineal y constante.
Indicó que mientras entre 1917 y 1973 se promulgaron 2.6 reformas por año, de 1974 a 2013, se reformó 10.3 veces por año.
Corral dijo que las 562 reformas, como enmiendas o cambios, implican que cada uno de los artículos de la Constitución, que tiene 136 artículos, han sido reformados, en promedio, cuatro veces.
Por su parte, el senador priista Enrique Burgos dijo que “México no requiere una nueva Constitución, lo que requerimos es vivir a plenitud la que tenemos, conocerla, difundirla, no sólo para saber cuántos artículos tiene, sino para imbuirnos de sus principios, de sus acuerdos sustantivos, de sus horizontes”.
La Constitución mexicana, dijo Burgos, hace viable a la Nación porque “previó su propia reformabilidad, por esa vía es perfectible en su ordenación y en su depuración técnico-jurídica”.
Destacó que el tránsito del siglo 20 y lo que va del 21, va de la mano con el fenómeno de la globalización, “pero no es la globalización, ni la interdependencia mundial, lo que hoy presiona a la soberanía de los estados-nación. Lo que en el fondo declara los riesgos del estado contemporáneo es la insuficiencia o la limitación para vivir en democracia y en libertad. La insuficiencia para responder a las legítimas aspiraciones de sus habitantes”.
Alejandro Encinas, senador perredista, presentó una iniciativa para reformar el artículo 135 constitucional, para establecer que, tratándose de reformas constitucionales que modifiquen las bases del pacto social de la Nación mexicana, deberán someterse a referéndum o convocar a un nuevo constituyente para su aprobación.
En tribuna, Encinas dijo que la Constitución mexicana es el resultado del pacto social que sostiene su legitimidad en el pueblo y, los principios que de ella manan no pueden estar sujetos a modificaciones coyunturales o acuerdos o intereses económicos de un grupo político o de la clase dominante.
“Sin duda, el despojo de la reciente contrarreforma energética terminó por romper las bases del Pacto social que emergió de un movimiento revolucionarios que dio origen a la construcción del Estado mexicano, minando al mismo tiempo la rectoría del Estado al dar prioridad al interés privado por encima del interés público”.
La Crónica de Hoy
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