Ciudad de México.- La política social de nueva generación se basa en un enfoque de derechos, a diferencia de las anteriores, “que eran de carácter individualista, asistencialista y clientelar”, afirmó la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga.
La funcionaria federal agregó que con esa nueva visión, el Estado mexicano es garante de los derechos consagrados en la Constitución y rompe con el esquema de la dádiva y la prebenda, lo que “rebasa el enfoque asistencialista y plantea la inclusión productiva”.
Al clausurar la visita oficial de una delegación de la República Federativa de Brasil a México para conocer los programas sociales y su instrumentación, la titular de la Sedesol indicó que se trabaja por la gente, por la prosperidad y felicidad de los mexicanos.
En la sala Tláloc del Museo Nacional de Antropología, comentó el rediseño del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, para lograr la autonomía económica de las mujeres debe ir más allá del esquema de transferencias económicas, “que sólo hicieron pasar de la dependencia del marido a la dependencia del gobierno”.
Robles Berlanga detalló el esquema de seguridad social universal que plantea el presidente Enrique Peña Nieto, ante la realidad de que siete de cada 10 mexicanos carece de seguridad social.
A México le ha costado mucho que las mujeres salieran a trabajar sin que nadie asumiera las tareas del cuidado de los hijos, razón que obligó al Estado a participar como cuidador, ahora que la mujer mexicana también es proveedora del hogar, resaltó.
Explicó que la Cruzada Nacional Contra el Hambre tiene como objetivo llegar a siete millones de mexicanos en condición de pobreza extrema y carencia alimentaria, y a un año de su puesta en marcha, tres millones ya comen mejor.
La titular de la Sedesol indicó que se ha llegado a esa cifra, gracias a programas como el de la tarjeta SINHambre, la estrategia de comedores comunitarios y las adecuaciones a las reglas de operación de los programas a cargo de Diconsa y Liconsa.
Sostuvo que no puede hablarse de progreso, ni de prosperidad, si un niño se duerme sin comer, si va a la escuela sin el alimento necesario o si una madre se quita lo poco que tiene de la boca para que sus hijos se alimenten.
En ese sentido, detalló que “se ha roto con la lógica individual de la entrega de una transferencia y con la idea del gobierno archipiélago, en que cada dependencia era una isla”.
Por ello, dijo, se ha construido una dinámica transversal en la Cruzada Nacional Contra el Hambre, donde participan 70 programas de 19 dependencias federales y se tienen ya 60 mil comités comunitarios elegidos en asamblea, que dan seguimiento a los programas sociales.
A su vez, Natália Massaco Koga, del Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre de Brasil, agradeció la oportunidad de conocer las experiencias del gobierno mexicano en el combate a la pobreza y señaló que hay mucho que aprender de esos esfuerzos.
La funcionaria federal agregó que con esa nueva visión, el Estado mexicano es garante de los derechos consagrados en la Constitución y rompe con el esquema de la dádiva y la prebenda, lo que “rebasa el enfoque asistencialista y plantea la inclusión productiva”.
Al clausurar la visita oficial de una delegación de la República Federativa de Brasil a México para conocer los programas sociales y su instrumentación, la titular de la Sedesol indicó que se trabaja por la gente, por la prosperidad y felicidad de los mexicanos.
En la sala Tláloc del Museo Nacional de Antropología, comentó el rediseño del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, para lograr la autonomía económica de las mujeres debe ir más allá del esquema de transferencias económicas, “que sólo hicieron pasar de la dependencia del marido a la dependencia del gobierno”.
Robles Berlanga detalló el esquema de seguridad social universal que plantea el presidente Enrique Peña Nieto, ante la realidad de que siete de cada 10 mexicanos carece de seguridad social.
A México le ha costado mucho que las mujeres salieran a trabajar sin que nadie asumiera las tareas del cuidado de los hijos, razón que obligó al Estado a participar como cuidador, ahora que la mujer mexicana también es proveedora del hogar, resaltó.
Explicó que la Cruzada Nacional Contra el Hambre tiene como objetivo llegar a siete millones de mexicanos en condición de pobreza extrema y carencia alimentaria, y a un año de su puesta en marcha, tres millones ya comen mejor.
La titular de la Sedesol indicó que se ha llegado a esa cifra, gracias a programas como el de la tarjeta SINHambre, la estrategia de comedores comunitarios y las adecuaciones a las reglas de operación de los programas a cargo de Diconsa y Liconsa.
Sostuvo que no puede hablarse de progreso, ni de prosperidad, si un niño se duerme sin comer, si va a la escuela sin el alimento necesario o si una madre se quita lo poco que tiene de la boca para que sus hijos se alimenten.
En ese sentido, detalló que “se ha roto con la lógica individual de la entrega de una transferencia y con la idea del gobierno archipiélago, en que cada dependencia era una isla”.
Por ello, dijo, se ha construido una dinámica transversal en la Cruzada Nacional Contra el Hambre, donde participan 70 programas de 19 dependencias federales y se tienen ya 60 mil comités comunitarios elegidos en asamblea, que dan seguimiento a los programas sociales.
A su vez, Natália Massaco Koga, del Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre de Brasil, agradeció la oportunidad de conocer las experiencias del gobierno mexicano en el combate a la pobreza y señaló que hay mucho que aprender de esos esfuerzos.
Notimex
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