México, D.F .- Los tiempos mundialistas no tienen “nada que ver” con el debate en el congreso sobre la ley secundaria de la reforma energética, aseveró el secretario de Protección de Datos Personales del IFAI, Alfonso Oñate Laborde.
El funcionario del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) planteó que tampoco tiene relación el proceso legislativo para la puesta en marcha de esa reforma mediante una ley secundaria y la reglamentación en materia electoral.
En la conferencia “Los Alcances de la Reforma Energética: Modelos Internacionales de Regulación Energética”, reconoció que la reforma constitucional en el rubro de energía aprobada en 2013 se consideraba “impensable”, incluso en los cambios promovidos en el sector en 2008.
No obstante, dijo, al provenir de un conjunto de temas abordados en el llamado Pacto por México corre el riesgo de que alguno de los actores intente buscar una coyuntura para tratar de hacer una revisión, hasta de lo ya aprobado.
“Ese es el riesgo de meter todos los temas en la canasta del pacto y hacer que se pueda negociar con las cosas que hay en la canasta”, expuso, tras considerar que la certeza fijada en diciembre de 2013 con la reforma constitucional puede intentar ser sujeta de revisión por alguno de los actores.
Durante la conferencia llevada a cabo en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco, el también fundador de esa casa de estudios puso como ejemplo que en la actualidad se debate si el mundial de fútbol de Brasil servirá como “cortina de humo” para aprobar la ley reglamentaria en materia energética.
Además, señaló, el Partido Acción Nacional (PAN) condiciona ésta al avance en materia electoral “pero no tienen nada que ver, ni la justa de fútbol, ni el tema electoral, con la implementación de los cambios en materia de energía”.
A decir de Oñate Laborde, entre los firmantes del pacto no existe una noción de “fair play” y más bien buscan que la coyuntura les permita revisar lo aprobado o, en todo caso, tratarán de bloquear o deslegitimizar la reglamentación que pueda aprobarse.
Subrayó que en todos los países donde se vive una democracia constitucional el acento en cualquier planteamiento de reforma siempre está en el debate legislativo, lo que aún no sucede en México.
Mencionó que en este país pareciera que los grupos políticos siguen la frase máxima de que en la política “no se pierden guerras, sino se pierden batallas” y, por tanto, en la siguiente batalla buscan “estropear” los avances alcanzados por el opositor.
Alfonso Oñate insistió en que el Pacto por México tiene “algunas perversidades”, como el hecho de que si se incluye todo tipo de temas “todo se vuelve negociable”, y quien ha perdido alguna batalla intenta “aumentar el costo” al opositor para el avance y la implementación de las reformas.
El funcionario del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) planteó que tampoco tiene relación el proceso legislativo para la puesta en marcha de esa reforma mediante una ley secundaria y la reglamentación en materia electoral.
En la conferencia “Los Alcances de la Reforma Energética: Modelos Internacionales de Regulación Energética”, reconoció que la reforma constitucional en el rubro de energía aprobada en 2013 se consideraba “impensable”, incluso en los cambios promovidos en el sector en 2008.
No obstante, dijo, al provenir de un conjunto de temas abordados en el llamado Pacto por México corre el riesgo de que alguno de los actores intente buscar una coyuntura para tratar de hacer una revisión, hasta de lo ya aprobado.
“Ese es el riesgo de meter todos los temas en la canasta del pacto y hacer que se pueda negociar con las cosas que hay en la canasta”, expuso, tras considerar que la certeza fijada en diciembre de 2013 con la reforma constitucional puede intentar ser sujeta de revisión por alguno de los actores.
Durante la conferencia llevada a cabo en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco, el también fundador de esa casa de estudios puso como ejemplo que en la actualidad se debate si el mundial de fútbol de Brasil servirá como “cortina de humo” para aprobar la ley reglamentaria en materia energética.
Además, señaló, el Partido Acción Nacional (PAN) condiciona ésta al avance en materia electoral “pero no tienen nada que ver, ni la justa de fútbol, ni el tema electoral, con la implementación de los cambios en materia de energía”.
A decir de Oñate Laborde, entre los firmantes del pacto no existe una noción de “fair play” y más bien buscan que la coyuntura les permita revisar lo aprobado o, en todo caso, tratarán de bloquear o deslegitimizar la reglamentación que pueda aprobarse.
Subrayó que en todos los países donde se vive una democracia constitucional el acento en cualquier planteamiento de reforma siempre está en el debate legislativo, lo que aún no sucede en México.
Mencionó que en este país pareciera que los grupos políticos siguen la frase máxima de que en la política “no se pierden guerras, sino se pierden batallas” y, por tanto, en la siguiente batalla buscan “estropear” los avances alcanzados por el opositor.
Alfonso Oñate insistió en que el Pacto por México tiene “algunas perversidades”, como el hecho de que si se incluye todo tipo de temas “todo se vuelve negociable”, y quien ha perdido alguna batalla intenta “aumentar el costo” al opositor para el avance y la implementación de las reformas.
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