Ciudad de México.- De no implementarse medidas urgentes, la reforma energética abrirá la puerta al cambio de uso de suelo masivo en regiones forestales afectando negativamente el cambio climático, conservación de la biodiversidad y degradación de tierras, manifestó la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mocaf).
Gustavo Sánchez Valle, presidente del Consejo Directivo de la Red Mocaf, equiparó la reforma energética al Programa Nacional de Desmontes (Pronade) que en la década de los 70’s se propuso eliminar la cobertura forestal de 24 millones de hectáreas para fomentar el desarrollo agropecuario, así como la política de Concesiones Forestales a empresas privadas que operó desde mediados de los 40’s hasta principios de los 80’s; ambas ocasionaron altos costos ambientales, algunos irreversibles.
Sánchez Valle precisó que una de las principales preocupaciones tiene que ver con la regulación ambiental ya que la reforma energética crea la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Ambiente que en los hechos desdibuja aún más a la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat).
Resaltó que de acuerdo con fuentes oficiales se estima que en México el cambio de uso de suelo junto con la agricultura contribuyen con 21 por ciento del total de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que provocan el calentamiento global, de manera que el impulso y desregulación de actividades extractivas, contribuirá al aumento de emisiones de GEI producto de la degradación al implementarse proyectos mineros, petroleros y de generación de energía.
La Red propuso al Ejecutivo la creación de un protocolo de Consulta a Comunidades Rurales, la creación de un Sistema Nacional de Salvaguardas Sociales y Ambientales y fortalecer de manera inmediata los apoyos al sector, apoyando la formación y consolidación de empresas comunitarias de industrialización forestal. Se estima que existen alrededor de 1000 en todo el país y que son propiedad de ejidos y comunidades fundamentalmente.
Gustavo Sánchez Valle, presidente del Consejo Directivo de la Red Mocaf, equiparó la reforma energética al Programa Nacional de Desmontes (Pronade) que en la década de los 70’s se propuso eliminar la cobertura forestal de 24 millones de hectáreas para fomentar el desarrollo agropecuario, así como la política de Concesiones Forestales a empresas privadas que operó desde mediados de los 40’s hasta principios de los 80’s; ambas ocasionaron altos costos ambientales, algunos irreversibles.
Sánchez Valle precisó que una de las principales preocupaciones tiene que ver con la regulación ambiental ya que la reforma energética crea la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Ambiente que en los hechos desdibuja aún más a la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat).
Resaltó que de acuerdo con fuentes oficiales se estima que en México el cambio de uso de suelo junto con la agricultura contribuyen con 21 por ciento del total de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que provocan el calentamiento global, de manera que el impulso y desregulación de actividades extractivas, contribuirá al aumento de emisiones de GEI producto de la degradación al implementarse proyectos mineros, petroleros y de generación de energía.
La Red propuso al Ejecutivo la creación de un protocolo de Consulta a Comunidades Rurales, la creación de un Sistema Nacional de Salvaguardas Sociales y Ambientales y fortalecer de manera inmediata los apoyos al sector, apoyando la formación y consolidación de empresas comunitarias de industrialización forestal. Se estima que existen alrededor de 1000 en todo el país y que son propiedad de ejidos y comunidades fundamentalmente.
IZQ.mx
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