Por Iván Calderón
Manuel Emilio, ¿Otro año más?
No existe la menor duda que el campo mexicano atraviesa su peor época.
Los productores desde hace más de treinta años han estado estrangulados.
Sin atinadas políticas públicas que beneficien a este sector, cada vez más campesinos renuncian a sus tierras y emigran a las grandes ciudades en busca de mejores condiciones de vida.
En Veracruz existe una dolorosa realidad, el campo se encuentra en el abandono.
Con una pésima gestión y planeación, las autoridades jarochas mantienen al agro veracruzano en la desatención.
Manuel Emilio Martínez de Leo ha sido incapaz de optimizar la producción veracruzana.
Mientras los ranchos del flamante secretario de la Sedarpa y personas afines a él son cada vez más prósperos y efectivamente van para adelante, quienes de verdad trabajan la tierra se siguen muriendo de hambre.
Resultará irrisorio que en su próxima comparecencia aquel intento de vaquero certifique que todo marcha a la perfección, cuando es todo lo contrario.
El campo de Veracruz se encuentra sumido en el retraso.
Los productores enfurecidos continúan exigiendo cada vez con más fuerza la renuncia de los responsables de la decadencia de la producción agrícola y ganadera.
Manuel Emilio es una rémora del sistema más.
Su estadía en esta transcendental Secretaría no ha servido de nada.
El campo veracruzano está en quiebra, subsististe de algunos apoyos, y resulta verdaderamente penoso que luego de que el estado fuera el semillero nacional hoy por hoy esté en la decadencia total.
Y es que los programas de la Sedarpa han sido un fiasco.
Aquellos famosos créditos a la palabra no han servido de nada, solo han sido paliativos que no resuelven en lo más mínimo la situación de este sector.
Las ventanillas abiertas o cerradas no ofrecen solución alguna, sorprendentemente nunca se está a tiempo y lo clásico, nunca hay dinero.
Sin duda, Manuel Emilio como tío lolo se engaña solo, y de pilón quiere engañar al Gobernador.
El Secretario ha sido incapaz de llevar a buen rumbo a su dependencia y aunado a que el presupuesto del 2015 para el agro no será suficiente, con este personaje el campo seguirá en el atolladero.
Hay que decirlo tal cual es, Manuel Emilio Martínez de Leo es y será un incompetente.
Pero escudándose en la amistad que le une con el suegro del mandatario veracruzano, el próspero ganadero ha logrado la continuidad en el cargo.
¿Hasta cuándo Javier Duarte aguantará tanta ineptitud en Sedarpa?
La verdad es que quién sabe.
Pero esperemos esta vez le dé punto final.
No existe la menor duda que el campo mexicano atraviesa su peor época.
Los productores desde hace más de treinta años han estado estrangulados.
Sin atinadas políticas públicas que beneficien a este sector, cada vez más campesinos renuncian a sus tierras y emigran a las grandes ciudades en busca de mejores condiciones de vida.
En Veracruz existe una dolorosa realidad, el campo se encuentra en el abandono.
Con una pésima gestión y planeación, las autoridades jarochas mantienen al agro veracruzano en la desatención.
Manuel Emilio Martínez de Leo ha sido incapaz de optimizar la producción veracruzana.
Mientras los ranchos del flamante secretario de la Sedarpa y personas afines a él son cada vez más prósperos y efectivamente van para adelante, quienes de verdad trabajan la tierra se siguen muriendo de hambre.
Resultará irrisorio que en su próxima comparecencia aquel intento de vaquero certifique que todo marcha a la perfección, cuando es todo lo contrario.
El campo de Veracruz se encuentra sumido en el retraso.
Los productores enfurecidos continúan exigiendo cada vez con más fuerza la renuncia de los responsables de la decadencia de la producción agrícola y ganadera.
Manuel Emilio es una rémora del sistema más.
Su estadía en esta transcendental Secretaría no ha servido de nada.
El campo veracruzano está en quiebra, subsististe de algunos apoyos, y resulta verdaderamente penoso que luego de que el estado fuera el semillero nacional hoy por hoy esté en la decadencia total.
Y es que los programas de la Sedarpa han sido un fiasco.
Aquellos famosos créditos a la palabra no han servido de nada, solo han sido paliativos que no resuelven en lo más mínimo la situación de este sector.
Las ventanillas abiertas o cerradas no ofrecen solución alguna, sorprendentemente nunca se está a tiempo y lo clásico, nunca hay dinero.
Sin duda, Manuel Emilio como tío lolo se engaña solo, y de pilón quiere engañar al Gobernador.
El Secretario ha sido incapaz de llevar a buen rumbo a su dependencia y aunado a que el presupuesto del 2015 para el agro no será suficiente, con este personaje el campo seguirá en el atolladero.
Hay que decirlo tal cual es, Manuel Emilio Martínez de Leo es y será un incompetente.
Pero escudándose en la amistad que le une con el suegro del mandatario veracruzano, el próspero ganadero ha logrado la continuidad en el cargo.
¿Hasta cuándo Javier Duarte aguantará tanta ineptitud en Sedarpa?
La verdad es que quién sabe.
Pero esperemos esta vez le dé punto final.
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