Ciudad de México.- La verdad no sé cómo expresarlo, no sé como pueda decirlo, no sé si lo vuelva a vivir, no sé si lo vuelva a ver, he sido uno de los testigos, vimos el trabajo y dedicación que miles de jóvenes estudiantes politécnicos, a quienes sin importarles la hora: en las madrugadas, las mañanas, a medio día, por las tardes o de noche, resistieron sin importar el clima, si hacía calor, frio o llovía.
Jóvenes estudiantes politécnicos que sin llegar varios días a sus casas, en ocasiones sin comer, con tan sólo una torta de atún o de migajón en sus estómagos, o el humo solidario del primer cigarro de juventud.
Soportando los piquetes de los moscos, soportando constantemente las amenazas de las disque autoridades, soportando los comentarios de algunos maestros agachones, soportando las amenazas de agresión a cargo de los porros testaferros; soportando las agresiones en algunos planteles, soportando los ronquidos de los compañeros que alcanzados por Morfeo, simplemente duermen, soportando las diferencias existentes entre los mismos camaradas, soportando la intimidación de los policías y, soportando la mirada de los agentes de gobernación
Fueron muchas horas de trabajo, muchas horas para la organización del movimiento, muchas horas de desgastantes debates, muchas horas estudiando y analizando lo que decían los periódicos, muchas horas en el internet, en las redes sociales el facebook y twitters, fueron miles de llamadas a teléfonos celulares, miles de mensajes.
Noches larguísimas estudiando los contenidos de las mesas de diálogo, donde estos jóvenes estudiantes manifestaron su coraje frente al autoritarismo, expresaron su indignación, jóvenes que nos mostraron su valentía, jóvenes que nos mostraron su solidaridad, jóvenes que nos mostraron su profesionalismo, jóvenes que nos mostraron su deseo de tener un Instituto Politécnico Nacional mucho mejor, un Politécnico más democrático, Jóvenes que nos mostraron su deseo de querer un México mucho mejor, Jóvenes Politécnicos que dieron al mundo y a todas las generaciones politécnicas un ejemplo de lucha estudiantil.
¡JOVENES ESTUDIANTES POLITECNICOS, MUCHAS, MUCHAS, GRACIAS!
Jóvenes estudiantes politécnicos que sin llegar varios días a sus casas, en ocasiones sin comer, con tan sólo una torta de atún o de migajón en sus estómagos, o el humo solidario del primer cigarro de juventud.
Soportando los piquetes de los moscos, soportando constantemente las amenazas de las disque autoridades, soportando los comentarios de algunos maestros agachones, soportando las amenazas de agresión a cargo de los porros testaferros; soportando las agresiones en algunos planteles, soportando los ronquidos de los compañeros que alcanzados por Morfeo, simplemente duermen, soportando las diferencias existentes entre los mismos camaradas, soportando la intimidación de los policías y, soportando la mirada de los agentes de gobernación
Fueron muchas horas de trabajo, muchas horas para la organización del movimiento, muchas horas de desgastantes debates, muchas horas estudiando y analizando lo que decían los periódicos, muchas horas en el internet, en las redes sociales el facebook y twitters, fueron miles de llamadas a teléfonos celulares, miles de mensajes.
Noches larguísimas estudiando los contenidos de las mesas de diálogo, donde estos jóvenes estudiantes manifestaron su coraje frente al autoritarismo, expresaron su indignación, jóvenes que nos mostraron su valentía, jóvenes que nos mostraron su solidaridad, jóvenes que nos mostraron su profesionalismo, jóvenes que nos mostraron su deseo de tener un Instituto Politécnico Nacional mucho mejor, un Politécnico más democrático, Jóvenes que nos mostraron su deseo de querer un México mucho mejor, Jóvenes Politécnicos que dieron al mundo y a todas las generaciones politécnicas un ejemplo de lucha estudiantil.
¡JOVENES ESTUDIANTES POLITECNICOS, MUCHAS, MUCHAS, GRACIAS!
Reporteros en Movimiento
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