Ciudad de México.- Los integrantes del gabinete legal del DF y ampliado entregaron a la Contraloría General una versión parcial de su declaración patrimonial.
Sin embargo, lo hicieron sin incluir detalles y el costo de los mismos, acogiéndose a las leyes de Transparencia y Acceso a la Información Pública y a la de Protección de Datos Personales del DF.
Mancera Espinosa declaró ser propietario de una casa en copropiedad, cuatro departamentos –uno también en copropiedad–, dos locales comerciales, así como inversiones en organizaciones privadas y bancarias con “saldos variables”. El exprocurador capitalino declaró que no tiene vehículos propios ni gravámenes o adeudos.
Héctor Serrano, secretario de Gobierno y el hombre más poderoso del GDF después de Mancera, dijo que tiene dos casas — adquiridas en 1994 de contado y 2013 a crédito— y dos departamentos comprados en 2008 y 2012, ambos de contado. También informó que es dueño de dos camionetas –Suburban y Nissan– compradas en 2014, cuentas de cheques en Bancomer y Banorte y un crédito hipotecario con saldo variable. El funcionario omitió informar sobre el caballo que posee y con el que practica en un lienzo charro de Iztapalapa, como lo ha declarado en diversas entrevistas a medios de comunicación.
Los funcionarios clave
El 9 de diciembre de 2014, Hiram Almeida, entonces contralor interno, tomó el encargo de Miguel Ángel Mancera, para recibir las versiones públicas de las declaraciones patrimoniales del gabinete legal y ampliado. Seis días después, el 15 de diciembre, Almeida Estrada fue nombrado secretario de Seguridad Pública. Sin embargo, la entrega de la información ya estaba en marcha. De hecho, él fue de los primeros que declaró sus bienes: un departamento que compró con crédito Fovissste, dos casas a nombre de su esposa, una de ellas en Morelos; una camioneta Jeep Grand Cherokee 2014 pagada a crédito, dos cuentas bancarias de nómina y crédito en Banorte, una de nómina en Santander, un préstamo en Banorte y una más de crédito en Bancomer; todas, con saldos variables.
Pieza clave en el manejo del dinero del GDF, el secretario de Finanzas, Edgar Amador declaró una casa en el DF adquirida a crédito, otra en Sinaloa por herencia familiar, un auto Honda Acura comprado a contado, cuentas de cheques en Scotiabank, Banamex e Inbursa con saldos variables, además de cuentas de Casa de Bolsa en Scotiabank TD Ameritra y tarjetas de crédito en IXE y Scotiabank.
José Ramón Amieva, consejero jurídico, declaró tener una cuenta bancaria con saldos variables, joyería diversa que incluye cinco relojes y el ingreso de la venta de acciones de sociedad anónima.
Un caso particular es el del Oficial Mayor, Jorge Silva Morales, quien apenas el 27 de octubre llegó al cargo, luego de la renuncia de Edgar González, presuntamente involucrado en actos de corrupción en la dependencia.
El funcionario declaró tener siete casas en el Estado de México e Hidalgo, dos terrenos en Puebla y un departamento en el DF, además de una camioneta Captiva y un auto Clío, cuatro cuentas bancarias, diversos créditos y tarjetas de tiendas departamentales como Costco, Liverpool y Palacio de Hierro.
El secretario de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Hegel Cortés Miranda, no se queda atrás.
En su declaración autorizada dijo tener un departamento en el DF adquirido vía con un crédito del Fovissste, otro por herencia de sus suegros, uno más comprado a crédito, un terreno rústico en Hidalgo herencia de sus abuelos y otro en Querétaro comprado a crédito.
Salomón Chertorivski Woldenberg, exfuncionario federal en el gobierno de Felipe Calderón y actual secretario de Desarrollo Económico del DF, reportó ingresos adicionales a los de su cargo por una cuenta de inversión en casa de bolsa Arka con saldo variable, un fondo de inversión JP Morgan con saldo variable y la participación accionaria de una empresa restaurantera y de cuatro empresas de la industria óptica.
Los discretos
Algunos integrantes del gabinete ampliado dieron pocos detalles de sus propiedades. Tal es el caso de Meyer Klip, director del Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal (Invea-DF) –dependencia encargada de revisar el funcionamiento de establecimientos mercantiles, con la facultad de multar y clausurar. Klip dijo no tener ningún inmueble, sólo reportó una cuenta de cheques y un fondo de inversión en Bancomer.
Rufino H. León Tovar, secretario de Movilidad, declaró propiedades que van de los 41 mil pesos hasta el millón y medio de pesos.
El director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Joel Ortega, informó que es dueño de una casa que compró de contado en 1997, dos terrenos –uno heredado y otro comprado de contado–, un departamento, dos autos –VW Tiguan 2011 a crédito y VW Beatle 2012 de contado–. El exjefe delegacional en Gustavo A. Madero y extitular de la SSP-DF, dijo tener cuentas bancarias en Scotiabank –donde también tiene un fondo de inversión– y Banamex.
Algunos funcionarios dijeron no poseer inmuebles ni vehículos, por ejemplo, el secretario de Cultura, el procurador social, Alfredo Hernández Raigosa, y el titular de Obras y Sevicios, Alfredo Hernández García.
El pasado 9 de diciembre, en ocasión del Día Internacional Anticorrupción –y en medio del escándalo por la llamada “Casa Blanca” del presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivero–, Mancera Espinosa aprovechó y ordenó a los titulares del gabinete legal y ampliado a presentar las versiones públicas de su declaración patrimonial.
Según dijo, los 16 jefes delegacionales se comprometieron a hacer lo mismo. Sin embargo, en la página de la Contraloría General no se publicó ninguna declaración de estos funcionarios quienes, por cierto, ya preparan sus maletas para separarse del cargo y buscar una candidatura para otro puesto de elección popular.
Sin embargo, lo hicieron sin incluir detalles y el costo de los mismos, acogiéndose a las leyes de Transparencia y Acceso a la Información Pública y a la de Protección de Datos Personales del DF.
Mancera Espinosa declaró ser propietario de una casa en copropiedad, cuatro departamentos –uno también en copropiedad–, dos locales comerciales, así como inversiones en organizaciones privadas y bancarias con “saldos variables”. El exprocurador capitalino declaró que no tiene vehículos propios ni gravámenes o adeudos.
Héctor Serrano, secretario de Gobierno y el hombre más poderoso del GDF después de Mancera, dijo que tiene dos casas — adquiridas en 1994 de contado y 2013 a crédito— y dos departamentos comprados en 2008 y 2012, ambos de contado. También informó que es dueño de dos camionetas –Suburban y Nissan– compradas en 2014, cuentas de cheques en Bancomer y Banorte y un crédito hipotecario con saldo variable. El funcionario omitió informar sobre el caballo que posee y con el que practica en un lienzo charro de Iztapalapa, como lo ha declarado en diversas entrevistas a medios de comunicación.
Los funcionarios clave
El 9 de diciembre de 2014, Hiram Almeida, entonces contralor interno, tomó el encargo de Miguel Ángel Mancera, para recibir las versiones públicas de las declaraciones patrimoniales del gabinete legal y ampliado. Seis días después, el 15 de diciembre, Almeida Estrada fue nombrado secretario de Seguridad Pública. Sin embargo, la entrega de la información ya estaba en marcha. De hecho, él fue de los primeros que declaró sus bienes: un departamento que compró con crédito Fovissste, dos casas a nombre de su esposa, una de ellas en Morelos; una camioneta Jeep Grand Cherokee 2014 pagada a crédito, dos cuentas bancarias de nómina y crédito en Banorte, una de nómina en Santander, un préstamo en Banorte y una más de crédito en Bancomer; todas, con saldos variables.
Pieza clave en el manejo del dinero del GDF, el secretario de Finanzas, Edgar Amador declaró una casa en el DF adquirida a crédito, otra en Sinaloa por herencia familiar, un auto Honda Acura comprado a contado, cuentas de cheques en Scotiabank, Banamex e Inbursa con saldos variables, además de cuentas de Casa de Bolsa en Scotiabank TD Ameritra y tarjetas de crédito en IXE y Scotiabank.
José Ramón Amieva, consejero jurídico, declaró tener una cuenta bancaria con saldos variables, joyería diversa que incluye cinco relojes y el ingreso de la venta de acciones de sociedad anónima.
Un caso particular es el del Oficial Mayor, Jorge Silva Morales, quien apenas el 27 de octubre llegó al cargo, luego de la renuncia de Edgar González, presuntamente involucrado en actos de corrupción en la dependencia.
El funcionario declaró tener siete casas en el Estado de México e Hidalgo, dos terrenos en Puebla y un departamento en el DF, además de una camioneta Captiva y un auto Clío, cuatro cuentas bancarias, diversos créditos y tarjetas de tiendas departamentales como Costco, Liverpool y Palacio de Hierro.
El secretario de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Hegel Cortés Miranda, no se queda atrás.
En su declaración autorizada dijo tener un departamento en el DF adquirido vía con un crédito del Fovissste, otro por herencia de sus suegros, uno más comprado a crédito, un terreno rústico en Hidalgo herencia de sus abuelos y otro en Querétaro comprado a crédito.
Salomón Chertorivski Woldenberg, exfuncionario federal en el gobierno de Felipe Calderón y actual secretario de Desarrollo Económico del DF, reportó ingresos adicionales a los de su cargo por una cuenta de inversión en casa de bolsa Arka con saldo variable, un fondo de inversión JP Morgan con saldo variable y la participación accionaria de una empresa restaurantera y de cuatro empresas de la industria óptica.
Los discretos
Algunos integrantes del gabinete ampliado dieron pocos detalles de sus propiedades. Tal es el caso de Meyer Klip, director del Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal (Invea-DF) –dependencia encargada de revisar el funcionamiento de establecimientos mercantiles, con la facultad de multar y clausurar. Klip dijo no tener ningún inmueble, sólo reportó una cuenta de cheques y un fondo de inversión en Bancomer.
Rufino H. León Tovar, secretario de Movilidad, declaró propiedades que van de los 41 mil pesos hasta el millón y medio de pesos.
El director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Joel Ortega, informó que es dueño de una casa que compró de contado en 1997, dos terrenos –uno heredado y otro comprado de contado–, un departamento, dos autos –VW Tiguan 2011 a crédito y VW Beatle 2012 de contado–. El exjefe delegacional en Gustavo A. Madero y extitular de la SSP-DF, dijo tener cuentas bancarias en Scotiabank –donde también tiene un fondo de inversión– y Banamex.
Algunos funcionarios dijeron no poseer inmuebles ni vehículos, por ejemplo, el secretario de Cultura, el procurador social, Alfredo Hernández Raigosa, y el titular de Obras y Sevicios, Alfredo Hernández García.
El pasado 9 de diciembre, en ocasión del Día Internacional Anticorrupción –y en medio del escándalo por la llamada “Casa Blanca” del presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivero–, Mancera Espinosa aprovechó y ordenó a los titulares del gabinete legal y ampliado a presentar las versiones públicas de su declaración patrimonial.
Según dijo, los 16 jefes delegacionales se comprometieron a hacer lo mismo. Sin embargo, en la página de la Contraloría General no se publicó ninguna declaración de estos funcionarios quienes, por cierto, ya preparan sus maletas para separarse del cargo y buscar una candidatura para otro puesto de elección popular.
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