Oaxaca.- En medio de un zafarrancho, se aprobó la Reforma Política de Oaxaca con 24 votos a favor de los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), el de la Revolución Democrática, (PRD), del Trabajo (PT), Unidad Popular (PUP), Social Demócrata (PSD), Movimiento Ciudadano (MC) y uno independiente, pero con la ausencia de la fracción del PRI.
La Sesión Extraordinaria tuvo como sede alterna el Salón de Juntas de la Fracción Parlamentaria del PRD (en el mismo Congreso), debido a que personas ajenas, identificadas con el diputado priista Fredy Gil Pineda, irrumpieron el Salón de Plenos para rociar a los asistentes gas lacrimógeno y el contenido de algunos extintores.
La riña comenzó cuando, en medio de empujones, diputadas y diputados priistas tomaron la tribuna para impedir la instalación de la Sesión. Gil Pineda pretendió retener a la panista Leslie Jiménez, presidenta de la mesa directiva del Congreso local para quitarle el dictamen que estaba a punto de subir a votación, pero ella lo impidió, y fue protegida por su bancada, y de otros.
En medio del desorden, gritos, polvo y un olor insoportable, legisladores y legisladores, excepto del PRI, dejaron el salón principal para instalarse en el Salón de Juntas de la fracción perredista.
Con la instalación de la Sesión Extraordinaria, se dio cauce a la lectura del dictamen de las Comisiones Unidas Permanentes de Administración de Justicia y Democracia Participativa con Igualdad de Oportunidades que crea la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales.
En la exposición de motivos, las comisiones que emitieron el dictamen aseguran que: “la consolidación de la democracia en México es una tarea que conlleva el fortalecimiento de instituciones políticas y ante todo la responsabilidad de todos los actores políticos”.
Al final de la atropellada sesión, los diputados se reconocieron entre sí por la aprobación de las leyes secundarias de la Reforma Política Electoral, que cumplió su plazo legal, de lo contrario hubiera representado el inicio de otra controversia constitucional.
La Sesión Extraordinaria tuvo como sede alterna el Salón de Juntas de la Fracción Parlamentaria del PRD (en el mismo Congreso), debido a que personas ajenas, identificadas con el diputado priista Fredy Gil Pineda, irrumpieron el Salón de Plenos para rociar a los asistentes gas lacrimógeno y el contenido de algunos extintores.
La riña comenzó cuando, en medio de empujones, diputadas y diputados priistas tomaron la tribuna para impedir la instalación de la Sesión. Gil Pineda pretendió retener a la panista Leslie Jiménez, presidenta de la mesa directiva del Congreso local para quitarle el dictamen que estaba a punto de subir a votación, pero ella lo impidió, y fue protegida por su bancada, y de otros.
En medio del desorden, gritos, polvo y un olor insoportable, legisladores y legisladores, excepto del PRI, dejaron el salón principal para instalarse en el Salón de Juntas de la fracción perredista.
Con la instalación de la Sesión Extraordinaria, se dio cauce a la lectura del dictamen de las Comisiones Unidas Permanentes de Administración de Justicia y Democracia Participativa con Igualdad de Oportunidades que crea la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales.
En la exposición de motivos, las comisiones que emitieron el dictamen aseguran que: “la consolidación de la democracia en México es una tarea que conlleva el fortalecimiento de instituciones políticas y ante todo la responsabilidad de todos los actores políticos”.
Al final de la atropellada sesión, los diputados se reconocieron entre sí por la aprobación de las leyes secundarias de la Reforma Política Electoral, que cumplió su plazo legal, de lo contrario hubiera representado el inicio de otra controversia constitucional.
Excelsior
No hay comentarios.:
Publicar un comentario