Perfilando

Por Iván Calderón

Tomás Ruiz, ¡ridículo!

En política existe una clara diferencia entre querer y poder.
El secretario de Infraestructura y Obras Públicas del Gobierno del Estado de Veracruz Tomás Ruiz González en sus hilarantes sueños pretende ser el próximo gobernador.
¡Ridícula idea!
Cuando Tomás pudo, no consiguió su objetivo.
Ahora, sin la fuerza, ni el posicionamiento, ni con la estatura necesaria, menos podrá.
Ruíz González, al igual que Alejandro Montano Guzmán han sido los alfiles de Miguel Alemán Velasco.
De esto, no hay duda.
Pero incluso, el mismo Montano Guzmán cuenta con más calidad moral para aspirar a la grande.
Se tiene que recordar que en el pasado, por un pequeño momento, Ruíz brilló con luz propia.
Quizás, en aquellas épocas, con un poco de suerte, pudo haber alcanzado su objetivo, y ni aun así, con todo el espaldarazo, lo conquistó.
En los tiempos de la “Prosperidad”, Ruiz González ha sido un muñeco de trapo.
Tomás al frente de finanzas fue fiasco.
Ahora, como titular de la SIOP, es mucho peor.
Son incalculables las promesas incumplidas de Tomás Ruiz al frente de la Secretaría de Obras Públicas.
Víctima de su propia verborrea ha ofrecido cosas que no podrá cumplir, mientras que día a día aumentan las manifestaciones en su contra.
Antes fresa, ahora metrosexual, Tomás Ruiz fue un personaje fabricado para ser algún día Gobernador Veracruzano.
A Tomás lo formaron casi a la perfección.
Ruíz fue moldeado y educado.
Pero el producto resultó fallado.
Los defectos de fábrica son muy marcados.
Su proyecto jamás se cristalizará.
Hay que decirlo, la gubernatura de 2 años está calentando a muchos políticos medianos que piensan que esta sería su oportunidad “para servile a Veracruz”.
Y quizá sí.
Algunos cuentan con amplias posibilidades porque se lo han ganado.
Tal es el caso de Gerardo Buganza, o el mismo Montano.
¿Pero Tomás?
¡Que mejor se ponga a trabajar!
Porque en honor a la verdad, todos sus proyectos han sido un fracaso.