México, D.F.- Al reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en torno al riesgo que representa el consumo de embutidos y carnes rojas por ser causantes de enfermedades cancerígenas en humanos, se suma ahora el resultado de un análisis que realizó la firma Clear Food al contenido molecular de las salchichas de 75 marcas diferentes vendidas en Estados Unidos, en el que se encontraron que 2 por ciento de ellas contienen ADN humano, lo que de comprobarse engendraría un escándalo mayúsculo, pues se estaría ante el supuesto de que algunos embutidos ¡contienen carne humana! Clear Food señala que hasta el momento se desconoce la forma en la que dicho ADN llegó a los alimentos comercializados en 10 establecimientos diferentes, cuando analizó alrededor de 345 salchichas para encontrar que, al menos 14.4 por ciento de los ingredientes que contienen no están indicados en su etiqueta, mientras que los embutidos supuestamente vegetarianos sí contienen carne, revela The Independent. El descubrimiento a pocos días de que la OMS declarara a las carnes rojas procesadas como los embutidos y el jamón, entre otros productos de origen porcino y vacuno, son casi tan cancerígenos como el consumo habitual de tabaco, pone en evidencia que las sabrosas salchichas que comemos en nuestros perros calientes están hechas con ingredientes que no sabemos qué son ni de dónde vienen, y acaso en una de esas, hasta incurrimos en canibalismo. Sin duda, la alerta de la OMS en torno al riesgo que representa para los humanos el consumo de embutidos y carnes rojas, debe ser una llamada de atención para la Secretaría de Salud (Ssa), porque en México las guías alimentarias no diferencian entre productos naturales y procesados. La norma oficial mexicana (NOM) 043 sobre servicios básicos de salud, promoción y educación para la salud en materia alimentaria y criterios para brindar orientación, determina que los alimentos se clasifican de acuerdo con su composición en verduras y frutas, cereales, leguminosas y alimentos de origen animal, y es ahí donde se tendrían que realizarse las adecuaciones. Países como Estados Unidos, donde es elevado el consumo de carnes rojas y embutidos, existen estudios que han señalado la relación con mayor prevalencia de cáncer de páncreas o colorrectal. En México, los datos disponibles dan cuenta de que en la última década se registró un incremento de 30 por ciento en la ingesta de carne de cerdo, la producción de carne de res subió 20 por ciento –aunque no se sabe adónde se destina– y la de pollo aumentó más de 50 por ciento. La tendencia es ascendente, y al mismo tiempo se redujo el consumo de hortalizas y frijoles en 30 por ciento. No hay datos oficiales sobre el consumo de embutidos, sin embargo, en un cruce de información con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), donde las personas reportan que aumentaron su gasto en alimentos de origen animal, mientras reportes oficiales señalan que se incrementó la pobreza, necesariamente debemos pensar que las familias han hecho ajustes en sus gastos, y en lugar de comprar un kilogramo de carne, que vale 120 pesos, optan por un kilogramo de salchicha, que puede costar 20 o 30 pesos, o tal vez menos si se adquiere a granel, lo que podría ser peligroso a mediano y largo plazo de confirmarse la versión de la OMS.
gobernantes.com
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