lunes, 30 de noviembre de 2015

‘Astillero’ retoma las preguntas a la CNDH sobre la masacre en Apatzingán

Ciudad de México.- El columnista de La Jornada, Julio Hernández, escribe este lunes sobre la masacre en Apatzingán y las recomendaciones de la CNDH:
Aun cuando en la inmediatez noticiosa pudiera parecer positiva la recomendación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre los hechos de sangre acontecidos en Apatzingán, Michoacán, el 6 de enero del presente año, el saldo podría quedar en realidad en una maniobra atenuante, encubridora de la gravedad de lo que se ha señalado desde un principio como ejecuciones múltiples por parte de policías federales.
La periodista Laura Castellanos publicó el 19 de abril de este año un documentado reportaje en Aristegui Noticias, titulado Fueron los federales, en el que se asienta que agentes de la PF ejecutaron a civiles desarmados, no solo uno, como considera la CNDH. En función del material que recopiló Castellanos, y de las investigaciones que ha realizado en cuanto a lo sucedido en Apatzingán, son de tomarse en consideración, y demandarían respuesta, algunas de las preguntas que ella planteó en la rueda de prensa donde se dio a conocer el informe de 400 páginas de la CNDH sobre el caso:
“¿Por qué la comisión no investigó la razón por la cual ningún cadáver se dejó en el servicio médico forense (Semefo) de Apatzingán, con capacidad para 10 cuerpos?
¿Por qué se trasladó por lo menos a siete cadáveres a los Semefos de Morelia, Zamora y Lázaro Cárdenas, a dos o tres horas de distancia de Apatzingán, como lo prueban sus actas de defunción?
¿Por qué será que uno de estos cuerpos es el de un joven que la CNDH señala que, ‘indiciariamente’, la PF lo privó de su vida, del que la PGJ del estado de Michoacán no le facilitó las fotografías forenses y no indagó las razones de su traslado al Semefo de Lázaro Cárdenas?
¿Por qué a dos de los cuerpos que la CNDH no consideró como ejecuciones extrajudiciales (sino como privaciones de vida, aunque reconoció que no iban armados: uno recibió 27 tiros y otro siete), se les llevó al Semefo de Morelia y en su acta de defunción presentaron ‘penetración de un proyectil de arma de fuego a cráneo’?
¿Hubo una estrategia para encubrir el número total de cadáveres y su grado de lesiones porque fueron ejecuciones extrajudiciales?
¿La CNDH se hace cómplice de esa estrategia al omitir investigarlo?”. 

Aristegui Noticias

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