Por: Rodrigo Montoya
En la agenda mediática y política de nuestro país, siempre han existido temas “escabrosos” cuestiones que dan apertura a que unos y otros puedan tomar ciertos posicionamientos que desde la comodidad de un discurso, les permitan ganar adeptos de una manera fácil y no del todo sensata o congruente.
Y es que en México en pleno final del año 2015 aún se discuten no solamente en los recintos legales sino en las platicas de café o en las aulas estudiantiles sobre lo “bueno y malo”, es decir, lo que para unos está bien para otros resulta inclusive una falta a la moral o peor aún, es visto como un pecado.
Tópicos como la legalización del aborto, -solamente permitido en las clínicas de la Ciudad de México en el Distrito Federal-, la muerte asistida (o la iniciativa de una muerte digna), el acoso sexual, prostitución o mercado negro y la legalización de drogas como la marihuana, son temas como política y religión, son pocos los grupos, cúpulas o personas de renombre, que tienen un posicionamiento centrado y no extremista.
En un hecho por demás inédito, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hizo válido el uso lúdico de la marihuana, esto es, que avaló su siembra y consumo personal, por lo que los artículos 235, 237, 245 y 248 de la Ley General de Salud han sido declarados inconstitucionales, algo verdaderamente sin precedentes.
Aunque se debe aclarar que bajo ninguna situación, dicha resolución, aprueba la autorización para que la marihuana sea utilizada con fines de lucro (comercializarla). Sin embargo esto es un avance significativo para quienes han luchado por el consumo personal -dicen ellos- de la misma.
Sin lugar a dudas este tema dará mucho de qué hablar. Habrá que estar atentos de las reacciones inmediatas de los poderes fácticos; religiosos, empresariales, medios de comunicación, actores políticos y miembros de la sociedad civil organizada, se les verá desfilar ante las cámaras para dar su opinión a favor o en contra de este tema que se encuentra “calientito” y que ya en redes sociales forma parte de todo un debate.
En mi opinión personal, creo que no hay cosa más sana que cada quien haga apegados a la legalidad por supuesto lo que más conveniente le parezca. Antes de entrar en un debate o lanzar una crítica no constructiva a la legalización de la marihuana sería bueno que quien lo haga esté libre de toda culpa y pueda con toda libertad arrojar la primera piedra.
¿No sería interesante que el que critique este tipo de medidas, se sometiera primero a una prueba antidoping?
Existen muchos que en su práctica cotidiana en la doble moral critican lo que en la privacidad muchas veces practican, casos en la política hay varios.
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