Por: José Calzada
DAMA DE LOS VELORIOS
En el sexenio que está por concluir, uno de los aspectos que sellaron con impunidad a la administración de la justicia es la larga lista de asesinatos de periodistas que si bien no fue el gobierno estatal quien orquestó los crímenes, si fue el aparato de gobierno el que no resolvió uno solo de los expedientes para aplicar la ley a los asesinos.
La situación se convirtió en un talón de Aquiles para el gobierno que, al no resolver quedó como cómplice en el mejor de los casos y la Comisión Estatal para la Atención a los Periodistas como un elefante blanco, con cualquiera de las dos mujeres que la encabezaron en la presente administración estatal de Javier Duarte de Ochoa.
Entre 2011 y 2016 existe un registro de 19 periodistas asesinados quienes laboraban en medios de comunicación de Veracruz, lo que convirtió a la entidad en zona de alto riesgo para el ejercicio del periodismo.
La presencia de Namiko Mitsuko fue gris, cuestionada e irrelevante, por mucho superada en todos y cada uno de los expedientes de abusos contra los periodistas, luego fue premiada con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Veracruz y su lugar fue otorgado a una todavía peor, Benita González quien se limita a acudir a los velorios de los periodistas caídos a dar el pésame como máxima respuesta institucional del gobierno.
La gravedad del tema, ubica la defensa de los periodistas como parte de la agenda de temas emergentes del nuevo gobierno y por ende de la campaña por la mini gubernatura, se trata de un aspecto que deberá atender cualquiera que gane las elecciones para gobernador, reestructurar la comisión de protección y apoyo a los periodistas, que es cualquier cosa menos eso.
El periodismo vive durante el sexenio de Javier Duarte su peor crisis ante la violencia que ubica al estado como el peor sitio para ejercer esta labor. Los comisionados, con alguna excepción, reciben jugosos salarios además de prestaciones pero el órgano solo sirve de figura decorativa.
A Benita González, que trabaja para la ex vocera Vi-Giba Domínguez en sus estaciones de radio, la apodan “la dama de los velorios”, porque solo allí es cuando se le ve al momento de la violencia nos arrebata a un compañero, solo sirve para ir a dar condolencias pero no hay un mecanismo oportuno que brinde garantías a los periodistas que viven bajo amenaza.
Ante esta lamentable situación, un grupo de periodistas de la zona conurbada trabaja ya en la conformación de un Colegio de Periodistas, que aglutine a los trabajadores de los medios de comunicación en Veracruz, aunque persiste la desconfianza en el gremio porque muchas veces aparecen estas agrupaciones solo para velar por los intereses de quienes están al frente mientras que de la mayoría de los reporteros, ni quien se acuerde.
A escasos meses de que concluya la presente administración, es necesario recordar que las muertes de periodistas, fotógrafos y redactores, que en paz descansan, no han recibido justicia y tampoco castigo a los autores materiales y mucho menos a los intelectuales.
Anabel Flores Salazar, 27 años de edad. Reportera del periódico El Buen Tono y de El sol de Orizaba. Un grupo de hombres armados, vestidos de militares la secuestró la madrugada del lunes 8 de febrero cuando se encontraba en su domicilio. La reportera fue hallada muerta en un paraje del municipio de Tehuacán.
Rubén Espinosa, 31 años de edad, corresponsal de Proceso y Cuartoscuro en Veracruz. Asesinado el 31 de julio de 2015. Se había ido del estado semanas antes tras denunciar amenazas.
Juan Mendoza Delgado, 46 años de edad, director del portal Escribiendo la verdad. Reportado como desaparecido el 1 de junio de 2015. Su cuerpo, atropellado, fue hallado al día siguiente. La investigación sigue abierta.
Armando Saldaña Morales, 53 años de edad, periodista de la estación La Ke Buena. Asesinado el 4 de mayo de 2015. Su cuerpo fue encontrado con cuatro balazos y señales de tortura en la frontera entre Oaxaca y Veracruz. La investigación sigue abierta.
Moisés Sánchez Cerezo, 49 años de edad, director de La Unión. Secuestrado el 2 de enero de 2015. Su cuerpo apareció el 24 de enero, decapitado. El gobernador lo describió como “un taxista”. Omar Cruz Reyes, presidente municipal de Medellín, fue acusado de ser el autor intelectual de su homicidio.
Octavio Rojas Hernández, corresponsal del periódico El Buen Tono. Asesinado en su casa en Cosolapa, Oaxaca, en la frontera con Veracruz. El caso sigue abierto.
Gregorio Jiménez de la Cruz, 43 años de edad, reportero del diario Notisur. Desapareció el 6 de febrero de 2014. Su cuerpo fue encontrado seis días después. El gobernador dijo que fue asesinado por “problemas personales”; sus familiares acusan que fue por publicar un reportaje.
Sergio Landa Rosales, periodista del Diario de Cardel. Secuestrado el 26 de noviembre de 2012, desaparecido desde entonces. El caso sigue abierto.Miguel Morales Estrada, 35 años de edad, desaparecido el 25 de julio de 2012. Fotógrafo del Diario de Poza Rica. El caso sigue abierto.
Víctor Manuel Báez Chino, 46 años de edad. Reportero del sitio reporterospoliciacos.com. Desapareció el 13 de junio de 2012, su cuerpo, mutilado, fue recuperado un día después. Al igual que en los demás casos, el gobierno culpó al crimen organizado de su homicidio. A la fecha se desconoce el motivo de su muerte.
Guillermo Luna Varela, 21 años, fotógrafo para Notiver; Gabriel Huge Córdova, fotógrafo para Notiver, de 37 años de edad; Esteban Rodríguez Rodríguez, reportero del periódico AZ, de 30 años de edad y Ana Irasema Becerra Jiménez, de 33 años de edad, empleada administrativa de El Dictamen. Sus cuerpos fueron encontrados el 3 de mayo de 2012, el Día mundial de la libertad de prensa, en bolsas de basura. Las autoridades culparon a supuestos narcotraficantes de los cuatro homicidios y cerraron el caso. Los detenidos fueron presentados con las credenciales de los asesinados. A la fecha se desconoce el motivo de su muerte.
Regina Martínez Pérez, 48 años de edad. Corresponsal de Proceso. Estrangulada en su casa el 28 de abril de 2012. Las autoridades locales concluyeron que fue víctima de un robo y/o un crimen pasional. El gobierno local nunca investigó si su muerte estuvo relacionada con su trabajo.
Yolanda Ordaz de la Cruz, 48 años de edad. Reportera de Notiver. Desaparecida el 24 de julio de 2011. Su cuerpo, decapitado, fue encontrado dos días después. Se culpó a un supuesto narcotraficante de su asesinato. A la fecha no se ha resuelto el caso.
Misael López Solana, de 21 años, fotógrafo de Notiver e hijo de López Velasco. Asesinados por un comando armado el 20 de junio de 2011 en su casa. Se culpó a un supuesto narcotraficante de su asesinato. A la fecha no se ha resuelto el caso.
DAMA DE LOS VELORIOS
En el sexenio que está por concluir, uno de los aspectos que sellaron con impunidad a la administración de la justicia es la larga lista de asesinatos de periodistas que si bien no fue el gobierno estatal quien orquestó los crímenes, si fue el aparato de gobierno el que no resolvió uno solo de los expedientes para aplicar la ley a los asesinos.
La situación se convirtió en un talón de Aquiles para el gobierno que, al no resolver quedó como cómplice en el mejor de los casos y la Comisión Estatal para la Atención a los Periodistas como un elefante blanco, con cualquiera de las dos mujeres que la encabezaron en la presente administración estatal de Javier Duarte de Ochoa.
Entre 2011 y 2016 existe un registro de 19 periodistas asesinados quienes laboraban en medios de comunicación de Veracruz, lo que convirtió a la entidad en zona de alto riesgo para el ejercicio del periodismo.
La presencia de Namiko Mitsuko fue gris, cuestionada e irrelevante, por mucho superada en todos y cada uno de los expedientes de abusos contra los periodistas, luego fue premiada con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Veracruz y su lugar fue otorgado a una todavía peor, Benita González quien se limita a acudir a los velorios de los periodistas caídos a dar el pésame como máxima respuesta institucional del gobierno.
La gravedad del tema, ubica la defensa de los periodistas como parte de la agenda de temas emergentes del nuevo gobierno y por ende de la campaña por la mini gubernatura, se trata de un aspecto que deberá atender cualquiera que gane las elecciones para gobernador, reestructurar la comisión de protección y apoyo a los periodistas, que es cualquier cosa menos eso.
El periodismo vive durante el sexenio de Javier Duarte su peor crisis ante la violencia que ubica al estado como el peor sitio para ejercer esta labor. Los comisionados, con alguna excepción, reciben jugosos salarios además de prestaciones pero el órgano solo sirve de figura decorativa.
A Benita González, que trabaja para la ex vocera Vi-Giba Domínguez en sus estaciones de radio, la apodan “la dama de los velorios”, porque solo allí es cuando se le ve al momento de la violencia nos arrebata a un compañero, solo sirve para ir a dar condolencias pero no hay un mecanismo oportuno que brinde garantías a los periodistas que viven bajo amenaza.
Ante esta lamentable situación, un grupo de periodistas de la zona conurbada trabaja ya en la conformación de un Colegio de Periodistas, que aglutine a los trabajadores de los medios de comunicación en Veracruz, aunque persiste la desconfianza en el gremio porque muchas veces aparecen estas agrupaciones solo para velar por los intereses de quienes están al frente mientras que de la mayoría de los reporteros, ni quien se acuerde.
A escasos meses de que concluya la presente administración, es necesario recordar que las muertes de periodistas, fotógrafos y redactores, que en paz descansan, no han recibido justicia y tampoco castigo a los autores materiales y mucho menos a los intelectuales.
Anabel Flores Salazar, 27 años de edad. Reportera del periódico El Buen Tono y de El sol de Orizaba. Un grupo de hombres armados, vestidos de militares la secuestró la madrugada del lunes 8 de febrero cuando se encontraba en su domicilio. La reportera fue hallada muerta en un paraje del municipio de Tehuacán.
Rubén Espinosa, 31 años de edad, corresponsal de Proceso y Cuartoscuro en Veracruz. Asesinado el 31 de julio de 2015. Se había ido del estado semanas antes tras denunciar amenazas.
Juan Mendoza Delgado, 46 años de edad, director del portal Escribiendo la verdad. Reportado como desaparecido el 1 de junio de 2015. Su cuerpo, atropellado, fue hallado al día siguiente. La investigación sigue abierta.
Armando Saldaña Morales, 53 años de edad, periodista de la estación La Ke Buena. Asesinado el 4 de mayo de 2015. Su cuerpo fue encontrado con cuatro balazos y señales de tortura en la frontera entre Oaxaca y Veracruz. La investigación sigue abierta.
Moisés Sánchez Cerezo, 49 años de edad, director de La Unión. Secuestrado el 2 de enero de 2015. Su cuerpo apareció el 24 de enero, decapitado. El gobernador lo describió como “un taxista”. Omar Cruz Reyes, presidente municipal de Medellín, fue acusado de ser el autor intelectual de su homicidio.
Octavio Rojas Hernández, corresponsal del periódico El Buen Tono. Asesinado en su casa en Cosolapa, Oaxaca, en la frontera con Veracruz. El caso sigue abierto.
Gregorio Jiménez de la Cruz, 43 años de edad, reportero del diario Notisur. Desapareció el 6 de febrero de 2014. Su cuerpo fue encontrado seis días después. El gobernador dijo que fue asesinado por “problemas personales”; sus familiares acusan que fue por publicar un reportaje.
Sergio Landa Rosales, periodista del Diario de Cardel. Secuestrado el 26 de noviembre de 2012, desaparecido desde entonces. El caso sigue abierto.Miguel Morales Estrada, 35 años de edad, desaparecido el 25 de julio de 2012. Fotógrafo del Diario de Poza Rica. El caso sigue abierto.
Víctor Manuel Báez Chino, 46 años de edad. Reportero del sitio reporterospoliciacos.com. Desapareció el 13 de junio de 2012, su cuerpo, mutilado, fue recuperado un día después. Al igual que en los demás casos, el gobierno culpó al crimen organizado de su homicidio. A la fecha se desconoce el motivo de su muerte.
Guillermo Luna Varela, 21 años, fotógrafo para Notiver; Gabriel Huge Córdova, fotógrafo para Notiver, de 37 años de edad; Esteban Rodríguez Rodríguez, reportero del periódico AZ, de 30 años de edad y Ana Irasema Becerra Jiménez, de 33 años de edad, empleada administrativa de El Dictamen. Sus cuerpos fueron encontrados el 3 de mayo de 2012, el Día mundial de la libertad de prensa, en bolsas de basura. Las autoridades culparon a supuestos narcotraficantes de los cuatro homicidios y cerraron el caso. Los detenidos fueron presentados con las credenciales de los asesinados. A la fecha se desconoce el motivo de su muerte.
Regina Martínez Pérez, 48 años de edad. Corresponsal de Proceso. Estrangulada en su casa el 28 de abril de 2012. Las autoridades locales concluyeron que fue víctima de un robo y/o un crimen pasional. El gobierno local nunca investigó si su muerte estuvo relacionada con su trabajo.
Yolanda Ordaz de la Cruz, 48 años de edad. Reportera de Notiver. Desaparecida el 24 de julio de 2011. Su cuerpo, decapitado, fue encontrado dos días después. Se culpó a un supuesto narcotraficante de su asesinato. A la fecha no se ha resuelto el caso.
Misael López Solana, de 21 años, fotógrafo de Notiver e hijo de López Velasco. Asesinados por un comando armado el 20 de junio de 2011 en su casa. Se culpó a un supuesto narcotraficante de su asesinato. A la fecha no se ha resuelto el caso.
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