Por: Jose Calzada
EL CONFLICTO DE LA UV
NUEVO CALAMBRE
Con el conflicto de la deuda de dos mil millones de pesos del gobierno del estado a la Universidad Veracruzana, la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara llevó a su máximo punto el conflicto y arrastró a la nueva administración que encabezará el panista, Miguel Ángel Yunes Linares, en un conflicto sin precedente entre la Universidad y el Ejecutivo.
El pleito entre el Ejecutivo y la Rectora tiene fondos políticos más que financieros, el ori-gen fue en sí, la falta de entrega de los recursos que le correspondían a la UV, pero tam-bién la falta de transparencia en el manejo de los recursos y sus relaciones con el Partido Acción Nacional.
Hace más de un año cuando la UV resintió el abandono del gobierno del estado en sus finanzas, acudió a buscar asesoría a las oficinas del senador panista, Fernando Yunes Márquez, ahí nació la relación que se convirtió en estrategia para generar un movimiento anti Ejecutivo y anti PRI, que germinó en la amplia matrícula y el aparato burocrático de la máxima casa de estudios.
Luego sobrevinieron diversas crisis políticas, de relaciones institucionales y hasta sociales que pusieron en riesgo a los propios estudiantes que en la edad de los apasionamientos, compraron el movimiento sin reserva alguna.
Llegaron las movilizaciones y la guerra de declaraciones, la diplomacia fracasó y fue ne-cesaria la intervención federal para que ahora, se retengan las participaciones de la UV al gobierno del estado y se entreguen directo a la UV, así como los impuestos que no fueron cubiertos.
La UV convirtió de facto en su vocero a Hilario Barcelata Chávez, un economista, acadé-mico y coordinador del Observatorio de las Finanzas Públicas de la Universidad Veracru-zana quien durante meses mantuvo la demanda de reformar algunos artículos de la Constitución Política del Estado de Veracruz y del Código Financiero, a fin de que se le asigne a la institución el cinco por ciento del total del presupuesto de egresos estatales y que, por ley, las partidas federales lleguen directamente a la UV y no mediante un convenio.
El Ejecutivo se guardó esa carta bajo la manga y esta semana, envío al Congreso Local la iniciativa de Reforma Constitucional para aumentar al 3 por ciento del presupuesto estatal los recursos destinados a la UV, sin involucrar el tema de la deuda que se mantiene.
Con la mayoría de diputados, en cuestión de horas se analizó y propuso un punto porcentual más para presupuestar dinero público a la UV que también es pública, y en una larga sesión de dimes y diretes entre priístas contra panistas, perredistas y el MC, fue aprobada por mayoría la decisión de destinar el 4 por ciento del presupuesto estatal a la UV.
Aunque para hacer realidad las modificaciones se requiere una segunda votación con mayoría en un segundo periodo ordinario de sesiones del Congreso Local que le tocará a la próxima Legislatura que entrará en funciones en noviembre próximo.
El aumento de cada punto porcentual de presupuesto para la UV significa unos mil millones de pesos, y si se toma en cuenta que el gobierno del estado adeuda más de dos mil millones que no pagará en la presente administración, la herencia para la nueva administración será la deuda más el doble del presupuesto. En medio de una finanzas quebradas.
La preocupación del PAN, es que en la herencia de una economía quebrada a la administración de la alternancia, no se permitirá cumplir con esa obligación en caso de que se apruebe en el segundo periodo de sesiones que exige la legislación,
Esa preocupación, junto con la del nombramiento del fiscal anticorrupción fue el motivo de la llamada del gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares al presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Juan Nicolás Callejas Arroyo para frenar esas decisiones, pero no tuvo éxito.
Y así, el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano que durante meses se rasgaron las vestidu-ras por el pago de la deuda, las reformas constitucionales y el aumento del presupuesto a la UV, recularon y aunque no pudieron votar en contra, se abstuvieron, que es lo mismo.
El PRI y sus aliados cumplieron con el Ejecutivo y maniataron a la oposición que ante la opinión pública quedaron como adversarios de la UV aun con todas las razones expues-tas, entre ellas, la del diputado Julen Rementería del Puerto que dio la batalla al exigir que se presentara la estimación financiera para saber de dónde saldrán los recursos estatales para dotar del 4 por ciento del gasto estatal a la universidad durante la próxima administración.
Ya sin discurso, la Rectora Sara Ladrón de Guevara y sus aliados, han guardado silencio, solo queda el reclamo de la deuda de los dos mil millones de pesos, que seguramente dará mucho de qué hablar. Queda claro que el silencio es estrategia.
NUEVO CALAMBRE
De nueva cuenta, un medio de comunicación publicó las presuntas acciones legales de la Procuraduría General de la República por el presunto quebranto de 50 mil millones de pesos que enlista a funcionarios y ex funcionarios de la actual administración como pre-suntos responsables.
De las denuncias no existe certeza toda vez que la PGR ha mantenido un silencio total, aunque la Auditoría Superior de la Federación sí ha confirmado en diferentes ocasiones, que existen irregularidades graves en la administración estatal que está por concluir.
Por lo pronto, Mauricio Audirac Murillo, Carlos Aguirre, Antonio Tarek Abdalá, Edgar Spi-nosso Carrera, Adolfo Mota Hernández, Pablo Anaya Rivera, Fernando Charlestón Sali-nas, Gabriel Deantes, Harry Grappa, Ricardo Sandoval Aguilar y Salvador Manzur no concilian en sueño.
EL CONFLICTO DE LA UV
NUEVO CALAMBRE
Con el conflicto de la deuda de dos mil millones de pesos del gobierno del estado a la Universidad Veracruzana, la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara llevó a su máximo punto el conflicto y arrastró a la nueva administración que encabezará el panista, Miguel Ángel Yunes Linares, en un conflicto sin precedente entre la Universidad y el Ejecutivo.
El pleito entre el Ejecutivo y la Rectora tiene fondos políticos más que financieros, el ori-gen fue en sí, la falta de entrega de los recursos que le correspondían a la UV, pero tam-bién la falta de transparencia en el manejo de los recursos y sus relaciones con el Partido Acción Nacional.
Hace más de un año cuando la UV resintió el abandono del gobierno del estado en sus finanzas, acudió a buscar asesoría a las oficinas del senador panista, Fernando Yunes Márquez, ahí nació la relación que se convirtió en estrategia para generar un movimiento anti Ejecutivo y anti PRI, que germinó en la amplia matrícula y el aparato burocrático de la máxima casa de estudios.
Luego sobrevinieron diversas crisis políticas, de relaciones institucionales y hasta sociales que pusieron en riesgo a los propios estudiantes que en la edad de los apasionamientos, compraron el movimiento sin reserva alguna.
Llegaron las movilizaciones y la guerra de declaraciones, la diplomacia fracasó y fue ne-cesaria la intervención federal para que ahora, se retengan las participaciones de la UV al gobierno del estado y se entreguen directo a la UV, así como los impuestos que no fueron cubiertos.
La UV convirtió de facto en su vocero a Hilario Barcelata Chávez, un economista, acadé-mico y coordinador del Observatorio de las Finanzas Públicas de la Universidad Veracru-zana quien durante meses mantuvo la demanda de reformar algunos artículos de la Constitución Política del Estado de Veracruz y del Código Financiero, a fin de que se le asigne a la institución el cinco por ciento del total del presupuesto de egresos estatales y que, por ley, las partidas federales lleguen directamente a la UV y no mediante un convenio.
El Ejecutivo se guardó esa carta bajo la manga y esta semana, envío al Congreso Local la iniciativa de Reforma Constitucional para aumentar al 3 por ciento del presupuesto estatal los recursos destinados a la UV, sin involucrar el tema de la deuda que se mantiene.
Con la mayoría de diputados, en cuestión de horas se analizó y propuso un punto porcentual más para presupuestar dinero público a la UV que también es pública, y en una larga sesión de dimes y diretes entre priístas contra panistas, perredistas y el MC, fue aprobada por mayoría la decisión de destinar el 4 por ciento del presupuesto estatal a la UV.
Aunque para hacer realidad las modificaciones se requiere una segunda votación con mayoría en un segundo periodo ordinario de sesiones del Congreso Local que le tocará a la próxima Legislatura que entrará en funciones en noviembre próximo.
El aumento de cada punto porcentual de presupuesto para la UV significa unos mil millones de pesos, y si se toma en cuenta que el gobierno del estado adeuda más de dos mil millones que no pagará en la presente administración, la herencia para la nueva administración será la deuda más el doble del presupuesto. En medio de una finanzas quebradas.
La preocupación del PAN, es que en la herencia de una economía quebrada a la administración de la alternancia, no se permitirá cumplir con esa obligación en caso de que se apruebe en el segundo periodo de sesiones que exige la legislación,
Esa preocupación, junto con la del nombramiento del fiscal anticorrupción fue el motivo de la llamada del gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares al presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Juan Nicolás Callejas Arroyo para frenar esas decisiones, pero no tuvo éxito.
Y así, el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano que durante meses se rasgaron las vestidu-ras por el pago de la deuda, las reformas constitucionales y el aumento del presupuesto a la UV, recularon y aunque no pudieron votar en contra, se abstuvieron, que es lo mismo.
El PRI y sus aliados cumplieron con el Ejecutivo y maniataron a la oposición que ante la opinión pública quedaron como adversarios de la UV aun con todas las razones expues-tas, entre ellas, la del diputado Julen Rementería del Puerto que dio la batalla al exigir que se presentara la estimación financiera para saber de dónde saldrán los recursos estatales para dotar del 4 por ciento del gasto estatal a la universidad durante la próxima administración.
Ya sin discurso, la Rectora Sara Ladrón de Guevara y sus aliados, han guardado silencio, solo queda el reclamo de la deuda de los dos mil millones de pesos, que seguramente dará mucho de qué hablar. Queda claro que el silencio es estrategia.
NUEVO CALAMBRE
De nueva cuenta, un medio de comunicación publicó las presuntas acciones legales de la Procuraduría General de la República por el presunto quebranto de 50 mil millones de pesos que enlista a funcionarios y ex funcionarios de la actual administración como pre-suntos responsables.
De las denuncias no existe certeza toda vez que la PGR ha mantenido un silencio total, aunque la Auditoría Superior de la Federación sí ha confirmado en diferentes ocasiones, que existen irregularidades graves en la administración estatal que está por concluir.
Por lo pronto, Mauricio Audirac Murillo, Carlos Aguirre, Antonio Tarek Abdalá, Edgar Spi-nosso Carrera, Adolfo Mota Hernández, Pablo Anaya Rivera, Fernando Charlestón Sali-nas, Gabriel Deantes, Harry Grappa, Ricardo Sandoval Aguilar y Salvador Manzur no concilian en sueño.
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