Ciudad de México.- Tal vez, el pie del meme debería ser: “si ya sabes que no te quiere el Presidente, para que intentas saludarlo”, pues con todo y las inserciones pagadas en donde se pretende difundir que el jefe político de la Nación dio un efusivo saludo al gobernador Javier Duarte, tras la presentación del nuevo programa integral de atención a la niñez realizada en Los Pinos, lo cierto es que los videos de importantes medios de comunicación como REFORMA dicen lo contrario
Peña saludó y platicó con todos, pero en el caso de Duarte de Ochoa fue tan frío, que el Mandatario Estatal se quedó solo, mirando a un punto perdido en el techo del recinto, y acto seguido buscó aceleradamente la salida para evadir los cuestionamientos sobre las versiones de un proceso de expulsión que el PRI empezó en su contra: “soy orgullosamente priísta y tengo la conciencia tranquila”, dijo con el rostro endurecido quien prácticamente ha estado ausente de los actos a los que asisten todos los gobernadores –como en la reunión del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, que se realizó este domingo–.
También, invitado a la reunión, su homólogo de Chihuahua, César Duarte abordó las versiones que también lo involucran en un proceso sancionatorio de su partido, y ante lo cual enfatizó que “no existe” tal proceso, pues “sólo fue una expresión que ni siquiera estaba en un contexto formal”. Pero las preguntas siguieron: –¿No le han notificado oficialmente de algún procedimiento? –No, porque no existe. –¿Se quedará en el país al término de su gobierno? –En Parral, Chihuahua, a sus órdenes tienen su casa. –¿Miedo a la expulsión? –De ninguna manera. No hay razón para ello. Reconoce que desde hace tiempo la PGR realiza investigaciones a partir de una denuncia que se interpuso: “Estoy muy claro de que no tengo responsabilidad alguna; estoy en espera de que finalmente se concluya ese proceso para que quede clara la posición que he guardado como gobernador”.
Peña saludó y platicó con todos, pero en el caso de Duarte de Ochoa fue tan frío, que el Mandatario Estatal se quedó solo, mirando a un punto perdido en el techo del recinto, y acto seguido buscó aceleradamente la salida para evadir los cuestionamientos sobre las versiones de un proceso de expulsión que el PRI empezó en su contra: “soy orgullosamente priísta y tengo la conciencia tranquila”, dijo con el rostro endurecido quien prácticamente ha estado ausente de los actos a los que asisten todos los gobernadores –como en la reunión del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, que se realizó este domingo–.
También, invitado a la reunión, su homólogo de Chihuahua, César Duarte abordó las versiones que también lo involucran en un proceso sancionatorio de su partido, y ante lo cual enfatizó que “no existe” tal proceso, pues “sólo fue una expresión que ni siquiera estaba en un contexto formal”. Pero las preguntas siguieron: –¿No le han notificado oficialmente de algún procedimiento? –No, porque no existe. –¿Se quedará en el país al término de su gobierno? –En Parral, Chihuahua, a sus órdenes tienen su casa. –¿Miedo a la expulsión? –De ninguna manera. No hay razón para ello. Reconoce que desde hace tiempo la PGR realiza investigaciones a partir de una denuncia que se interpuso: “Estoy muy claro de que no tengo responsabilidad alguna; estoy en espera de que finalmente se concluya ese proceso para que quede clara la posición que he guardado como gobernador”.
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