Ciudad de México.- El secretario de la Comisión de Desarrollo Municipal, diputado José Luis Orozco Sánchez Aldana (PRI), aseguró que alrededor de ocho millones de personas tienen problemas de salud por consumir medicamentos provenientes del mercado negro.
Por ello, planteó exhortar a la Secretaría de Salud para que realice una campaña a nivel nacional sobre los riesgos de adquirir fármacos en puestos semifijos, módulos móviles, ambulantes, tianguis o a través Internet.
De igual modo, solicitó intensificar las medidas para erradicar la venta en vía pública de medicamentos, así como su falsificación o acondicionamiento para la oferta al público de productos caducados, y establecer las normas para prohibir y sancionar la comercialización por medio de servicios de Internet.
José Luis Orozco resaltó que el monto económico de este enorme mercado es significativo y representa a los criminales un importante aliciente para adentrarse en este delito; en 2012, refirió, este comercio significó ingresos por alrededor de 11 mil 500 millones de pesos anuales, y de acuerdo con estudios recientes, el país ocupa el sexto lugar mundial en venta y consumo de medicamentos ilegales.
Añadió que más allá de estas alarmantes cifras y de lo redituable que resulta este delito, se encuentran las posibles afectaciones a la salud de las personas que, “de manera consciente o engañadas, son víctimas de estos delincuentes, al poner en riesgo no sólo su salud, sino también su propia vida”.
La Ley General de Salud, en el último párrafo de su artículo 226, establece: “No podrán venderse medicamentos u otros insumos para la salud en puestos semifijos, módulos móviles o ambulantes”, recordó.
Puntualizó que parte de este problema, se debe a que, en lo referente a la venta ilegal de los medicamentos en Internet, no existe en la legislación una medida disuasiva, lo cual, propicia que los delincuentes no se preocupen por ser detenidos, y las autoridades tengan la sensación de que perseguir este delito puede resultar innecesario y desgastante.
El diputado del PRI afirmó que la venta ilegal de medicamentos en la vía pública y en los servicios de Internet “está creciendo alarmantemente”; basta mencionar que en 2010, de acuerdo con información de especialistas, este delito tuvo un incremento real del 32 por ciento, aseguró.
Además, se reportó que en ese mismo año, el robo de camiones o vehículos de transporte de medicamentos e insumos médicos aumentó un 40 por ciento, y “en la actualidad las cifras han conservado su misma tendencia desde esa fecha”.
Por ello, se pronunció por reconocer que “estamos ante un problema silencioso, pero enorme; un asunto de un inminente riesgo a la salud de la población y un delito muy peligroso, ante el cual no se puede disminuir el esfuerzo, por parte de las autoridades, para perseguirlo y castigarlo. No es sólo prohibir, sino cerrar el círculo de protección que la salud de la población requiere”.
Por ello, planteó exhortar a la Secretaría de Salud para que realice una campaña a nivel nacional sobre los riesgos de adquirir fármacos en puestos semifijos, módulos móviles, ambulantes, tianguis o a través Internet.
De igual modo, solicitó intensificar las medidas para erradicar la venta en vía pública de medicamentos, así como su falsificación o acondicionamiento para la oferta al público de productos caducados, y establecer las normas para prohibir y sancionar la comercialización por medio de servicios de Internet.
José Luis Orozco resaltó que el monto económico de este enorme mercado es significativo y representa a los criminales un importante aliciente para adentrarse en este delito; en 2012, refirió, este comercio significó ingresos por alrededor de 11 mil 500 millones de pesos anuales, y de acuerdo con estudios recientes, el país ocupa el sexto lugar mundial en venta y consumo de medicamentos ilegales.
Añadió que más allá de estas alarmantes cifras y de lo redituable que resulta este delito, se encuentran las posibles afectaciones a la salud de las personas que, “de manera consciente o engañadas, son víctimas de estos delincuentes, al poner en riesgo no sólo su salud, sino también su propia vida”.
La Ley General de Salud, en el último párrafo de su artículo 226, establece: “No podrán venderse medicamentos u otros insumos para la salud en puestos semifijos, módulos móviles o ambulantes”, recordó.
Puntualizó que parte de este problema, se debe a que, en lo referente a la venta ilegal de los medicamentos en Internet, no existe en la legislación una medida disuasiva, lo cual, propicia que los delincuentes no se preocupen por ser detenidos, y las autoridades tengan la sensación de que perseguir este delito puede resultar innecesario y desgastante.
El diputado del PRI afirmó que la venta ilegal de medicamentos en la vía pública y en los servicios de Internet “está creciendo alarmantemente”; basta mencionar que en 2010, de acuerdo con información de especialistas, este delito tuvo un incremento real del 32 por ciento, aseguró.
Además, se reportó que en ese mismo año, el robo de camiones o vehículos de transporte de medicamentos e insumos médicos aumentó un 40 por ciento, y “en la actualidad las cifras han conservado su misma tendencia desde esa fecha”.
Por ello, se pronunció por reconocer que “estamos ante un problema silencioso, pero enorme; un asunto de un inminente riesgo a la salud de la población y un delito muy peligroso, ante el cual no se puede disminuir el esfuerzo, por parte de las autoridades, para perseguirlo y castigarlo. No es sólo prohibir, sino cerrar el círculo de protección que la salud de la población requiere”.
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