Ciudad de México.- En defensa del transporte de carga de doble remolque –que tantos conflictos provocan en las vías de comunicación, desde deterioros hasta accidentes-, la Comisión Federal de Competencia Económica asegura que de no estar permitidos esos remolques, en 2015 se hubieran necesitado 2.7 millones de viajes extras de camiones de remolque sencillo para poder cumplir con las necesidades de entrega de mercancías y materias primas en el país.
Y aunque las posturas a favor y en contra alimentan aún el debate sobre la circulación de ese tipo de tráileres, en unos meses se logró el compromiso de los involucrados para una vigilancia estricta a la norma 012 sobre peso y dimensiones, y una operación más segura.
Dice el estudio que el último bimestre del año es un periodo relevante para la movilización de mercancías, pero también para las vacaciones de los ciudadanos, dobles remolques y paseantes deben compartir los caminos.
“No puede impedirse la circulación de estos dobles remolques, aunque sí debiera disminuirse su uso porque en esta temporada y en Semana Santa hay muchos más automóviles en carreteras, lo que hace complejo el tránsito”, reconoce José Luis Fuente Pochat, presidente de la Comisión de Transportes de la Concamin. “Hay muchos productos cuya vida de anaquel o por su naturaleza debieran seguir abasteciendo a la población.
Por ejemplo, los alimentos perecederos, los combustibles, las gasolineras no pueden almacenarlos por largos periodos y en estas fechas de mayor uso se requiere tenerla; los refrigerados, etcétera.
Creo que hay conciencia en las empresas, para que su uso (del doble remolque) sea el indispensable y el abasto de productos o insumos se haga previo a la temporada navideña; además les conviene, pues llegarán a su destino más rápido si lo hacen en otro momento, por ende, creo que ajustaran su logística”.
Además de una movilización más rápida con el uso de los fulles, la contaminación también disminuye, señala Leonardo Gómez, director Nacional de la Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP). “Si nosotros quitamos los fulles que hoy se tienen operando vas a tener que hacerlo en vehículos sencillos, eso significa más tráfico, más vehículos en las carreteras, por lo tanto mayor riesgo y mayor contaminación, si bien nos interesa la vida tenemos que buscar la mejor solución y atacarla de fondo”.
Otro de los señalamientos de la ANTP es que los dobles remolques afectan menos las vías de comunicación pues tienen una mayor distribución por eje de carga. Pero el tema de mayor crítica hacia los fulles son los accidentes, a pesar de estar en último lugar de la incidencia de percances en carreteras federales.
“Los reclamos realizados por la sociedad civil propiciaron una serie de discusiones y análisis que obligan a autoridades, transportistas y usuarios de esos vehículos, a mejorar la normatividad vigente, a instrumentar más y mejores medidas de seguridad... pero nuestra esperanza y convicción es que no se prohíban”, comentó Fuente.
Y aunque las posturas a favor y en contra alimentan aún el debate sobre la circulación de ese tipo de tráileres, en unos meses se logró el compromiso de los involucrados para una vigilancia estricta a la norma 012 sobre peso y dimensiones, y una operación más segura.
Dice el estudio que el último bimestre del año es un periodo relevante para la movilización de mercancías, pero también para las vacaciones de los ciudadanos, dobles remolques y paseantes deben compartir los caminos.
“No puede impedirse la circulación de estos dobles remolques, aunque sí debiera disminuirse su uso porque en esta temporada y en Semana Santa hay muchos más automóviles en carreteras, lo que hace complejo el tránsito”, reconoce José Luis Fuente Pochat, presidente de la Comisión de Transportes de la Concamin. “Hay muchos productos cuya vida de anaquel o por su naturaleza debieran seguir abasteciendo a la población.
Por ejemplo, los alimentos perecederos, los combustibles, las gasolineras no pueden almacenarlos por largos periodos y en estas fechas de mayor uso se requiere tenerla; los refrigerados, etcétera.
Creo que hay conciencia en las empresas, para que su uso (del doble remolque) sea el indispensable y el abasto de productos o insumos se haga previo a la temporada navideña; además les conviene, pues llegarán a su destino más rápido si lo hacen en otro momento, por ende, creo que ajustaran su logística”.
Además de una movilización más rápida con el uso de los fulles, la contaminación también disminuye, señala Leonardo Gómez, director Nacional de la Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP). “Si nosotros quitamos los fulles que hoy se tienen operando vas a tener que hacerlo en vehículos sencillos, eso significa más tráfico, más vehículos en las carreteras, por lo tanto mayor riesgo y mayor contaminación, si bien nos interesa la vida tenemos que buscar la mejor solución y atacarla de fondo”.
Otro de los señalamientos de la ANTP es que los dobles remolques afectan menos las vías de comunicación pues tienen una mayor distribución por eje de carga. Pero el tema de mayor crítica hacia los fulles son los accidentes, a pesar de estar en último lugar de la incidencia de percances en carreteras federales.
“Los reclamos realizados por la sociedad civil propiciaron una serie de discusiones y análisis que obligan a autoridades, transportistas y usuarios de esos vehículos, a mejorar la normatividad vigente, a instrumentar más y mejores medidas de seguridad... pero nuestra esperanza y convicción es que no se prohíban”, comentó Fuente.
1 comentario:
Lo primero es hacer cumplir la ley y no beneficiar como siempre a unos cuantos y es un problema que implica muchos factores al hacer un solo viaje se paga un solo sueldo y se sobrecarga la contaminación pues es fácil pongan combustible bueno no nada mas pintado y caro las basculas que están en abandono pongan las a trabajar generen empleo no corrupción es difícil pues somos un pueblo con muchos vicios con una apatía abismal y faltos de valore hagamos un esfuerzo por cambiar esto México necesita hombres íntegros para salir adelante
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