Puebla, Pue. Tres muertos y cuatro desaparecidos es el saldo, hasta ahora, de la embestida que una presunta banda delicitva perpetró la madrugada de este lunes en Huehuetlán El Grande, en contra de comerciantes que se negaron a pagar el derecho de piso a los delincuentes.
Aunque informes extraoficiales aseguraban que había hasta nueve muertos, los enviados de esta casa editorial se encuentran en la cabecera municipal de esa demarcación ubicada en la mixteca poblana, justo en la zona acordonada donde se consumaron los hechos y han dialogado con testigos del crimen, quienes aseguran que dos de las víctimas eran vendedores y el otro el comandante de la Policía Municipal.
Durante entrevista, los vecinos acusaron al jefe de la policía de ser cómplice de los asesinos, pero que habría sido ejecutado por no haber logrado que los comerciantes pagaran el dinero a los sicarios.
Los asesinatos se perpetraron a unos 200 metros del centro de Huehuetlán El Grande, en una zona donde las casas se ubican al pie de un cerro. Desde ahí aseguran los testigos, luego de matar al comandante y los dos vendedores, los sicarios de una banda que comandan los sujetos conocidos con el alias de el Cuije y el Matón, dispararon contra otras cuatro personas, las arrastraron por una rampa que mide aproximadamente 10 metros de largo y desemboca a la calle principal y luego los subieron a una camioneta para llevárselos.
En este momento hay presencia de la Policía Ministerial en la zona, los accesos principales a Huehuetlán están cerrados, pero se puede acceder por caminos empedrados que los pobladores conocen.
Los vecinos, quienes pidieron la gracia del anonimato por temor a represalias, afirman que el Cuije y El Matón –cuyos nombres no han querido revelar-, son oriundos de este municipio y se han dedicado al robo de hidrocarburo en ductos de Petróleos Mexicanos en la zona conocida como “el triángulo rojo”, pero en los últimos meses regresaron a extorsionar a la población.
Se trata de un grupo conformado por seis hermanos y al menos nueve individuos más que se les han sumado y que contaban, según estas versiones, con protección de la Policía Municipal. Además, a esta banda criminal se atribuye el asesinato del presidente municipal José Santamaría Zavala, ocurrido en agosto pasado.
Aunque informes extraoficiales aseguraban que había hasta nueve muertos, los enviados de esta casa editorial se encuentran en la cabecera municipal de esa demarcación ubicada en la mixteca poblana, justo en la zona acordonada donde se consumaron los hechos y han dialogado con testigos del crimen, quienes aseguran que dos de las víctimas eran vendedores y el otro el comandante de la Policía Municipal.
Durante entrevista, los vecinos acusaron al jefe de la policía de ser cómplice de los asesinos, pero que habría sido ejecutado por no haber logrado que los comerciantes pagaran el dinero a los sicarios.
Los asesinatos se perpetraron a unos 200 metros del centro de Huehuetlán El Grande, en una zona donde las casas se ubican al pie de un cerro. Desde ahí aseguran los testigos, luego de matar al comandante y los dos vendedores, los sicarios de una banda que comandan los sujetos conocidos con el alias de el Cuije y el Matón, dispararon contra otras cuatro personas, las arrastraron por una rampa que mide aproximadamente 10 metros de largo y desemboca a la calle principal y luego los subieron a una camioneta para llevárselos.
En este momento hay presencia de la Policía Ministerial en la zona, los accesos principales a Huehuetlán están cerrados, pero se puede acceder por caminos empedrados que los pobladores conocen.
Los vecinos, quienes pidieron la gracia del anonimato por temor a represalias, afirman que el Cuije y El Matón –cuyos nombres no han querido revelar-, son oriundos de este municipio y se han dedicado al robo de hidrocarburo en ductos de Petróleos Mexicanos en la zona conocida como “el triángulo rojo”, pero en los últimos meses regresaron a extorsionar a la población.
Se trata de un grupo conformado por seis hermanos y al menos nueve individuos más que se les han sumado y que contaban, según estas versiones, con protección de la Policía Municipal. Además, a esta banda criminal se atribuye el asesinato del presidente municipal José Santamaría Zavala, ocurrido en agosto pasado.
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