Texcoco, estado de México. “En un sistema en el que la producción sea científica y la distribución de la riqueza también lo sea, no habrá necesidad de “bitcoins”, pues este sistema de criptomonedas, es otro reflejo de la descomposición del sistema capitalista”, expuso el economista y catedrático de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), Brasil Acosta Peña, al analizar la “Bitcoin”, como parte de su labor para difundir las ciencias económicas.
“En la época de la URSS no hubo inflación ni desempleo, lo cual demuestra que es posible la distribución de la riqueza de forma científica y equitativa, sin necesidad de “oro virtual”, pues no será el afán de enriquecimiento el que domine nuestra conducta, sino el afán por garantizar que el fruto del trabajo sea disfrutado por todos los que lo produzcan y no como hoy sucede actualmente, por sólo unos cuantos”.
Acosta Peña señaló que “este sistema de criptomonedas, es otro reflejo de la descomposición del sistema capitalista y, visto así, es una esperanza más para aquellos que firmemente hemos pensado en que un mundo en el que no sea el dinero, el interés económico, el interés egoísta y el poder de unos cuantos el que domine el mundo, sino que sean los trabajadores del mundo los que tomen en sus riendas el proceso y el modelo económico para la generación de la riqueza y la distribución de la misma, de manera que cada cual tenga lo que necesita para vivir y aporte lo que sus cualidades le permitan”.
La “bitcoin” es una “criptomoneda” que se ha convertido en un sistema de pagos a nivel mundial, como “dinero virtual”. Tiene la característica de que funciona de manera descentralizada y no depende de un banco central (como sí sucede con las monedas del mundo: el dólar, el peso mexicano, el Euro, etc.) ni de algún administrador particular, como pudiera ser una institución bancaria.
Las transacciones se realizan directamente: persona a persona, sin intermediarios, para evitar hackeos o trampas y se utiliza el sistema de criptografía (del griego criptos, «oculto», y grafé, «grafo» o «escritura», literalmente «escritura oculta»). Las transacciones se registran en un libro público y no se aprueban sin el consenso de los involucrados.
Acosta Peña explicó que este sistema fue originado por una persona, o grupo de personas anónimas, que se dieron el nombre de Satoshi Nakamoto y comenzaron a funcionar por el año de 2010. Desde el nacimiento de esta red hasta la fecha, la persona o grupo de personas poseen un millón de “bitcoins” con un valor estimado de 15.5 mil millones de dólares. En el año de 2009 lanzó Nakamoto el primer software de bitcoins en el mundo encargado de establecer una red de compradores y vendedores. Hoy en día, según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge estima que entre 2.9 y 5.8 millones de usuarios aceptan la criptomoneda como medio de pago.
Bitcoin es una palabra compuesta: bit, que significa binario, y coin, moneda, literalmente se traduciría como moneda binaria; sin embargo, el sistema binario (que sólo utiliza dos dígitos: 0 y 1 y que es el sistema de ordenamiento lógico matemático de los principales sistemas computacionales actuales), debe entenderse como el mecanismo que se utiliza para la realización de la criptografía, es decir, para ocultar las transacciones y evitar robos o hackeos.
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