Estado de México.- En su primer acto de campaña por la Presidencia de la República en el Estado de México, la entraña de Enrique Peña Nieto y del Grupo Atlacomulco, Ricardo Anaya trajo un tácito mensaje de paz: cesó las amenazas de cárcel contra el presidente y esbozó generalidades sobre la violencia y la corrupción.
En un mensaje desabrido, de apenas 13 minutos en su primer mitin en la entidad, al que llegó con retraso de una hora por un accidente en la autopista de la Ciudad de México —pese a que condujo en motocicleta—, el candidato presidencial criticó en lo etéreo a “los gobiernos priistas” sin mencionar a Peña ni a su primo, el gobernador Alfredo del Mazo, tal como lo hizo en la campaña del año pasado.
A unos 3 mil panistas, perredistas y del Partido Movimiento Ciudadano que en la Alameda del centro de esta ciudad resistieron lluvia y frío, Anaya preguntó si se debía dar otra oportunidad de gobernar al PRI y les respondieron que no.
“Dicen otra vez los del PRI que tengamos paciencia, que con ellos ahora sí se va a recuperar la paz y la tranquilidad. Yo les pregunto, ¿le vamos a dar otra oportunidad al PRI?”
¡No, no!”, le respondieron.
¿Vamos a permitir que el PRI gobierne otros seis años?
¡No, no!
¡Les vamos a decir fuera, fuera, fuera! —instruyó y lo siguieron: “¡Fuera, fuera!”
“Hoy, con los gobiernos priistas, México no va por el camino correcto”, arengó el candidato y dio las cifras de violencia, pobreza y corrupción que suele citar en sus discursos, pero no hizo ningún señalamiento específico a quien encabeza el gobierno federal.
Y la única ocasión que mencionó el cargo de presidente de la República fue para decir que en México no debe haber impunidad para nadie.
“El México que soñamos es aquel en el que reina la ley, en el que no hay impunidad, en el que la ley aplica desde el presidente de la República hasta el último de los ciudadanos”.
Pero ya no mencionó la “guerra” que declaró al gobierno federal, ni menos habló de meter a la cárcel a Peña Nieto, pese a que ayer el que le compró la nave industrial en Querétaro reveló que sólo fue prestanombres del empresario Manuel Barreiro acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de lavado de dinero.
El mitin de Anaya duró apenas media hora ante los contingentes de PAN, PRD y MC que llegaron temprano, desde las 15 horas, a la Alameda del centro de Toluca.
Anaya llegó cuatro horas después, a las 7:10 de la noche, una hora más tarde de lo programado.
Muchos asistentes comenzaron a irse antes de la llegada del candidato, exasperados por la espera, la lluvia y el frío, sobre todo los que llevaba niños.
Antes de Anaya habló el candidato a senador de la alianza, el perredista Juan Zepeda, quien se prometió a obtener para el candidato presidencial tres millones de votos.
“Esta es la mera banda que va a ganar la Presidencia de la República”, expresó al concluir su discurso en medio del estallido de cohetones.
Media hora después de iniciado, el mitin concluyó con el voluntariado entumido y mojado, traído de varios de los 125 municipios del estado, entraña de Peña Nieto, de quien Anaya se olvidó.
Proceso
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