Veracruz.- La investigación que practica la Fiscalía Anticorrupción tanto al gobernador Cuitláhuac García Jiménez; a la contralora general, Leslie Mónica Garibo Puga y al subsecretario de Administración y Finanzas, Eleazar Guerrero Pérez por nepotismo, no es otra cosa que un cubetazo de gasolina a la hoguera de la confrontación entre quien dice gobernar el Estado y el abogado de los Yunes.
En ese sentido, el Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio indica que la investigación está centrada en un posible incumplimiento de un deber legal, ya que la contraloría estatal no realizó un trabajo exhaustivo sobre las irregularidades por la contratación de presuntos familiares del Gobernador en la nómina de la Secretaría de Finanzas y Planeación.
De todos es sabido que Cuitláhuac García y Eleazar Guerrero son primos hermanos, aunque lo nieguen y el Presidente Andrés Manuel López Obrador haga como que la Virgen le habla. Y es que acosado por los reporteros, pero sobre todo a “sugerencia” del titular del ejecutivo Federal a quien terminó mintiendo, el gobernador “ordenó” a la contralora Garibo Puga hacer “una investigación”, y más tardó Leslie Garibo en recibir la orden que en manifestar –por el osito bimbo- que no existe parentesco entre ambos, pero lo que logró fue alborotar aún más la gallera al grado que tuvo que rectificar e informar que se “reabrió la investigación”. Todo es puro cuento de la señora Garibo que no llevará a ningún lado.
Pero bastó el solo anuncio de Marcos Even para que el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos saltara a la palestra a decir que Even no tiene la “mínima calidad moral” para investigar a funcionarios del Gobierno del Estado, calidad moral que tampoco tiene el propio Eric que ojalá pronto le haga un gran favor a Veracruz presentando su renuncia y regresando a Baja California a la pesca del marlín.
En efecto, con la cola que tiene Marcos Even para que se la pisen, es casi imposible que haya salido de él la idea de investigar al gobernador y compañía, y en ese tenor, la orden tuvo que venir forzosamente del fiscal Jorge Winckler pero ¿con qué objeto cuando el nepotismo no es ningún delito? Algo debe traer Winckler entre manos –ya que hace poco publicó en Twitter ser un hombre sumamente feliz-, y no solo el respaldo de su mentor Miguel Ángel Yunes Linares para atreverse a tanto. Veremos qué pasa más adelante. Y mientras Winckler y Cuitláhuac se preparan para una nueva batalla mediática, la violencia continúa con sus desmanes en la entidad acumulando levantados, secuestros, crímenes dolosos, robos, asaltos y extorsiones.
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