Ciudad de México.- En el segundo día de la Caminata por la Verdad, la Justicia y la Paz, Julián LeBarón retomó su llamado a la unidad.
A unos metros de pisar la Ciudad de México, subrayó: “No es tiempo de caudillos, o mejor, todos somos caudillos. México va a despertar. Es tiempo de que hagamos a un lado el miedo, porque los políticos no pueden. Nos quieren vender muy caro el futuro, no resuelven el pasado y nos piden paciencia para el presente. No podemos esperar a que lo hagan ellos, ya fracasaron, es tiempo de la gente”.
A las 16:21 la manifestación completó 80 kilómetros y cruzó la caseta de Tlalpan, lo que representó la llegada formal a la capital del país. El cansancio pareció hacerse a un lado y las consignas retomaron su vuelo: “La sangre no es un show, la violencia no es un show, las víctimas no hacemos show”, clamaron, en referencia al desdén del presidente Andrés Manuel López Obrador para recibirlos.
La caminata ha marchado sin mayores incidentes. Pasadas las 9 de la mañana, un kilómetro adelante de Tres Marías, retomó la carretera y después de las 14 horas alcanzó “Puerto la Cima”, el punto más alto sobre el nivel del mar, a 3 mil 100 metros, según Caminos y Puentes Federales (Capufe). Aunque no hacía frío, la falta de oxígeno se hizo patente. Una mujer mayor usó por fin los servicios de la ambulancia porque “se le subió la presión”.
Por ahí mismo, medio ciento de familiares de víctimas provenientes de Uruapan, Michoacán, se sumaron al contingente. La marcha se veía nutrida y el aparatoso operativo de vigilancia-protección de la Guardia Nacional hizo más lenta la circulación de los automovilistas y transportistas. Algunos de ellos manifestaron su apoyo y otros recurrieron a las mentadas de madre.
Alrededor de las 4 de la tarde tomaron un descanso en el último retorno de la autopista antes de llegar a San Miguel Topilejo, a la altura del poblado de Parres. Ahí, el actor Daniel Jiménez Cacho leyó un posicionamiento en torno a la migración y el trato “inhumano” que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador da a miles de centroamericanos que –apuntó– sólo buscan “un mejor lugar para lugar para vivir, pues en su lugar de origen la violencia o la pobreza los desplaza”.
En ese punto la caminata se enfiestó cuando Adrián LeBarón organizó las mañanitas para su hija Cecilia, con quien habló por teléfono hasta Bacalar, Quintana Roo. También le cantaron a Norma, una caminante que hoy cumplió 20 años, y hasta vals tuvo. Adrián hizo desfilar a sus hijos en baile “calabaceado”. Luego llegó la comida, al son de la Jarana de Bosque David. Los tacos de canasta se repartieron entre todos.
Los marchistas siguieron en autobuses hasta un kilómetro, antes de la caseta de Tlalpan, y de ahí caminaron hasta la entrada del Colegio Militar, donde un cordón de policías mujeres evitó que los automovilistas envistieran al contingente. En ese lugar realizaron un mitin y un grupo de expertos presentó un somero resumen de las propuestas de la caminata.
Sara Snap habló de la necesidad de cambiar la política de tratamiento a las drogas; Guillermo López Portillo dijo que es indispensable que se cree un mecanismo que reinvente el Sistema Nacional de Seguridad Pública, mismo que se evalúa a sí mismo, y una integrante del movimiento #FiscalíaQueSirva inició su alocución diciendo: “México es un país donde está permitido matar”.
En entrevista, Javier Sicilia envió un nuevo mensaje a Andrés Manuel López Obrador: “Lo importante es que el presidente entienda que no queremos confrontación, lo que necesitamos es que escuche las propuestas de la Caminata. Por eso, si el problema soy yo, estoy dispuesto a no entrar a Palacio, pero es necesario y urgente que sea él y no el gabinete de seguridad el que escuche y llame a la construcción de una política de Estado que responda a la tragedia humanitaria que vive el país”.
Insistió en que la Caminata no es contra el presidente y que los protagonistas, esta vez, son las víctimas, pero también “los expertos”, es decir, quienes a lo largo de los últimos nueve años han evaluado al Estado y han construido alternativas de justicia transicional. “Nosotros no somos expertos, pero existen quienes han estudiado, quienes han evaluado, quienes han construido alternativas. La actual política ha fracasado una y otra vez, es urgente que abra la puerta y escuche”, concluyó.
Este sábado 25 la Caminata se convertirá en festival de poesía y música en la Estela de Luz. Desde las 12 del día, poetas como Efraín Huerta o Alejandro Vázquez compartirán sus obras con la gente, y la Jarana y música ranchera aderezarán el día de resistencia.
A las 18:30 habrá una ceremonia ecuménica a favor de las víctimas. Y el domingo marchará de la Estela de Luz, recorrerá los antimonumentos y llegará a Palacio Nacional, donde tiene la esperanza de ser recibidos por el presidente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario