Por: Aquiles Córdova Morán
En artículos anteriores he tratado de poner en claro, con argumentos irrebatibles a mi juicio, que las acusaciones de vandalismo en contra del Movimiento Antorchista, poblano y nacional, no solo carecen en absoluto de fundamento y exhiben, por tanto, la mala fe o la miseria intelectual de sus autores, sino que, además, forman parte de una bien planeada y coordinada guerra mediática para fabricar un chivo expiatorio “creíble” que cargue con la culpa y con el repudio social que el vandalismo genera y que, al mismo tiempo y gracias a este doble resultado, proteja, manteniéndolos en la sombra, a los verdaderos culpables. Visto así el problema, no resulta sorpresiva y sí, en cambio, perfectamente lógica la actividad mediática de los miembros de MORENA (incluida la presidenta de su bancada en el H. Congreso de la Unión), de sus seguidores en “redes” y de los que disponen de algún espacio mediático importante, que se han dado vuelo difundiendo la calumnia y manejándola como si se tratara de una verdad plena y suficientemente demostrada. Pero no resulta igualmente lógica ni esperable la conducta que, frente a este mismo problema, han asumido casi todos los medios de difusión relevantes y las autoridades encargadas de velar por la seguridad nacional y por la tranquilidad social: ambos han mantenido, hasta hoy, un silencio que resulta algo más que sospechoso. Cito algunos ejemplos relevantes.
Por lo menos en tres estados del centro del país en los que se nos ha señalado como responsables únicos o como destacados participantes en los saqueos y robos a comercios y gasolineras (el estado de Puebla, el de Hidalgo y el Estado de México), hemos recurrido a las respectivas oficinas de Gobernación en demanda de un pronunciamiento firme, claro y documentado sobre quiénes son los verdaderos autores y responsables del vandalismo. Quisiera quede muy claro que no hemos ido a demandar que se nos exculpe, sino simplemente que se publique la verdad oficial al respecto, para conocer realmente a los culpables, sean quienes sean. Pues bien, en los tres casos se nos ha asegurado, primero, que no tienen ningún reporte, señalamiento ni indicio alguno de que los antorchistas hayan organizado o participado en los saqueos; segundo, en los tres casos se nos ha dicho que tienen a varias decenas (y hasta centenares) de detenidos en flagrancia, ninguno de los cuales ha sido identificado como antorchista; tercero, en los tres casos, y como respuesta a nuestra exigencia de que se hagan públicos estos hechos, se nos ha prometido que así se haría, pero en ninguno de ellos se ha cumplido el compromiso. Creemos que es legítimo preguntar: ¿por qué?
En el mismo orden de ideas, es altamente significativo lo ocurrido al único documento oficial que yo conozco sobre la cuestión. Con fecha del 11 de enero de 2017, el periódico digital INFORMADOR.MX publicó una nota que encabezó así: “La PF señala a López Obrador como promotor contra el gasolinazo”, y en el cuerpo de la nota se lee lo siguiente: “Andrés Manuel López Obrador, presidente de Morena, y legisladores de partidos como el PAN, el PT y un alcalde independiente fueron identificados por la Policía Federal (PF) como los principales promotores de la protesta contra el gasolinazo”.
“Un supuesto análisis criminológico de la Dirección Científica de la PF, señala a Mario Delgado Carrillo, senador por Morena; a Gerardo Fernández Noroña; Blanca Amelia Gámez, diputada en Chihuahua, por el PAN; Oscar González Yáñez, diputado en el Estado de México por el PT, y Alfredo Lozoya Santillán, presidente municipal de Parral, Chihuahua, como los promotores de las marchas, que originaron saqueos, bloqueos de vialidades, retención de unidades de Pemex y distribución ilegal de combustibles en 25 entidades”. Y poco más abajo se dice: “Dicho análisis registra que López Obrador utilizó cinco cuentas en redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y su página oficial; Fernández Noroña utilizó 4 cuentas: Facebook, Twitter, Periscope y YouTube. Le sigue el senador Mario Delgado, quien alentó actividades en contra del aumento del precio de las gasolinas en Facebook, Twitter y YouTube; el diputado por el PT, González Yáñez, utilizó Facebook, Twitter y You Tube; Lozoya Santillán lo hizo mediante Facebook y Twitter; y la diputada panista Gámez Gutiérrez en su cuenta de Facebook”. Hasta aquí la nota de INFORMADOR.MX. El mismo día 11 de enero, otro portal “www.elvistobueno.com.mx, el diario digital regional” publicó, palabras más o menos, la misma información.
Piénsese lo que se quiera de la capacidad, el profesionalismo y la imparcialidad de la División Científica de la PF, el hecho craso es que en su documento hay mucho más material destinado a respaldar sus señalamientos que en todas las malévolas y descabelladas acusaciones que “destacados comunicadores e intelectuales” han lanzado contra los antorchistas. Resulta muy reveladora, por eso, la nula atención que todos ellos, junto con los más grandes y poderosos medios de comunicación, con una sola excepción, prestaron al informe de la PF. Y no solo lo ignoraron olímpicamente, sino que algunos tuvieron la osadía de apoyarse en él para lanzar nuevas alucinadas lucubraciones e imputaciones gratuitas contra Antorcha. Recordemos al inefable Raymundo Riva Palacio en su artículo del 17 de enero: “El comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, de quien depende la Policía Cibernética, dijo que él no conocía el informe ni había ordenado que se hiciera. La veracidad del documento fue verificada por varios periodistas que hablaron con los subalternos de Sales, quien no pertenece ni al grupo de Gobernación ni al del eje Hacienda-Relaciones Exteriores. El informe desvió la atención de que entre los verdaderos instigadores de las protestas se encontraron organizaciones campesinas vinculadas al PRI, así como Antorcha Campesina, también de origen tricolor”. Es decir que, según Riva Palacio, el informe es falso porque no lo conocía ni lo autorizó el comisionado nacional de Seguridad, sino solo sus subalternos. ¿De veras anda tan despistado el Comisionado Nacional de Seguridad que no sabe lo que hacen sus subalternos? Además, los “verdaderos” instigadores lo son porque así se le pega la gana a Riva Palacio, pues no da ningún otro argumento que no sea su nada decisiva opinión. ¿Qué le parece, amigo lector, el método demostrativo de don Raymundo?
La clave del misterio, que responde incluso la “duda” de Riva Palacio, la dio EL UNIVERSAL en su columna habitual BAJO RESERVA aparecida el mismo día 17: “Ayer EL UNIVERSAL dio a conocer un documento de la Policía Federal en el que se identifica al líder máximo de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y otros políticos, como el senador Mario Delgado y Gerardo Fernández Noroña, como “promotores de actividades en contra del gasolinazo”. Informa luego que, forzada por las reacciones críticas de varios de los señalados, la PF publicó en su cuenta de Twitter: “Se verifica la autenticidad del documento atribuido a la CNS y @PoliciaFedMx sobre hechos relacionados con el incremento a la gasolina”; y EL UNIVERSAL puntualiza por su parte que, antes de publicar la nota, “validó con la propia Comisión Nacional de Seguridad —de la que depende la Policía Federal— la autenticidad del documento. La respuesta fue que el informe es auténtico, pero que no se trataba de un documento pensado para ser publicado en los medios”. Y termina EL UNIVERSAL: “Así que investigan a AMLO, pero no quieren que se entere, no sea que se vaya a incomodar, nos comentan.” ¡He aquí, pues, la madre del cordero! Ahora pregunto a don Raymundo Riva Palacio: ¿por qué cree que su acusación en nuestra contra vale más y debe ser más creída por los mexicanos, que lo que dice la Comisión Nacional de Seguridad?
Para mí no hay duda de la existencia de una conjura para desestabilizar al país y debilitar al máximo la figura presidencial, las instituciones y las organizaciones de masas que se juzgan afines al Gobierno actual. Repito también que no tengo ninguna certeza sobre los fines que se persiguen; pero como la lógica y su método deductivo (bien entendido y reducido a su ámbito de competencia, sin pretender ir más allá) también reclaman sus justos derechos sobre la capacidad cognoscitiva del ser humano, me atrevo a sospechar que todo tiende a allanarle el camino hacia la presidencia de la república a un “delfín” ya bien seleccionado y definido por las fuerzas y los poderes fácticos que realmente mandan en este país. Por esto mismo, me afirmo en que las acusaciones falaces y desmesuradas contra los antorchistas y su activa difusión corren a cargo de los morenistas según pruebas que son del dominio público; pero que la planeación, coordinación y ejecución profesional (perfecto dominio de la psicología de masas) de las acciones de vandalismo rebasan con mucho las capacidades y habilidades de Morena. Parece obvio que esta parte del plan corre por cuenta de instancias mucho más experimentadas y poderosas que no quieren correr el riesgo de fracasar en su empeño de controlar el poder de la nación. Y termino con otra pregunta: ¿qué tiene que ver el modesto pueblo pobre de México organizado en Antorcha con este tan tenebroso como gigantesco asalto al poder?
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