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*La rentable promiscuidad PRI-PAN
*El binomio Montiel-Pastor
*¿Quieren creer en un pacto por la gubernatura?

 
Por: J. Antonio García Huicochea 

1.- Arrinconado por la composición del Congreso estatal en 2000, donde el efecto Fox le arrancó la mayoría, el Partido Revolucionario Institucional marcó una ruta fructífera que le funciona aún ahora.
Ese año, el PAN arrasó las elecciones locales.
Bajo la directriz de Arturo Montiel vino la respuesta: corromper a 14 diputados panistas para que renunciaran a esa formación y se declararan independientes, regresándole al PRI el control, clave, del Poder Legislativo.
2.-El ejecutor de la estrategia, fue Isidro Pastor.
La rentable promiscuidad de esos partidos, llegó al siguiente nivel.
Si bien los independientes salieron del blanquiazul, el hito quedó marcado: Si no puedes vencerlos... ¡Cómpralos!
El sucesor de Pastor en la Cámara de diputados, fue Enrique Peña.
Ahí se hizo más profunda la relación.
Sin duda los priístas fueron los más beneficiados.

El voto incondicional del panismo a su entera disposición, a cambio de prebendas presupuestales y cargos públicos para familiares y cónyuges.
3.- Por sí misma la fórmula explica el libertinaje feroz en la entidad, de un priísmo sin freno o contrapeso.
Se sustenta también, la relativa certeza que habría si Acción Nacional gana la gubernatura.
No es lo que Peña Nieto quiere, pero es lo que menos lo complica e incomoda.
Lo que le causa pavor, es que Morena y López Obrador ganen.
Si quieren creer que hay un pacto entre tricolor y blanquiazul, aquí habría motivos.