México.- Hace una semana empezó a circular un afiche sin firma en las redes sociales en el que se conminaba a todos los migrantes radicados en Estados Unidos a hacerse “invisibles” en reclamo por la política anti migratoria impuesta por el presidente Donald Trump. La fecha llegó y cientos atendieron el llamado.
No ir a trabajar, no abrir nuestros negocios, no compras en tiendas o por internet, no comer en restaurantes, no comprar gasolina, no ir a clases, no mandar a nuestros hijos a la escuela.
“Señor presidente, sin nosotros y sin nuestro aporte este país se paraliza. Preparémonos para no salir, perderemos un día de trabajo pero podríamos ganar mucho más”, dice el afiche que marca el 16 de febrero como fecha de la convocatoria y pide “pasar la voz”.
En Facebook, la organización UnitedWeStay publicó un video en el que un migrante llama a participar en la iniciativa que comparó con la película “Un día sin mexicanos”.
La convocatoria fue creciendo a través de las redes sociales y este jueves en varias ciudades de estados como Washington DC, Maryland y Virginia los migrantes se preparaban para hacerse invisibles.
Según medios locales, en Washington algunos restaurantes señalaron que cerrarían sus puertas o trabajarían en menor medida, en solidaridad con la protesta.
Por ejemplo, el chef hispanoestadunidense José Andrés, anunció en Twitter su decisión de cerrar cinco de sus restaurantes en apoyo a los empleados en conflicto con Donald Trump.
Este chef mantiene un litigo con el presidente estadounidense luego de renunciar a abrir un restaurante en el lujoso nuevo Hotel Trump de Washington debido a las propuestas del magnate contra los inmigrantes mexicanos durante la campaña electoral. Trump le reclama miles de millones de dólares por romper el contrato.
John Andrade, un restaurantero también de Washington, dijo que cerraría sus negocios el jueves y otros restaurantes del centro también anunciaron que disminuirían su servicio o cerrarían totalmente este jueves.
En Nueva York, los dueños de la cadena Blue Ribbon informaron que cerrarían siete restaurantes. Lo mismo hicieron algunos restaurantes y comercios en Filadelfia, y otras ciudades de la costa este, según la prensa local.
El inmigrante mexicano David Suro, dueño de Tequilas Restaurant, en Filadelfia, dijo que también participaría en la convocatoria.
Los organizadores en Filadelfia señalaron que se espera que cientos de trabajadores y sus familiares acaten el llamado.
“Nuestra meta es resaltar la necesidad de que Filadelfia amplíe las políticas que detienen la criminalización de comunidades de color”, dijo Erika Almirón, directora ejecutiva de Juntos, una organización sin fines de lucro que trabaja con inmigrantes hispanos.
Almirón agregó que, si bien no ha habido un repunte de redadas migratorias en la ciudad, los residentes están preocupados por esa posibilidad.
El alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, es uno de los gobernantes de varias ciudades del país que han prometido mantener el estatus de “santuario” y se han rehusado a ayudar a las autoridades federales con las deportaciones.
El Museo Davis, en el Wellesley College de Massachusetts, informó que removería o cubriría todas las obras hechas o entregadas por inmigrantes hasta el 21 de febrero.
La iniciativa tomó fuerza tras el anuncio la semana pasada del arresto para deportación de más de 680 personas en situación ilegal en varias ciudades de Estados Unidos.
Un estimado de 11 millones de personas viven de manera ilegal en Estados Unidos, la mayoría de ellos son mexicanos. Según el instituto de investigación Pew, los inmigrantes ilegales representaban alrededor de 9% de los empleos en el sector de hotelería y restaurantes en 2014.”
No ir a trabajar, no abrir nuestros negocios, no compras en tiendas o por internet, no comer en restaurantes, no comprar gasolina, no ir a clases, no mandar a nuestros hijos a la escuela.
“Señor presidente, sin nosotros y sin nuestro aporte este país se paraliza. Preparémonos para no salir, perderemos un día de trabajo pero podríamos ganar mucho más”, dice el afiche que marca el 16 de febrero como fecha de la convocatoria y pide “pasar la voz”.
En Facebook, la organización UnitedWeStay publicó un video en el que un migrante llama a participar en la iniciativa que comparó con la película “Un día sin mexicanos”.
La convocatoria fue creciendo a través de las redes sociales y este jueves en varias ciudades de estados como Washington DC, Maryland y Virginia los migrantes se preparaban para hacerse invisibles.
Según medios locales, en Washington algunos restaurantes señalaron que cerrarían sus puertas o trabajarían en menor medida, en solidaridad con la protesta.
Por ejemplo, el chef hispanoestadunidense José Andrés, anunció en Twitter su decisión de cerrar cinco de sus restaurantes en apoyo a los empleados en conflicto con Donald Trump.
Este chef mantiene un litigo con el presidente estadounidense luego de renunciar a abrir un restaurante en el lujoso nuevo Hotel Trump de Washington debido a las propuestas del magnate contra los inmigrantes mexicanos durante la campaña electoral. Trump le reclama miles de millones de dólares por romper el contrato.
John Andrade, un restaurantero también de Washington, dijo que cerraría sus negocios el jueves y otros restaurantes del centro también anunciaron que disminuirían su servicio o cerrarían totalmente este jueves.
En Nueva York, los dueños de la cadena Blue Ribbon informaron que cerrarían siete restaurantes. Lo mismo hicieron algunos restaurantes y comercios en Filadelfia, y otras ciudades de la costa este, según la prensa local.
El inmigrante mexicano David Suro, dueño de Tequilas Restaurant, en Filadelfia, dijo que también participaría en la convocatoria.
Los organizadores en Filadelfia señalaron que se espera que cientos de trabajadores y sus familiares acaten el llamado.
“Nuestra meta es resaltar la necesidad de que Filadelfia amplíe las políticas que detienen la criminalización de comunidades de color”, dijo Erika Almirón, directora ejecutiva de Juntos, una organización sin fines de lucro que trabaja con inmigrantes hispanos.
Almirón agregó que, si bien no ha habido un repunte de redadas migratorias en la ciudad, los residentes están preocupados por esa posibilidad.
El alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, es uno de los gobernantes de varias ciudades del país que han prometido mantener el estatus de “santuario” y se han rehusado a ayudar a las autoridades federales con las deportaciones.
El Museo Davis, en el Wellesley College de Massachusetts, informó que removería o cubriría todas las obras hechas o entregadas por inmigrantes hasta el 21 de febrero.
La iniciativa tomó fuerza tras el anuncio la semana pasada del arresto para deportación de más de 680 personas en situación ilegal en varias ciudades de Estados Unidos.
Un estimado de 11 millones de personas viven de manera ilegal en Estados Unidos, la mayoría de ellos son mexicanos. Según el instituto de investigación Pew, los inmigrantes ilegales representaban alrededor de 9% de los empleos en el sector de hotelería y restaurantes en 2014.”
Proceso
No hay comentarios.:
Publicar un comentario