Toluca, Estado de México.- En busca de opciones para ampliar las capacidades en el combate a ilícitos de alto impacto como el narcotráfico en el Estado de México, la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana destinó a 25 mandos medios y superiores para iniciar la formación de Analistas de Información, certificados por la Administración para el Control de Drogas, por sus siglas en inglés, DEA, a través de Bureau of International Narcotics and Law Enforcement Affairs (INL).
Esto ante la incompetitividad de los mandos policiacos y mandatarios estatales, tuvieron que recurrir a organismos especilizados en seguridad. Esto de acuerdo a la estrategia denominada Iniciativa Mérida, en la que distintas autoridades y agencias de seguridad de Estados Unidos de Norteamérica, contribuyen en la formación de Analistas de Información con capacidad de combatir estructuras delictivas, como las del
narcotráfico.
Tras someter a un análisis de perfil a los prospectos a tomar la capacitación, las autoridades de la DEA seleccionaron a 25 mandos de la institución, que recibirán una capacitación dividida en tres etapas.
La primera etapa inició desde principios de junio en bloques de cuatro participantes, que aprenden durante 40 horas a identificar redes de vínculos, la elaboración de matrices de información basadas en variables de eventos que se relacionen , el nuevo modelo penal acusatorio y a explotar las capacidades del análisis criminal.
Esto ante la incompetitividad de los mandos policiacos y mandatarios estatales, tuvieron que recurrir a organismos especilizados en seguridad. Esto de acuerdo a la estrategia denominada Iniciativa Mérida, en la que distintas autoridades y agencias de seguridad de Estados Unidos de Norteamérica, contribuyen en la formación de Analistas de Información con capacidad de combatir estructuras delictivas, como las del
narcotráfico.
Tras someter a un análisis de perfil a los prospectos a tomar la capacitación, las autoridades de la DEA seleccionaron a 25 mandos de la institución, que recibirán una capacitación dividida en tres etapas.
La primera etapa inició desde principios de junio en bloques de cuatro participantes, que aprenden durante 40 horas a identificar redes de vínculos, la elaboración de matrices de información basadas en variables de eventos que se relacionen , el nuevo modelo penal acusatorio y a explotar las capacidades del análisis criminal.
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