México a la vanguardia financiera del mundo
Por: Javier Herrera Borunda
La misión de Nacional Financiera, S.N.C. (Nafin) institución de banca de desarrollo del gobierno federal es apoyar al sector social de nuestro país en un marco de desarrollo sustentable con inclusión; ofrecer financiamiento a los sectores económicos que no son atendidos suficientemente por la banca comercial; y el desarrollo del mercado de valores en beneficio de la Nación. Entre sus facultades se encuentra la posibilidad de colocar, a través de la Bolsa Mexicana de Valores, bonos sustentables como son los bonos verdes y los bonos sociales.
Los proyectos sujetos a financiamiento son certificados por las autoridades nacionales e internacionales correspondientes; en el caso de los bonos verdes por la Climate Bonds Initiative, y en el de los bonos sociales por la International Market Association (ICMA por sus siglas en inglés) en base a las reglas establecidas en los Principios de Bonos Sociales (Social Bond Principles) 2017, lo que garantiza a los inversionistas que los recursos serán destinados con toda certeza a programas que cumplen con los criterios internacionales de cuidado y protección al desarrollo sustentable.
Nafin regresó a los mercados financieros de deuda internacional el 29 de octubre de 2015, después de 18 años de ausencia, con la emisión del primer bono verde mexicano por la cantidad de 500 millones de dólares, representando la primera banca de desarrollo de América Latina en emitir un bono de esta naturaleza con una reconocida certificación internacional y cuyo objetivo fue coadyuvar en la urgente necesidad de encontrar soluciones a la mitigación de los efectos del cambio climático a través del uso de energías limpias y de eficiencia energética que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Posteriormente, el 7 de diciembre de 2016 el Gobierno de la Ciudad de México impulsó un bono verde en el mercado financiero nacional por la cantidad de mil millones de pesos con tasa flotante a cinco años, siendo también el primer gobierno local de América Latina en hacerlo y con ello acelerar los procesos de atención a la sustentabilidad del medio ambiente en la ciudad capital de la República Mexicana. Los recursos obtenidos por el gobierno capitalino se destinarían a proyectos de transporte público sustentable, manejo de infraestructura hidráulica y abasto de agua, eficiencia energética, movilidad, y ampliación de las líneas del Metrobús.
Con gran éxito, el 20 de julio pasado, Nafin emitió a través de la Bolsa Mexicana de Valores el primer bono social por la cantidad de 4 mil millones de pesos a un plazo de cinco años a una tasa con un diferencial de menos dos puntos base respecto a la tasa de interés interbancaria a 28 días que actualmente se ubica en 7.3675 por ciento. Y digo con gran éxito porque la oferta tuvo una sobredemanda de 13,373 millones de pesos lo que representa el 334 por ciento de su propuesta original, lo cual, sin duda, refleja el interés de los inversionistas por este tipo de posicionamientos financieros en el mercado.
Los recursos obtenidos por este bono social serán destinados al financiamiento de programas dirigidos a mejorar el acceso a educación y formación profesional de calidad; a servicios
financieros para poblaciones de bajos ingresos o marginadas, así como para el apoyo a estudiantes y jóvenes emprendedores; para el desarrollo socioeconómico y empoderamiento de la mujer mediante el acceso a recursos que le permitan crear o expandir sus negocios; para el financiamiento de micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que son las principales generadoras de empleo en nuestro país y que podrán ser auxiliadas con mayor eficiencia cuando se vean afectadas por desastres naturales; y finalmente para el mejoramiento del ahorro en la economía familiar a través de la disposición de productos y tecnologías de alta eficiencia.
La colocación en los mercados de este primer bono social obtuvo la más alta calificación por parte de las agencias calificadoras más connotadas a nivel internacional como Standard & Poors, Moody’s Investors Service, Fitch Group, Dominion Bond Rating Service (DBRS), y HR Ratings.
Entre los inversionistas que intervinieron para colocar sus inversiones en este bono social es posible mencionar a compañías aseguradoras, Afores, diversas instituciones de crédito y banca patrimonial así como de gobierno, corporativos en búsqueda de incrementar sus márgenes operativos y financieros, e inversionistas privados que mostraron un amplio compromiso social.
Con la emisión de este bono social, Nafin actúa en concordancia con los objetivos propuestos en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y contribuye de manera decidida con las metas establecidas a nivel internacional en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas que busca combatir la pobreza, generar una educación inclusiva y ofrecer trabajo digno a todas las poblaciones del mundo a través de un crecimiento económico sustentable y sostenido.
México se posiciona en el mundo entre los países que hacen uso responsable de la vanguardia financiera. El reloj de nuestra historia avanza a ritmos que no podemos menospreciar, es el momento de resolver los desequilibrios regionales que impiden un desarrollo más acelerado e incluyente de nuestro país. Abatir las desigualdades y la pobreza inicia teniendo conciencia de que los problemas que nos aquejan van más allá de colores o ideologías. Hacer uso de instrumentos financieros, como los bonos sociales, nos permite un respiro para alcanzar las metas de una Nación soberana y justa a la que aspiramos todos los mexicanos.
Por: Javier Herrera Borunda
La misión de Nacional Financiera, S.N.C. (Nafin) institución de banca de desarrollo del gobierno federal es apoyar al sector social de nuestro país en un marco de desarrollo sustentable con inclusión; ofrecer financiamiento a los sectores económicos que no son atendidos suficientemente por la banca comercial; y el desarrollo del mercado de valores en beneficio de la Nación. Entre sus facultades se encuentra la posibilidad de colocar, a través de la Bolsa Mexicana de Valores, bonos sustentables como son los bonos verdes y los bonos sociales.
Los proyectos sujetos a financiamiento son certificados por las autoridades nacionales e internacionales correspondientes; en el caso de los bonos verdes por la Climate Bonds Initiative, y en el de los bonos sociales por la International Market Association (ICMA por sus siglas en inglés) en base a las reglas establecidas en los Principios de Bonos Sociales (Social Bond Principles) 2017, lo que garantiza a los inversionistas que los recursos serán destinados con toda certeza a programas que cumplen con los criterios internacionales de cuidado y protección al desarrollo sustentable.
Nafin regresó a los mercados financieros de deuda internacional el 29 de octubre de 2015, después de 18 años de ausencia, con la emisión del primer bono verde mexicano por la cantidad de 500 millones de dólares, representando la primera banca de desarrollo de América Latina en emitir un bono de esta naturaleza con una reconocida certificación internacional y cuyo objetivo fue coadyuvar en la urgente necesidad de encontrar soluciones a la mitigación de los efectos del cambio climático a través del uso de energías limpias y de eficiencia energética que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Posteriormente, el 7 de diciembre de 2016 el Gobierno de la Ciudad de México impulsó un bono verde en el mercado financiero nacional por la cantidad de mil millones de pesos con tasa flotante a cinco años, siendo también el primer gobierno local de América Latina en hacerlo y con ello acelerar los procesos de atención a la sustentabilidad del medio ambiente en la ciudad capital de la República Mexicana. Los recursos obtenidos por el gobierno capitalino se destinarían a proyectos de transporte público sustentable, manejo de infraestructura hidráulica y abasto de agua, eficiencia energética, movilidad, y ampliación de las líneas del Metrobús.
Con gran éxito, el 20 de julio pasado, Nafin emitió a través de la Bolsa Mexicana de Valores el primer bono social por la cantidad de 4 mil millones de pesos a un plazo de cinco años a una tasa con un diferencial de menos dos puntos base respecto a la tasa de interés interbancaria a 28 días que actualmente se ubica en 7.3675 por ciento. Y digo con gran éxito porque la oferta tuvo una sobredemanda de 13,373 millones de pesos lo que representa el 334 por ciento de su propuesta original, lo cual, sin duda, refleja el interés de los inversionistas por este tipo de posicionamientos financieros en el mercado.
Los recursos obtenidos por este bono social serán destinados al financiamiento de programas dirigidos a mejorar el acceso a educación y formación profesional de calidad; a servicios
financieros para poblaciones de bajos ingresos o marginadas, así como para el apoyo a estudiantes y jóvenes emprendedores; para el desarrollo socioeconómico y empoderamiento de la mujer mediante el acceso a recursos que le permitan crear o expandir sus negocios; para el financiamiento de micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que son las principales generadoras de empleo en nuestro país y que podrán ser auxiliadas con mayor eficiencia cuando se vean afectadas por desastres naturales; y finalmente para el mejoramiento del ahorro en la economía familiar a través de la disposición de productos y tecnologías de alta eficiencia.
La colocación en los mercados de este primer bono social obtuvo la más alta calificación por parte de las agencias calificadoras más connotadas a nivel internacional como Standard & Poors, Moody’s Investors Service, Fitch Group, Dominion Bond Rating Service (DBRS), y HR Ratings.
Entre los inversionistas que intervinieron para colocar sus inversiones en este bono social es posible mencionar a compañías aseguradoras, Afores, diversas instituciones de crédito y banca patrimonial así como de gobierno, corporativos en búsqueda de incrementar sus márgenes operativos y financieros, e inversionistas privados que mostraron un amplio compromiso social.
Con la emisión de este bono social, Nafin actúa en concordancia con los objetivos propuestos en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y contribuye de manera decidida con las metas establecidas a nivel internacional en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas que busca combatir la pobreza, generar una educación inclusiva y ofrecer trabajo digno a todas las poblaciones del mundo a través de un crecimiento económico sustentable y sostenido.
México se posiciona en el mundo entre los países que hacen uso responsable de la vanguardia financiera. El reloj de nuestra historia avanza a ritmos que no podemos menospreciar, es el momento de resolver los desequilibrios regionales que impiden un desarrollo más acelerado e incluyente de nuestro país. Abatir las desigualdades y la pobreza inicia teniendo conciencia de que los problemas que nos aquejan van más allá de colores o ideologías. Hacer uso de instrumentos financieros, como los bonos sociales, nos permite un respiro para alcanzar las metas de una Nación soberana y justa a la que aspiramos todos los mexicanos.
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