martes, 22 de agosto de 2017

“Nos queremos vivas Neza”: El abandono de Eruviel une a las mujeres contra el feminicidio

Nezahualcóyotl, Estado de México.- Nezahualcóyotl o Ciudad Neza, como se la conoce popularmente, es uno de los municipios más grandes y poblados del Estado de México, ubicado al sudeste de la Ciudad de México. Posee largos trazos simétricos en sus avenidas y calles, por lo que la identificación de las colonias es muy sencilla. Es fácil identificar también las zonas plagadas de crimen organizado y donde el narcomenudeo tiene un paraíso. Allí las ejecuciones y los feminicidios no son extraños, todo lo contrario, son parte del día a día.
Desde el año 2012, cuando Enrique Peña Nieto comenzó su administración como presidente de México, la situación de inseguridad ha pasado por diversos momentos: primero una fuerte movilización en contra del cobro de cuotas a negocios, cobro que se ha vuelto una de las actividades más lucrativas del crimen organizado y que desde el Gobierno Federal anterior se volvió común. A esta movilización de la sociedad civil, la respuesta en 2013 fue el envío de tropas para llevar a cabo tareas policíacas. Sin embargo, tras un año de presencia, la propia sociedad de Neza pidió que estas regresen a sus cuarteles.
Para el 2014, varios sectores de la población de este municipio se organizaron para luchar contra las extorsiones, que lejos de acabarse, se habían extendido. Sin embargo, el entonces Alcalde, Juan Zepeda, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró que no permitiría la presencia de autodefensas o policías comunitarias y que él sí reduciría la inseguridad.
Una vez terminada la administración de Zepeda, el número de ejecuciones, extorsiones, secuestros, robos, tráfico y trasiego de estupefacientes va en aumento y, junto a estos delitos, el feminicidio. La impunidad es la muestra de que la mujer ya no solo tiene un papel inferior respecto al hombre, sino que ahora es desechable por el hecho mismo de ser mujer.

Cuando esta situación se masifica en el país, el temor hace que muchas mujeres vivan en silencio. Sin embargo, algunas se atrevieron a levantar la voz y organizarse.

Pese a la nula actuación del Gobierno, no todo está perdido
Leticia Ramos, orientadora educativa del Centro de Bachillerato Tecnológico No.1, tiene 20 años y trabaja de lleno en este proyecto, que tiene un origen de organización vecinal. Ella ha sido una de las principales impulsoras de la participación del cuerpo docente para intentar responder de manera organizada al panorama tan adverso que enfrentan más de 700 mujeres que se forman en este plantel, procedentes de otros municipios, como Chimalhuacán, o bien originarias de Neza. Ya se tienen varios casos de violaciones y de agresiones contra alumnas, razón que llevó a varios maestros y maestras a integrarse a la asamblea popular denominada ‘Nos queremos vivas Neza’, un esfuerzo local por detener la violencia de género.
“Fue hace 7 u 8 años ―señala Leticia―, con el incremento de todo este fenómeno del crimen organizado en México, aquí en la esquina [de la escuela] ejecutan a tres chavos, en la tarde, de hecho había clases y de repente escuchamos los balazos. Empieza ya a salir a la luz toda esta cuestión de la pelea por los territorios y todas estas cuestiones que parecen más latentes en el municipio, cosa que parecía lejana. Ahí fue donde ubicamos que las cosas estaban ya cambiando y que esta colonia estaba siendo un lugar de ‘narcotienditas’ de distribución de droga, entre otras cosas. Entonces ya vimos las actitudes de gente que está constantemente parada, vigilando. Inclusive hubo otra serie de ejecuciones. Esto vuelve a la zona más peligrosa. A partir de ahí, este fenómeno de violencia contra las mujeres se deja ver más”.
Frente a esta situación de violencia, las autoridades correspondientes de todos los niveles de gobierno no dan una respuesta que vaya encaminada a una posible solución. Por ejemplo, según varios testimonios de mujeres agredidas y de familias que han padecido un feminicidio, ni las oficinas municipales ni el Ministerio Público de Neza cuentan con un médico legista para hacer una revisión en caso de presentarse una denuncia, por lo que las autoridades mandan de un lugar a otro a las mujeres afectadas hasta que tengan la suerte de encontrar un doctor.
Es muy común que las autoridades no apliquen el protocolo señalado en la Alerta de Género decretada en el Estado de México el 28 de julio de 2015, además de considerar varias agresiones físicas o asesinatos como asaltos o delitos pasionales. O si la mujer se reporta como desaparecida, es común escuchar a los agentes ministeriales afirmar que “se fue con el novio”.
En Neza, como en otros municipios del estado y de otros estados del país, la violencia contra la mujer es sistemática y no es atendida adecuadamente. Las autoridades complican todos los trámites de la denuncia hasta que las familias se cansan y desisten, por lo que en muy pocos casos se aplica justicia.
‘Nos queremos vivas Neza’ surge de la indignación ocasionada por la violación y el asesinato de Valeria Teresa Gutiérrez Ortiz, de 11 años, ocurrido el pasado 9 de junio de 2017. Surge como un grito que pretende frenar esta situación, ya que, según el Observatorio Ciudadano Contra la Violencia de Género, Desaparición y Feminicido en el Estado de México (MEXFEM), de enero de 2017 a la fecha se han cometido 118 feminicidios, de los cuales 13 han ocurrido en Neza. En ese sentido, tanto la asamblea ciudadana como MEXFEM precisan que de los 551 feminicidios cometidos en la entidad desde 2015, tan solo 18 por ciento han sido investigados, al mismo tiempo que han desaparecido 2.043 mujeres en el mismo periodo.
“La situación la hemos abordado como colectivo de docentes, en aras de buscar algunas acciones que garanticen un poco la seguridad de las chicas”, sostiene Ramos. “Hemos tratado de tomar medidas, con los chavos y las chavas, tenemos un programa que está enfocado a la prevención de la violencia de género y ahora también con la asamblea para generar otras posibilidades de atención” agregó.
A través de volantes, las redes sociales, movilizaciones y la preparación para conocer los protocolos de la Alerta de Género, ‘Nos queremos vivas Neza’ y el CBT N.º 1 hacen frente a una situación que parece no tener fin y que ha sumido en el miedo a muchas mujeres que viven la violencia en sus casas y en las calles.
“Este asunto es tan complejo, que de repente es difícil ver por dónde entrarle, por dónde ir jalando hilos, atender la situación. A lo que aspiramos es a que eso ya no ocurra, a que ya no haya feminicidios, a que ya no nos violenten de esta manera y sabemos, por lo menos en la forma en la que se atiende y se aborda, que hay una participación del Estado en esta violencia”, concluye Leticia Ramos antes de asistir a su clase vespertina.

Sin embargo

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