UN PERIODISTA MAS A LA IMPUNIDAD
Por: José Calzada
Desde hace más de nueve años, y dentro de tres gobiernos estatales, dos del PRI y uno del PAN, el aumento en los crímenes en contra de veracruzanos es constantes, nadie se salva, pero las muertes de periodistas escandalizan más que de las personas comunes y corrientes que a veces se involucran con actividades ilícitas o con personas que se dedican a éstas. Las lista de los asesinatos a periodistas en Veracruz en el bienio de Miguel Angel Yunes Linares llegó a tres en apenas nueve meses, Ricardo Monlui, Edwin Riveray ahora Cándido Ríos Vázquez en el municipio de Acayucan, al sur del estado de Veracruz.
Está por demás mencionar a los asesinados durante los sexenios de Javier Duarte de Ochoa y de Fidel Herrera Beltrán, lo grave es que continúan las agresiones contra los periodistas que pasan de las amenazas a los hechos y al luto en el gremio que sigue a la deriva, vulnerable y sin garantías de ningún tipo, más que el valor de publicar en los medios de comunicación los hechos que protagonizan los políticos, el crimen organizado y la sociedad, publicaciones que generan incomodidad porque desnudan una realidad que algunos prefieren ocultar.
Los desesperados gritos de organismos internacionales, nacionales y locales de periodistas que reclaman garantías del Estado Mexicano para el desarrollo de su labor, no encuentran eco en ningún lado o bien no existe la capacidad de las instituciones para otorgar las mencionadas garantías,la última víctima del crimen contaba con protección gubernamental porque ya era objeto de amenazas y riesgo, sin embargo, esa prevención fue deficiente y con resultados negativos.
Pero más grave aún es que todos los asesinatos contra los periodistas han quedado impunes, en algunos casos se detienen a los presuntos culpables, que en los procesos quedan en libertad o de plano no se les comprueba nada. Así es la historia desde el crimen de la periodista Regina Martínez, la impunidad es el sello de los crímenes contra los reporteros. Las expresiones de condena por parte del gremio se reducen a fugas de repudio a criminales y al gobierno incapaz de frenar y castigar a los responsables. Al igual que los puntos de acuerdo en el Congreso de Veracruz como sucedió este miércoles por parte de los diputados del MORENA que exigen el esclarecimiento inmediato el crimen de Cándido Ríos, reclamo que se sumará a otras expresiones y que pasará al archivo muerto.
La perorata del gobierno del estado es la misma, se investigará hasta las últimas consecuencias y se aplicará todo el peso de la ley a los responsables, pero la realidad es completamente distinta y no cambió con el paso de las personas que ocupan la titularidad de la Fiscalía General del Estado de Veracruz. Esa situación multiplica la vulnerabilidad de quienes ejercen el periodismo porque se convierten en ejemplos de que no pasa nada si un periodista más cae para no levantarse jamás, víctima del crimen.
La indignación de los periodistas de Veracruz se convierte en miedo, en la incertidumbre de ser la próxima víctima con la agravante de no saber siquiera de quién o de qué cuidarse. Cada línea redactada para consignar los hechos que son noticias o generar una opinión periodística, se convierten en posibles móviles de amenazas o agresiones que de consumarse no tendrán castigo para los autores materiales y muchos menos para los intelectuales que son quienes ordenan terminar con los periodistas que los desnudan en sus notas periodísticas.
ALERTA ROJA
El color rojo que tanto tortura al gobernador Miguel AngelYunes Linares es el distintivo de la nueva alerta del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica para sus conciudadanos que viajan a México y que ahora, se incluye al estado de Veracruz como una entidad de riesgos de inseguridad para los americanos que visitan por algún motivo al país.
Al igual que otros estados y ciudades de México, ahora Veracruz se enlistó en los lugares de riesgo para la seguridad de los norteamericanos que definen bajo estrictos estándares de análisis, los países que significan algún tipo de riesgo para sus ciudadanos.
En su comunicado del pasado martes, fechado el Washington, D.C., Estados Unidos renovó su alerta de viaje a México por la violencia del crimen organizado en varios lugares del país, donde sus ciudadanos ya han sido víctimas de homicidios, secuestros, robos de vehículos y atracos. Las entidades señaladas en la alerta son Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Colima, Guerrero, Quintana Roo y Veracruz.
El documento advierte a los ciudadanos estadounidenses “del riesgo de viajar a ciertas partes de México debido a las actividades de las organizaciones criminales en esas áreas”.
“Los tiroteos entre organizaciones criminales rivales o con las autoridades mexicanas han tenido lugar en calles y espacios públicos en plena luz del día”, y en efecto es la situación en la que se encuentra el estado de Veracruz con asesinatos y tiroteos a cualquier hora del día en cualquier espacio público y con todo tipo de testigos, desde centros comerciales, escuelas y colonias populares.
Se aclara como también es una realidad, que en las áreas de complejos turísticos y los destinos turísticos de México generalmente no tienen el nivel de violencia y crimen relacionado con las drogas de la región fronteriza o zonas que están en grandes rutas de tráfico.
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