El objetivo de incorporar esta herramienta es contribuir al combate a la corrupción y retomar el respeto a su trabajo, ya que en ocasiones son acusados de abusar de la fuerza pública.
Para documentar y respaldar su trabajo, policías operativos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) cuentan con más de mil cámaras de solapa que algunos ya portan para realizar sus labores de prevención en la entidad y con ello contribuir al combate a la corrupción, y retomar el respeto a su trabajo, ya que al no estar documentadas por completo sus actividades, la mayoría de elementos son acusados de abuso de la fuerza pública. Bryan Mancilla Palma, policía adscrito a la Fuerza Especial de Seguridad (FES) en la SSEM, indicó que no basta con la capacitación física y mental que llevan día con día para hacer su labor de prevención de delitos para garantizar la paz y tranquilidad de los mexiquenses, sino que también deben portar las herramientas y el equipo adecuado para que se puedan desempeñar de manera correcta. “Siempre lo más importante es estar actualizando todo nuestro equipo y tenerlo adecuado para nuestro funcionamiento, eso es primordial”.
Para su función policiaca destacan los cascos, estos pueden ser de distintos modelos y niveles, con los cuales van a proteger la parte superior de su cuerpo ante una posible agresión; en este caso, Bryan señala que en su unidad portan casco balístico nivel 3 y recortado, el cual tiene mayor movilidad de rotación de cabeza. “Desvía y detiene ojivas de un arma útil, que en este caso sería una agresión directa; va a cubrir nuestra cabeza desde la frente hasta la parte de la nuca” Una característica del casco es que es tipo FAST, lo que significa que es recortado y permite mover más fácil la cabeza y poder hacer uso de sus armas, ya que anteriormente usaban uno con orejeras, pero era más grande, pesado y afectaba la movilidad. “Al ser más grande el casco genera más peso y tenemos menos movilidad al momento de rotar cabeza con nuestra arma, o incluso tenerlo puesto y colocarlo en nuestra mejilla genera mucho estorbo y no vamos a poder realizar disparos adecuados o disparos de precisión o reacción”, explica.
Otra herramienta fundamental para su desempeño y resguardo de su integridad física es el chaleco antibalas que cuenta con placas balísticas; en su caso, Bryan lleva uno nivel 4 que permite resistir una agresión de arma de hasta 7.62 x 56 de calibre. “Nos van a detener un calibre mayor al impacto; el material del que vienen las placas que tenemos en este momento es de kevlar y nos ayuda a absorber casi en su totalidad”. Mancilla Palma puntualizó que hoy en día la mayoría de policías ocupan este tipo de chalecos, ya que actualmente las agresiones de grupos criminales son con armas de grueso calibre. “En la actualidad las agresiones por parte del crimen organizado son con el famoso cuerno de chivo”. La caducidad de estos equipos depende del proveedor, sin embargo, los policías saben que la es variable dependiendo del uso al que son expuestos, pero siempre están al pendiente para reportarlo con sus superiores, antes de que ocurra una tragedia.
Después del equipo que utilizan para proteger su integridad al momento de trabajar, los uniformados ahora cuentan con cámaras que colocan en la solapa para documentar su labor y con ello acreditar sus actividades. En octubre del año pasado, el titular de la SSEM, Rodrigo Martínez-Celis, entregó 40 body cams; sin embargo, en días recientes las autoridades estatales entregaron mil 325 equipos más, con lo que suman mil 365. Si bien hay policías que han sido sorprendidos en actos de corrupción, no todos son iguales; es decir, pagan justos por pecadores, ya que al momento de que un elemento es señalado y comprobado en actos de corrupción, la percepción hacia los policías es general. “Tenemos que estar conscientes de que muchas veces tienden a querer dañarnos, si a lo mejor un familiar es detenido, ven la manera para desvirtuar todos los hechos y en este caso el abogado siempre va a querer desvirtuar al policía con el argumento de que realizó una detención arbitraria o ilegal”. Pero ahora con estas cámaras tienen la oportunidad de defenderse y dar cuenta de todo lo ocurrido durante su jornada laboral, que es de 12 horas, por lo que en caso de algún señalamiento las autoridades podrán verificar los videos. “Ya desde el momento que nosotros recibimos una agresión o vemos una acción posiblemente delictiva la cámara lo detecta, nosotros realizamos lo correspondiente, se procede a llevarlo ante la autoridad competente y vamos a tener un respaldo de todo”. El control de estos equipos es estricto, ninguno de los policías podrá alterarlas. Desde que inician su turno comienza a grabar y las imágenes llegan directamente al C5 sin que alguien que la porte pueda manipularla. Su batería les alcanzará las 12 horas de su turno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario