México, D.F.- La titular de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal, Mayela Almonte Solís, informó que se entablaron pláticas con empresarios, con el propósito de “industrializar” los 10 penales ubicados en la ciudad.
En entrevista, la funcionaria detalló que la finalidad del proyecto es que los internos obtengan un salario y las prisiones cuenten con recursos para el mantenimiento de su infraestructura, y con ello dejen de ser una carga para el erario.
Almonte Solís señaló que el programa beneficiaría al menos a 15 mil reclusos, quienes en una primera etapa se dedicarían a elaborar sus uniformes y prendas para el sector salud del Distrito Federal.
Por esa tarea recibirían un salario mínimo, igual al que percibe cualquier obrero, lo que también les ayudaría al proceso de reinserción social, una vez que cumplan sus condenas, añadió.
No obstante, aclaró que no se pretende convertir al sistema penitenciario en uno empresarial, sino invitar a socios industriales a que pongan la maquinaria, “y cuando menos la ganancia que nosotros podamos tener sean para dar mantenimiento a la infraestructura que está abandonada” .
Luego, añadió, se abriría a los reclusos la posibilidad de fabricar mesa y bancos para escuelas, mobiliario para oficinas de gobierno, e incluso arreglar los vehículos oficiales, lo que generaría ahorros importantes a las autoridades.
Destacó que en el penal femenil de Santa Martha Acatitla se habilitó un lugar para realizar trabajos de carpintería, y se prevé hacer lo mismo en otros penales, así como ampliar espacios para instalar la maquinaria necesaria para diversas tareas.
El Universal
En entrevista, la funcionaria detalló que la finalidad del proyecto es que los internos obtengan un salario y las prisiones cuenten con recursos para el mantenimiento de su infraestructura, y con ello dejen de ser una carga para el erario.
Almonte Solís señaló que el programa beneficiaría al menos a 15 mil reclusos, quienes en una primera etapa se dedicarían a elaborar sus uniformes y prendas para el sector salud del Distrito Federal.
Por esa tarea recibirían un salario mínimo, igual al que percibe cualquier obrero, lo que también les ayudaría al proceso de reinserción social, una vez que cumplan sus condenas, añadió.
No obstante, aclaró que no se pretende convertir al sistema penitenciario en uno empresarial, sino invitar a socios industriales a que pongan la maquinaria, “y cuando menos la ganancia que nosotros podamos tener sean para dar mantenimiento a la infraestructura que está abandonada” .
Luego, añadió, se abriría a los reclusos la posibilidad de fabricar mesa y bancos para escuelas, mobiliario para oficinas de gobierno, e incluso arreglar los vehículos oficiales, lo que generaría ahorros importantes a las autoridades.
Destacó que en el penal femenil de Santa Martha Acatitla se habilitó un lugar para realizar trabajos de carpintería, y se prevé hacer lo mismo en otros penales, así como ampliar espacios para instalar la maquinaria necesaria para diversas tareas.
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