NIÑOS ESTUDIAN O COMEN
Las situación económica de miles de familias propicia que los niños tengan que salir a trabajar en lo que sea, vendiendo chicles, limpiando parabrisas, lavando carros etcétera, lo malo es que por andar buscando dinero para llevar a la casa descuidan sus estudios o de plano dejan la escuela porque estudian o comen.
Por ello es loable el esfuerzo de algunas instituciones o autoridades por inscribirlos en una programa de apoyo económico que les permita tener para la comida y aunque no es suficiente también los puede apoyar en sus estudios.
En municipios como Ixtapaluca, hay niños en riesgo de calle o migrantes que apoyan económicamente a sus familias realizando diversas actividades, quienes recibien un pago bimestral de dos mil pesos como parte del programa Menores Trabajadores Urbano Marginales.
La administración municipal detecta a los niños que trabajan en las calles o bien apoyan a sus padres en algún negocio para contribuir en la economía familiar, situación que los aleja de la escuela, por lo que se les da el recurso económico para que continúen con su formación académica.
Los padres que requieran esta beca deben acudir a las instalaciones del DIF de la cabecera municipal; posteriormente las trabajadoras sociales realizan un estudio socioeconómico y realizan visitas domiciliarias para constatar que los niños son candidatos a tener dichas becas.
Las situación económica de miles de familias propicia que los niños tengan que salir a trabajar en lo que sea, vendiendo chicles, limpiando parabrisas, lavando carros etcétera, lo malo es que por andar buscando dinero para llevar a la casa descuidan sus estudios o de plano dejan la escuela porque estudian o comen.
Por ello es loable el esfuerzo de algunas instituciones o autoridades por inscribirlos en una programa de apoyo económico que les permita tener para la comida y aunque no es suficiente también los puede apoyar en sus estudios.
En municipios como Ixtapaluca, hay niños en riesgo de calle o migrantes que apoyan económicamente a sus familias realizando diversas actividades, quienes recibien un pago bimestral de dos mil pesos como parte del programa Menores Trabajadores Urbano Marginales.
La administración municipal detecta a los niños que trabajan en las calles o bien apoyan a sus padres en algún negocio para contribuir en la economía familiar, situación que los aleja de la escuela, por lo que se les da el recurso económico para que continúen con su formación académica.
Los padres que requieran esta beca deben acudir a las instalaciones del DIF de la cabecera municipal; posteriormente las trabajadoras sociales realizan un estudio socioeconómico y realizan visitas domiciliarias para constatar que los niños son candidatos a tener dichas becas.
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