Ciudad de México.- El Banco de México (Banxico) advirtió ayer que los pronósticos para la economía mexicana indican que podrían perder dinamismo “en caso de que los recientes acontecimientos sociales en el país afecten las expectativas de los agentes económicos”.
En un comunicado sobre la postura de esta institución en materia de política monetaria, el Banxico aludió al caso Iguala y otros hechos recientes, y anunció que su Junta de Gobierno decidió mantener la tasa de interés referencial en 3.0 por ciento, entre otras razones por una moderada recuperación económica durante el tercer trimestre del año.
Explicó:
“Si bien existen riesgos al alza para la trayectoria de la inflación, como la posibilidad de una mayor depreciación cambiaria a raíz de la volatilidad en los mercados financieros internacionales y de aumentos en los salarios mínimos superiores a la inflación y al incremento en la productividad esperados, también los hay a la baja
“(Riesgos tales) como disminuciones adicionales en los precios de servicios de telecomunicaciones y la posibilidad de una evolución de la actividad económica menos dinámica que la prevista en caso de que los recientes acontecimientos sociales en el país afecten las expectativas de los agentes económicos”.
Precisó el banco central que, con todo, “se estima que el balance de riesgos para la inflación se mantiene sin cambio respecto de la decisión anterior” de política monetaria
En su comunicado la Junta de Gobierno del Banxico hizo referencia a la evolución reciente de la economía mundial, la cual –señaló— ha mostrado nuevas señales de debilidad.
“Si bien la actividad económica en Estados Unidos continúa consolidando su proceso de recuperación tras haber registrado una fuerte expansión en el segundo trimestre del año, la desaceleración de la economía global y la apreciación del dólar, entre otros factores, podrían moderar su crecimiento en 2015.
“Ello, aunado a la reciente disminución de la inflación y de sus perspectivas, ha llevado a una expectativa de mercado de postergación de la fecha de inicio de la elevación de la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal, aunque persiste incertidumbre al respecto”, asentó el comunicado.
EL EURO Y EL EBOLA. También indicó el Banxico que en la zona del euro “se ha observado una marcada pérdida de dinamismo en la actividad económica junto con reducciones adicionales en la inflación, lo que sitúa a esta bastante por debajo del objetivo del Banco Central Europeo”.
Hizo notar que tal situación en Europa ha dado lugar a “una nueva ronda de medidas de relajación monetaria por parte de dicho banco central, aunque sin resultados aparentes, lo que ha afectado las expectativas”.
Señaló que el crecimiento de varias economías emergentes continuó desacelerándose, fenómeno en el cual destaca lo sucedido en China y Brasil. “El balance de riesgos para el crecimiento de la economía mundial se ha deteriorado”.
El banco central estableció que el entorno económico descrito, aunado a la persistencia de los riesgos geopolíticos y la alarma causada por la evolución de la epidemia del ébola, se ha reflejado en un aumento importante en la volatilidad en los mercados financieros internacionales, en caídas significativas en los precios de algunas materias primas y, en particular, en depreciaciones de las monedas de las economías emergentes.
En un comunicado sobre la postura de esta institución en materia de política monetaria, el Banxico aludió al caso Iguala y otros hechos recientes, y anunció que su Junta de Gobierno decidió mantener la tasa de interés referencial en 3.0 por ciento, entre otras razones por una moderada recuperación económica durante el tercer trimestre del año.
Explicó:
“Si bien existen riesgos al alza para la trayectoria de la inflación, como la posibilidad de una mayor depreciación cambiaria a raíz de la volatilidad en los mercados financieros internacionales y de aumentos en los salarios mínimos superiores a la inflación y al incremento en la productividad esperados, también los hay a la baja
“(Riesgos tales) como disminuciones adicionales en los precios de servicios de telecomunicaciones y la posibilidad de una evolución de la actividad económica menos dinámica que la prevista en caso de que los recientes acontecimientos sociales en el país afecten las expectativas de los agentes económicos”.
Precisó el banco central que, con todo, “se estima que el balance de riesgos para la inflación se mantiene sin cambio respecto de la decisión anterior” de política monetaria
En su comunicado la Junta de Gobierno del Banxico hizo referencia a la evolución reciente de la economía mundial, la cual –señaló— ha mostrado nuevas señales de debilidad.
“Si bien la actividad económica en Estados Unidos continúa consolidando su proceso de recuperación tras haber registrado una fuerte expansión en el segundo trimestre del año, la desaceleración de la economía global y la apreciación del dólar, entre otros factores, podrían moderar su crecimiento en 2015.
“Ello, aunado a la reciente disminución de la inflación y de sus perspectivas, ha llevado a una expectativa de mercado de postergación de la fecha de inicio de la elevación de la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal, aunque persiste incertidumbre al respecto”, asentó el comunicado.
EL EURO Y EL EBOLA. También indicó el Banxico que en la zona del euro “se ha observado una marcada pérdida de dinamismo en la actividad económica junto con reducciones adicionales en la inflación, lo que sitúa a esta bastante por debajo del objetivo del Banco Central Europeo”.
Hizo notar que tal situación en Europa ha dado lugar a “una nueva ronda de medidas de relajación monetaria por parte de dicho banco central, aunque sin resultados aparentes, lo que ha afectado las expectativas”.
Señaló que el crecimiento de varias economías emergentes continuó desacelerándose, fenómeno en el cual destaca lo sucedido en China y Brasil. “El balance de riesgos para el crecimiento de la economía mundial se ha deteriorado”.
El banco central estableció que el entorno económico descrito, aunado a la persistencia de los riesgos geopolíticos y la alarma causada por la evolución de la epidemia del ébola, se ha reflejado en un aumento importante en la volatilidad en los mercados financieros internacionales, en caídas significativas en los precios de algunas materias primas y, en particular, en depreciaciones de las monedas de las economías emergentes.
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