Américo Zúñiga Martínez niega lo que está a la vista de todos

Xalapa, Ver.- De espaldas a la realidad, el gris alcalde de Xalapa –se ha ganado a pulso tal calificación con su mediocre actuación en apenas un año-, Américo Zúñiga Martínez niega lo que está a la vista de todos: que la Capital del Estado hace mucho que dejó de ser una ciudad tranquila y segura, y se ha convertido en una verdadera cueva de ladrones –hablamos de los asaltantes y raterillos, no de los de cuello blanco que operan en el centro de la ciudad en lujosas oficinas de los dos palacios, el de gobierno y el municipal- que han sentado sus reales ante la indiferencia de las autoridades policiacas y de procuración de justicia, y asegura que las advertencias hechas por furibundos vecinos, como los de la colonia Francisco Ferrer Guardia y puntos aledaños, de que detendrán y crucificarán a quienes sean sorprendidos entrando a casas a sustraer objetos de valor, o atracando en la vía pública a quienes vivan o pasen por allí, no significa que existan ya grupos de autodefensa ciudadana, y por el contrario, cínicamente, dice que es “bienvenida la organización vecinal que realiza acciones de vigilancia y prevención”, pero insiste no viendo lo que está frente a él que “el ayuntamiento no está de acuerdo en que se realicen acciones fuera del marco de la ley”.
E insiste en que “para evitar cualquier tipo de acciones violentas se ha enviado a personal del área de Participación Vecinal para atender las inquietudes de los vecinos”, seguramente con la intención de darles atole con el dedo, pero no tomar verdaderas medidas para frenar el creciente clima de inseguridad en Xalapa. Américo, falto de capacidad mental para aportar verdaderas soluciones al problema, recurre a la demagogia hueca y desgastada y asegura que “una de las estrategias para combatir la inseguridad es tener espacios de recreación cultural y deportiva”, y por ello, además de los “cuatro complejos deportivos que ya hemos realizado”, simples áreas verdes pintadas, con algunas paupérrimas acciones como hacerles una guarnición, ponerles unos aparatitos para hacer ejercicio que con la humedad de la zona empiezan a herrumbrarse porque mentira que se les vaya a dar mantenimiento, y pintar las guarniciones adyacentes, mentira que se vaya a frenar la creciente ola de violencia derivada del desempleo, el hambre, o simplemente porque es más fácil robar y asaltar, ante la ausencia de una real vigilancia policiaca y otras medidas de seguridad, pero insiste en que ahora se buscará obtener la propiedad de la exfábrica textil San Bruno.
Con ello, asegura con su falsa retórica de “amigo del pueblo”, Américo señala que “queremos hacer todo un complejo cultural, deportivo, un museo de sitio en donde se pueda darle vida y espacios a los barrios de la ciudad”, y se atreve a decir que “los vecinos están en total acuerdo con que el lugar pase a manos del ayuntamiento para su administración”. No lo deseamos, porque no apostamos al desastre, pero vamos a ver si sigue pensando igual en caso de que, ojalá y no, se detenga a algún o algunos delincuentes infraganti y se cumpla la advertencia ciudadana de crucificarlos, y con eso que se acerca la Semana Mayor, pues nadie sabe de lo que sea capaz gente harta de vivir con miedo, con angustia, ante la ineptitud de sus dizque autoridades que siguen pensando en la demagogia del pasado, la misma que nos ha llevado a vivir la actual situación ante su falta de hombría y capacidad para garantizarles paz, tranquilidad y seguridad.

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