Ciudad de México.- Tras concluir de forma exitosa la primera etapa de remediación del Río Sonora, este miércoles iniciaron de manera formal las acciones correspondientes a la segunda etapa, la de restauración ambiental.
El secretario del Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud, explicó en rueda de prensa que ahora se pretende que los suelos aledaños al río recuperen las condiciones previas al derrame de unos 40 mil metros cúbicos de una solución de cobre, ocurrido el 6 de agosto de 2014.
Guerra Abud aseguró que actualmente el agua de los pozos y ríos es apta para consumo humano y que de forma extra se prevé la puesta en operación de 18 pozos nuevos, de los cuales doce ya están en operación y seis en proceso de ser equipados.
Recordó que el 12 de enero los integrantes de la comisión presidencial para la remediación del Río Sonora, encabezados por Rodolfo Lacy Tamayo, iniciaron una mesa de trabajo para recibir las peticiones de los habitantes que consideran aún no han sido atendidas.
Se prevé que para el 15 de febrero esa población reciba los apoyos económicos que requiere con lo que, de acuerdo con el funcionario federal, quedarían cubiertos al cien por ciento los requerimientos sociales derivados del incidente.
Respecto al inicio de la segunda etapa, recordó que el 27 de noviembre la empresa Buenavista del Cobre, del Grupo México, presentó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) su primera propuesta de programa de remediación.
Para aplicar esas medidas, la dependencia federal solicitó apoyo al Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tras lo cual se clasificaron cinco zonas que guardan características homogéneas a lo largo de la Cuenca del Río Sonora. Con ello, explicó, se determinó que la zona uno es de 30 kilómetros, partiendo de donde se originó el derrame; la segunda del kilómetro 30 al 140; la tercera de los 140 a los 180 kilómetros y así sucesivamente hasta conformar cinco áreas.
Juan José Guerra abundó que en la primera etapa se atenderá la zona uno, donde hay que remediar 28 mil 183 metros cuadrados y que consisten en casi tres hectáreas distribuidas en 14 polígonos de trabajo con un volumen de suelos a remover de dos mil 818 metros cúbicos.
Para llevar a cabo esas acciones la empresa deberá realizar la remoción de suelos contaminados y enviarlos a un sitio de disposición final que deberá ser autorizado por la propia Semarnat. De manera temporal esos residuos se ubicarán en un espacio en sus instalaciones y su remoción se efectuará ante personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
El funcionario dejó claro que no se liberará a la empresa de esa responsabilidad mientras no haya cumplido con la remediación de todas las zonas afectadas.
El secretario del Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud, explicó en rueda de prensa que ahora se pretende que los suelos aledaños al río recuperen las condiciones previas al derrame de unos 40 mil metros cúbicos de una solución de cobre, ocurrido el 6 de agosto de 2014.
Guerra Abud aseguró que actualmente el agua de los pozos y ríos es apta para consumo humano y que de forma extra se prevé la puesta en operación de 18 pozos nuevos, de los cuales doce ya están en operación y seis en proceso de ser equipados.
Recordó que el 12 de enero los integrantes de la comisión presidencial para la remediación del Río Sonora, encabezados por Rodolfo Lacy Tamayo, iniciaron una mesa de trabajo para recibir las peticiones de los habitantes que consideran aún no han sido atendidas.
Se prevé que para el 15 de febrero esa población reciba los apoyos económicos que requiere con lo que, de acuerdo con el funcionario federal, quedarían cubiertos al cien por ciento los requerimientos sociales derivados del incidente.
Respecto al inicio de la segunda etapa, recordó que el 27 de noviembre la empresa Buenavista del Cobre, del Grupo México, presentó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) su primera propuesta de programa de remediación.
Para aplicar esas medidas, la dependencia federal solicitó apoyo al Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tras lo cual se clasificaron cinco zonas que guardan características homogéneas a lo largo de la Cuenca del Río Sonora. Con ello, explicó, se determinó que la zona uno es de 30 kilómetros, partiendo de donde se originó el derrame; la segunda del kilómetro 30 al 140; la tercera de los 140 a los 180 kilómetros y así sucesivamente hasta conformar cinco áreas.
Juan José Guerra abundó que en la primera etapa se atenderá la zona uno, donde hay que remediar 28 mil 183 metros cuadrados y que consisten en casi tres hectáreas distribuidas en 14 polígonos de trabajo con un volumen de suelos a remover de dos mil 818 metros cúbicos.
Para llevar a cabo esas acciones la empresa deberá realizar la remoción de suelos contaminados y enviarlos a un sitio de disposición final que deberá ser autorizado por la propia Semarnat. De manera temporal esos residuos se ubicarán en un espacio en sus instalaciones y su remoción se efectuará ante personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
El funcionario dejó claro que no se liberará a la empresa de esa responsabilidad mientras no haya cumplido con la remediación de todas las zonas afectadas.
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