Edomex.- Marcial Navarrete Sánchez, a quien se identifica ahora como "El Pedófilo de Toluca", por los videos difundidos a través de redes sociales de internet en los que aparece haciendo tocamientos a menores de edad, fue policía judicial del Estado de México por lo menos tres años, y causó baja por diversas faltas al Reglamento Interno, principalmente por presentarse a trabajar en estado de ebriedad, pues además es adicto al consumo de bebidas alcohólicas.
Navarrete Sánchez ingresó en 1986 a la Academia de Formación Policial de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, de donde egresó un año después y fue dado de alta en 1987 como Agente Investigador adscrito al Ministerio Público, cargo que desempeñó por lo menos cuatro años.
Su primera adscripción en la Policía Judicial del Estado de México fue en la Subprocuraduría General de Justicia con sede en Ixtlahuaca, a la Guardia de Policías Judiciales, donde tuvo una pobre actuación profesional, por lo que fue puesto a disposición de la Dirección de Personal de la Procuraduría mexiquense, instancia que lo reubicó en 1988 en la Agencia Central del Ministerio Público, localizada entonces en el Edificio Central de la institución, en Toluca.
Como Policía Judicial en Toluca, Marcial Navarrete Sánchez se caracterizó por sus constantes faltas al trabajo y por ausentarse continuamente en sus horarios laborales, que entonces eran de 12 horas continuas.
El presunto Pedófilo de la colonia El Seminario de Toluca causó baja de la Policía Judicial del Estado de México en 1990, a consecuencia de reiteradas faltas al Reglamento Interno y por su creciente grado der alcoholismo.
Durante un año se alejó del Estado de México, ya que presumiblemente intentó ingresar a otras corporaciones policíacas en los estados de Guerrero, Michoacán y Jalisco, de las cuales también fue dado de baja en periodos muy cortos por su comportamiento irregular.
Tras la muerte de su señora madre, el ahora presunto abusador sexual de menores regresó a la ciudad de Toluca, donde instaló su primera Agencia de Investigaciones Privadas, en un inmueble ubicado en la calle de Felipe Villanueva, en la colonia Granjas, de donde tiempo después lo desalojaron por no pagar la renta del local que ocupaba.
Por ello, trasladó su negocio de investigaciones privadas a una casa de su propiedad en la colonia El Seminario, inmueble en el que presuntamente también se llevaron a cabo las grabaciones que fueron difundidas a través de redes sociales de internet, en las que aparece con por lo menos tres menores de edad a quienes realiza tocamientos, lo que podría tipificarse como abuso sexual.
Quienes convivieron con Marcial Navarrete Sánchez dentro de la Policía Judicial del Estado de México, ahora conocida como Policía Ministerial, aseguran que se trata de una persona adicta al alcohol, tabaco y otras sustancias tóxicas, "a quien siempre le gustó andar con jovencitas", aunque antes eran de 17 o 18 años, y ahora sus evidentes tendencias lo llevaron a sostener encuentros con menores de entre 12 y 14 años de edad, como con las que aparece en los videos que fueron difundidos vía redes sociales presuntamente por padres de una de las cuatro víctimas que hasta el momento lo han identificado plenamente y que están dispuestas a declarar en su contra por el delito de violación sexual.
Agencia MVT
Navarrete Sánchez ingresó en 1986 a la Academia de Formación Policial de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, de donde egresó un año después y fue dado de alta en 1987 como Agente Investigador adscrito al Ministerio Público, cargo que desempeñó por lo menos cuatro años.
Su primera adscripción en la Policía Judicial del Estado de México fue en la Subprocuraduría General de Justicia con sede en Ixtlahuaca, a la Guardia de Policías Judiciales, donde tuvo una pobre actuación profesional, por lo que fue puesto a disposición de la Dirección de Personal de la Procuraduría mexiquense, instancia que lo reubicó en 1988 en la Agencia Central del Ministerio Público, localizada entonces en el Edificio Central de la institución, en Toluca.
Como Policía Judicial en Toluca, Marcial Navarrete Sánchez se caracterizó por sus constantes faltas al trabajo y por ausentarse continuamente en sus horarios laborales, que entonces eran de 12 horas continuas.
El presunto Pedófilo de la colonia El Seminario de Toluca causó baja de la Policía Judicial del Estado de México en 1990, a consecuencia de reiteradas faltas al Reglamento Interno y por su creciente grado der alcoholismo.
Durante un año se alejó del Estado de México, ya que presumiblemente intentó ingresar a otras corporaciones policíacas en los estados de Guerrero, Michoacán y Jalisco, de las cuales también fue dado de baja en periodos muy cortos por su comportamiento irregular.
Tras la muerte de su señora madre, el ahora presunto abusador sexual de menores regresó a la ciudad de Toluca, donde instaló su primera Agencia de Investigaciones Privadas, en un inmueble ubicado en la calle de Felipe Villanueva, en la colonia Granjas, de donde tiempo después lo desalojaron por no pagar la renta del local que ocupaba.
Por ello, trasladó su negocio de investigaciones privadas a una casa de su propiedad en la colonia El Seminario, inmueble en el que presuntamente también se llevaron a cabo las grabaciones que fueron difundidas a través de redes sociales de internet, en las que aparece con por lo menos tres menores de edad a quienes realiza tocamientos, lo que podría tipificarse como abuso sexual.
Quienes convivieron con Marcial Navarrete Sánchez dentro de la Policía Judicial del Estado de México, ahora conocida como Policía Ministerial, aseguran que se trata de una persona adicta al alcohol, tabaco y otras sustancias tóxicas, "a quien siempre le gustó andar con jovencitas", aunque antes eran de 17 o 18 años, y ahora sus evidentes tendencias lo llevaron a sostener encuentros con menores de entre 12 y 14 años de edad, como con las que aparece en los videos que fueron difundidos vía redes sociales presuntamente por padres de una de las cuatro víctimas que hasta el momento lo han identificado plenamente y que están dispuestas a declarar en su contra por el delito de violación sexual.
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