viernes, 20 de marzo de 2015

Columna sin nombre

Pablo Jair Ortega
 
XALAPA, CIUDAD DE LAS FLORES, LAS CHICHIS Y LAS FRITANGAS EN HOSPITALES
Uno de los puntos de más movimiento en la capital veracruzana es la zona conocida de Los Sauces, donde se ubica un mercado, el Centro de Idiomas de la Universidad Veracruzana y una estación de autobuses que parte hacia puntos como Xico y Coatepec. Aquí también se ubica la Clínica 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y las oficinas regionales de la Comisión Federal de Electricidad.
En la misma zona hay dos paradas de autobuses que van a destinos más lejanos (llegan hasta Perote) y pasan por zonas como Coatepec, Teocelo, Cosautlán, Ayahualulco, Ixhuacán de los Reyes, entre otras poblaciones. Históricamente aquí era también la antigua estación de tren, hoy oficinas del Archivo General del Estado; y también existen las instalaciones del Deportivo Ferrocarrilero, con campos para práctica de diversas disciplinas.
Es pues un barrio de intenso tráfico, mucho movimiento poblacional y una de las salidas de Xalapa. También de aquí se llega caminando en 10 minutos al Centro Histórico de la ciudad, subiendo por la calle Úrsulo Galván.
Este tradicional centro urbano y comercial últimamente se ha visto invadido por puestos mercantes que se han apoderado de las banquetas y los espacios de espera para los pasajeros de los camiones. Está tan atascado el lugar de “comercios”, que los usuarios a duras penas pueden acomodarse para abordar y darle paso a los caminantes, quienes tienen que bajar al arroyo vehicular a riesgo de que puedan ser embestidos por otros vehículos.Antonio Benítez Lucho, delegado del IMSS-Norte en Veracruz, ha sido especialmente enfático en las últimas semanas para referirse a este problema; no tanto por el problema de acaparamientos de los espacios públicos por parte de los llamados “comerciantes”, sino también porque se han incrementado los puestos de comida justo en la periferia de la Clínica 66 del IMSS.
Hace unos días dio a conocer ante los medios que “en reiteradas ocasiones se ha solicitado la intervención de la administración municipal a cargo de Américo Zúñiga Martínez para que regule los puestos distribuidos alrededor de las Clínicas 10, 11 y 66 en la capital”, según nota del portal Veracruzanos.Info.
Refirió que existe un dictamen con recomendaciones de la Secretaría de Protección Civil, donde se señala “el riesgo que representa la colocación cerca de los hospitales del IMSS de tanques de gas, los cuales ponen en riesgo no sólo a los pacientes y trabajadores del Instituto, sino para los vecinos de cada una de las zonas”.
Precisamente el funcionario federal destacó el caso de la Clínica 66 -ubicado en Los Sauces- es el más complicado porque “los puestos ambulantes se encuentran a unos metros de sus instalaciones y todos utilizan tanques de gas”.
Pero no sólo es la inconmensurable cantidad de puestos de comida que rodean a la clínica, sino que la zona está totalmente controlada por el ambulantaje y la delincuencia.
Allí, con toda impunidad, puede usted  ver los supuestos comerciantes vendiendo artículos de contrabando como ropa china, películas piratas prohibidas por ley y venta de celulares de dudosa procedencia. Es decir, puestos que están fuera de la ley, pero que están allí con toda la complacencia de la autoridad municipal que se hace de la vista gorda. No dude tampoco de la venta de narcomenudeo.
Benítez Lucho incluso ha pedido al alcalde que por favor retire estos puestos lo antes posible ante una probable desgracia, pero la realidad es que nadie los mueve y permanecen. Lo peor, es que se ven más.
En el cerro del Macuiltépetl también cunden puestos de comida sobre las banquetas y puestos de ropa que ya invaden los alrededores de los centros médicos que ahí se ubican.
Ambas zonas, especialmente la de Los Sauces, lucen sucios y con basura regada por todos lados por la cantidad de basura que ahí se produce. En algunos puntos apesta a orina, lo cual puede constatarse en los puestos pegados al Centro de Idiomas de la UV. Esto, por mero sentido común, atrae bichos y ratas, justo en una parte de la ciudad donde hay hospitales.
A todo lo anterior, en los últimos días también se han visto las protestas del movimiento de los 400 Pueblos, que escudados en usar mujeres y menores de edad semidesnudas (¿Y el Veracruz donde los niños no se tocan?) aluden un despojo de bodegas en el municipio de Álamo.
Digo, si son tan machitos ¿Por qué no van a Álamo a enfrentarse como hombrecitos con quienes dicen que les despojaron? ¿O qué? ¿Le sacan a Balfrén Montalvo? Digo ¿Qué culpa tienen los xalapeños de sus problemas? ¿O que el disque muy “fregón” asesor abogado, muy relleno de soberbia y deyecciones, de plano no puede litigar y recurre a estos trucos baratos de protesta? En días recientes de plano tomaron la avenida Enríquez de Xalapa y ya sabe el espectáculo degradante. Pero ni el alcalde exhorta a que acaben este tipo de manifestaciones ni en Palacio de Gobierno los meten en orden.
Ora si que la Ciudad de las Flores que alguna vez presidió el maestro Guillermo Zúñiga Martínez, ya no es nada comparada a la que gobierna hoy su hijo Américo, llena de comercios irregulares y de chichis para la banda. Qué pena y tristeza.
CONSTANTINO CONTRA LA CNC
Dicen por ahí que Constantino Aguilar, candidato del PRD a diputado federal por el distrito de Xalapa Rural, es quien estaría azuzando a la violencia por el control de la Confederación Nacional Campesina. Ojalá de esto tomarn nota los electores, pues lo que menos conviene al panorama es otro escenario de brutalidad por el control de una organización. Al tiempo.

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