NO RESPETAN USOS Y COSTUMBRES
La obra de remodelación del atrio de la iglesia de Santiago Cuautlalpan realizada por el Ayuntamiento de Texcoco permanece detenida desde hace más de un mes por ejecutarse sin autorización de la comunidad y por violar los usos y costumbres del lugar, señalaron pobladores.
Ningún representante del ayuntamiento de Texcoco, encabezado hasta el pasado miércoles por Delfina Gómez, tuvo acercamiento con la población para solicitar los permisos para remodelar, por lo que la obra no cuenta con el visto bueno de la asamblea vecinal.
Asimismo, los trabajos carecen de autorización y supervisión de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), permiso indispensable por tratarse de un monumento histórico donde además se encontraba un campo santo o cementerio sacerdotal donde aún yacen restos humanos.
Hasta el momento, no ha habido ningún acercamiento entre pobladores y autoridades municipales por lo que hasta el monumento permanece en obra negra y bajo resguardo de la comunidad. En el sitio se pueden ver algunos sellos del INAH que indican la suspensión de la obra.
Habitantes del lugar esperan que el conflicto se resuelva pronto, pues saben por experiencia que problemas como este en ocasiones tardan años.
Es extraño que las autoridades no hayan considerado el procedimiento para iniciar una obra de remodelación sobre todo porque en texcoco existen muchas construcciones consideradas por patrimonio cultural.
La obra de remodelación del atrio de la iglesia de Santiago Cuautlalpan realizada por el Ayuntamiento de Texcoco permanece detenida desde hace más de un mes por ejecutarse sin autorización de la comunidad y por violar los usos y costumbres del lugar, señalaron pobladores.
Ningún representante del ayuntamiento de Texcoco, encabezado hasta el pasado miércoles por Delfina Gómez, tuvo acercamiento con la población para solicitar los permisos para remodelar, por lo que la obra no cuenta con el visto bueno de la asamblea vecinal.
Asimismo, los trabajos carecen de autorización y supervisión de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), permiso indispensable por tratarse de un monumento histórico donde además se encontraba un campo santo o cementerio sacerdotal donde aún yacen restos humanos.
Hasta el momento, no ha habido ningún acercamiento entre pobladores y autoridades municipales por lo que hasta el monumento permanece en obra negra y bajo resguardo de la comunidad. En el sitio se pueden ver algunos sellos del INAH que indican la suspensión de la obra.
Habitantes del lugar esperan que el conflicto se resuelva pronto, pues saben por experiencia que problemas como este en ocasiones tardan años.
Es extraño que las autoridades no hayan considerado el procedimiento para iniciar una obra de remodelación sobre todo porque en texcoco existen muchas construcciones consideradas por patrimonio cultural.
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