Pablo Jair Ortega
VAN TRAS JUANELO POR ASESINATO DE TESORERO
El viernes 22 de agosto de 2014, el tesorero del ayuntamiento de Coatepec, Guillermo Pozos Rivera, era secuestrado por un comando. Estuvo desaparecido por cerca de 72 horas y finalmente su cuerpo fue hallado por el rumbo de la carretera Coatepec-Totutla. Según datos oficiales, fue golpeado y acuchillado, lo que le ocasionó la muerte.
Desde las altas esferas políticas del Gobierno de Veracruz ya habían advertido que el entonces diputado Roberto Pérez Moreno (a) “Juanelo”, conocido personaje en Coatepec, era un candidato peligroso para las elecciones municipales para el periodo 2014-2017. En una reunión en privado, una voz con mando espetó: “A Juanelo hay que cuidarlo de Juanelo”.
Roberto Pérez Moreno es perteneciente a una familia de cafetaleros y criadores de caballos que tiene su finca en la comunidad El Grande, perteneciente al municipio de Coatepec. Dicho rancho es famoso en la región porque tiene como mascota a una leona que se ve desde la calle. Durante algún tiempo, antes de popularizarse el “Feisbuc” entre la prole, “Juanelo” no tenía empacho en presumir fotografías de sus caballos pura sangre y paseos con conocidos políticos de la región de Xalapa.
Pero lo increíble es que pese a la crisis del café, “Juanelo” no parecía estar sufriendo de problema económico alguno. De hecho se sabe que Pérez Moreno recibió una cuantiosa fortuna de herencia familiar, que gastaba a manos llenas.
Cuando “Juanelo” por fin gana la alcaldía de Coatepec, los primeros problemas a los que se tuvo que enfrentar fue a la disposición final de la basura que se recolecta en el municipio, llegando a tener la ocurrencia de tirar la basura en los terrenos donde se realiza la tradicional Feria del Café. Ante la protesta de vecinos, reculó.
Pero los escándalos mayores llegaron con la muerte del tesorero de Coatepec; así como la ola de secuestros, asaltos, ejecuciones y extorsiones hacia la clase empresarial y comerciante del Pueblo Mágico. “Juanelo”, según fuentes de alta credibilidad, perdió el control al pensar que nadie lo acusaría del asesinato de su tesorero; que se desviaría la atención al ámbito de la delincuencia organizada, especialmente porque en esas fechas iniciaba una fase de “limpieza” que hasta hace poco parece haber terminado.
Se comentaba como secreto a voces que el alcalde tenía que ver mucho con la desaparición de Guillermo Pozos Rivera, y habría sido incluso con la complicidad de una mujer, que hasta el momento no se le ubica.
De hecho, los escenarios en contra de Juanelo se comenzaron a vislumbrar cuando a mediados de febrero un supuesto grupo de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) vino a Coatepec y se llevó a Juan Carlos Novoa Martínez, asesor de Seguridad Pública del alcalde, pero luego se supo que dicha dependencia niega tenerlo detenido y ninguna corporación reporta su captura. Lo que sí es que elementos de Seguridad Pública confirmaron que Novoa fue llevado en un convoy conformado por dos camionetas tipo Suburban color blanco que salieron de Xalapa por el rumbo de Las Trancas.
Anteriormente, a través de un impresionante operativo encabezado por fuerzas federales el 25 de septiembre de 2014, detuvieron al subdirector Operativo de la Policía Municipal de Coatepec, Eder Omar Álvarez Tapia, al escolta del subdirector operativo, Jairo Brigido Caballero Espinoza, y al motociclista policíaco Francisco Sandoval Hernández, como presuntos involucrados en el asesinato de Guillermo Pozos.
Según reportes oficiales, los dos últimos detenidos (que se encuentran en Pacho Viejo) recientemente tuvieron una audiencia en las instalaciones de la Sala de Juicios Orales y declararon que por órdenes del ex comandante Álvarez Tapia privaron de su libertad al tesorero acatando una instrucción del presidente municipal Roberto Pérez Moreno, “por interferir en decisiones del Ayuntamiento”.
En la misma declaración, los ex policías indican que sólo “levantaron” a Guillermo Pozos Rivera, pero los encargados de ejecutarlo fueron dos individuos conocidos con los apodos “Argenis” y “Apache”, también ex policías de Coatepec.
Pero otra versión indica que Roberto Pérez Moreno dio las instrucciones únicamente a su asesor de Seguridad Pública, Juan Carlos Novoa, y éste sería el testigo clave que confirmaría la autoría intelectual del alcalde de Coatepec en el homicidio del tesorero municipal. El asunto es que de Novoa Torres no se sabe nada desde el 14 de febrero, cuando fue supuestamente detenido.
En las próximas semanas se verá la suerte de “Juanelo”, quien se presume que en las últimas semanas salió mucho de la ciudad, supuestamente al Distrito Federal.
Tampoco ha estado presente en el ayuntamiento en los recientes días. De hecho, este jueves (23 de abril) y viernes (24 de abril) fue notable su ausencia en la desaparición de la Policía Municipal y la entrada de la Fuerza Civil y Seguridad Pública a cuidar al Pueblo Mágico.
Ante esta situación, las preguntas obligadas: ¿Y dónde está Juanelo? ¿Cuál será su suerte en los próximos días? ¿Procederá la Fiscalía General del Estado tal como procedió con Omar Cruz Reyes, el alcalde de Medellín, por el asesinato del periodista/activista Moisés Sánchez Cerezo? ¿En los próximos días veremos el desafuero? ¿Se habrá pelado Juanelo con todo y leona?
Será el sereno, pero este viernes (24 de abril)
no se le vio en el presídium que encabezó el gobernador Javier Duarte de Ochoa… Y parece que la orden es que ni siquiera se le acerque al mandatario.
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