Estado de México.- El socavón, el cual abarca unas 40 hectáreas, de la mina del Rancho La Flor, en Tepetlaoxtoc, serán el sitio de disposición final de residuos de la construcción provenientes de excavaciones y demolición de la zona metropolitana del Valle de México.
Aunque el cabildo de Tepetlaoxtoc rechazó que las minas del Rancho La Flor fueran convertidas en un tiradero de basura regional, aprobaron recientemente, que el socavón de la mina, se rellene con cascajo y otros residuos, como se hizo con las minas de Tlamincas y Huexotla en Texcoco.
Para ello la empresa Operadora Ecobioplant, S.A. de C.V., presentó el proyecto al cabildo, quien por mayoría (Cabildo 130 del 5 de noviembre de 2015) aprobó el resolutivo, para el “relleno con cascajo”, de la mina.
Según el estudio de la Operadora Ecobioplant, aunque la mina del rancho La Flor aún se sigue explotando, tiene un socavón con una superficie de más de 40 hectáreas que requieren de rehabilitación, y que sería el espacio en donde se rellenaría con los residuos de construcción.
La empresa encargada de este relleno de la mina, establece que tanto el Estado de México como el Distrito Federal, son zonas productora de residuos de la construcción, la que aumentará con las obras de construcción del Aeropuerto Internacional de México.
Y una de las opciones para la disposición final de los residuos de la construcción, es el socavón de la mina del rancho La Flor, el cual tiene paredes verticales de hasta 50 metros de altura para contener los desechos que ahí se depositaría.
Aunque la aprobación de este proyecto dividió al cabildo, finalmente la mayoría se impuso para aprobarlo, sin consultar la opinión de los vecinos, quienes manifestaron su desacuerdo, sobre todo por las afectaciones al medio ambiente que esto trae consigo.
El regidor perredista Juan Miranda Alvarado, uno de los que rechazó el proyecto, dijo que esto puede traer severas afectaciones al medio ambiente, sobre todo porque se trata de materiales de construcción contaminados, que vendrían a afectar los mantos freáticos principalmente.
El regidor recordó la recomendación realizada por investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo, en el sentido de que en los socavones que han quedado por la extracción de materiales pétreos, se reforeste e instalen parque con vocación ecoturistica, para evitar la contaminación del manto acuífero de Texcoco, uno de los más importantes del Valle de México.
Miranda Alvarado, advirtió que junto con los vecinos de Tepetlaoxtoc emprenderá la lucha para evitar un ecocidio en la zona, ya que estos terrenos ya fueron explotados con la extracción de material, siendo un negocio para la familia Samperio, dueños del lugar, pero ahora pretenden redondear el negocio cobrando por enterrar desechos de la construcción en la zona, sin importar las afectaciones al medio ambiente.
“Además nada nos garantiza que vayan a traer sólo desechos de la construcción como dice y metan algún residuo contaminante”, dijo el regidor.
Explicó que en el proyecto ejecutivo, se establece que se trata de un terreno arenoso, lo que indica de la permeabilidad y fácil absorción que llevarán los materiales contaminantes a los mantos acuíferos.
Recordó que comunidades como San Luis Huexotla, en Texcoco, se organizaron para impedir la entrada de camiones con residuos tóxicos a la zona de minas, y citar los riesgos de contaminación en la zona.
Aunque el cabildo de Tepetlaoxtoc rechazó que las minas del Rancho La Flor fueran convertidas en un tiradero de basura regional, aprobaron recientemente, que el socavón de la mina, se rellene con cascajo y otros residuos, como se hizo con las minas de Tlamincas y Huexotla en Texcoco.
Para ello la empresa Operadora Ecobioplant, S.A. de C.V., presentó el proyecto al cabildo, quien por mayoría (Cabildo 130 del 5 de noviembre de 2015) aprobó el resolutivo, para el “relleno con cascajo”, de la mina.
Según el estudio de la Operadora Ecobioplant, aunque la mina del rancho La Flor aún se sigue explotando, tiene un socavón con una superficie de más de 40 hectáreas que requieren de rehabilitación, y que sería el espacio en donde se rellenaría con los residuos de construcción.
La empresa encargada de este relleno de la mina, establece que tanto el Estado de México como el Distrito Federal, son zonas productora de residuos de la construcción, la que aumentará con las obras de construcción del Aeropuerto Internacional de México.
Y una de las opciones para la disposición final de los residuos de la construcción, es el socavón de la mina del rancho La Flor, el cual tiene paredes verticales de hasta 50 metros de altura para contener los desechos que ahí se depositaría.
Aunque la aprobación de este proyecto dividió al cabildo, finalmente la mayoría se impuso para aprobarlo, sin consultar la opinión de los vecinos, quienes manifestaron su desacuerdo, sobre todo por las afectaciones al medio ambiente que esto trae consigo.
El regidor perredista Juan Miranda Alvarado, uno de los que rechazó el proyecto, dijo que esto puede traer severas afectaciones al medio ambiente, sobre todo porque se trata de materiales de construcción contaminados, que vendrían a afectar los mantos freáticos principalmente.
El regidor recordó la recomendación realizada por investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo, en el sentido de que en los socavones que han quedado por la extracción de materiales pétreos, se reforeste e instalen parque con vocación ecoturistica, para evitar la contaminación del manto acuífero de Texcoco, uno de los más importantes del Valle de México.
Miranda Alvarado, advirtió que junto con los vecinos de Tepetlaoxtoc emprenderá la lucha para evitar un ecocidio en la zona, ya que estos terrenos ya fueron explotados con la extracción de material, siendo un negocio para la familia Samperio, dueños del lugar, pero ahora pretenden redondear el negocio cobrando por enterrar desechos de la construcción en la zona, sin importar las afectaciones al medio ambiente.
“Además nada nos garantiza que vayan a traer sólo desechos de la construcción como dice y metan algún residuo contaminante”, dijo el regidor.
Explicó que en el proyecto ejecutivo, se establece que se trata de un terreno arenoso, lo que indica de la permeabilidad y fácil absorción que llevarán los materiales contaminantes a los mantos acuíferos.
Recordó que comunidades como San Luis Huexotla, en Texcoco, se organizaron para impedir la entrada de camiones con residuos tóxicos a la zona de minas, y citar los riesgos de contaminación en la zona.
Reporteros en Movimiento
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