Estado de México.- A diferencia de la creencia general, el Estado de México no es una de las entidades que registran mayor captación de migrantes y, por el contrario, se encuentra entre los tres principales expulsores. Las primeras causas por las que deciden cambiar de residencia, son inseguridad y violencia.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la entidad mexiquense ocupa el segundo lugar, de donde sale la mayor cantidad de personas de cinco años y mayores; el primer sitio lo ocupa el Distrito Federal, mientras que en tercero y cuarto están Veracruz y Tamaulipas.
En tanto que Baja California y Quintana Roo, son los estados que registran un mayor crecimiento poblacional, por el número de connacionales que reciben.
Precisó que en el último lustro salieron 15.2% de defeños, 8.3% de mexiquenses, 7.2% de veracruzanos y 5.2% de tamaulipecos. La mayoría de estas personas se dirigen a entidades vecinas o cercanas.
Puso por ejemplo que gran parte de los emigrantes del Distrito Federal se dirigen al Estado de México, mientras que Veracruz y Puebla son la segunda y tercer entidad elegida como destino, y de Tamaulipas se van principalmente a Veracruz, Nuevo León y Coahuila.
El INEGI mencionó que en México la población que reside en una entidad distinta a la de su nacimiento o que nació fuera de México, asciende a 22.1 millones de personas, lo que representa 18.5% del total de habitantes del país.
La distribución por sexo señala que del total de migrantes absolutos, 52.4% son mujeres y 47.6% hombres, es decir que el sexo ya no es determinante para la gracia.
Las entidades con mayor porcentaje de población no nativa son Quintana Roo, Baja California y Baja California Sur, las calles se caracterizan por su gran desarrollo turístico o dinámica fronteriza. Mientras que Chiapas, Guerrero y Oaxaca, registran los porcentajes más bajos de población no nativa.
Resaltó que entre las causas de migración están la búsqueda de mejores condiciones de vida, relacionadas a situaciones económicas y culturales, sin embargo, también juegan un papel muy importante los problemas sociales, políticos y de violencia o inseguridad, así como los desastres naturales.
Por último, mencionó que la migración no sólo afecta la composición y estructura de la población residente, también tiene impacto en la necesidad de servicios de salud, educación o la demanda de generación de fuentes de empleo.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la entidad mexiquense ocupa el segundo lugar, de donde sale la mayor cantidad de personas de cinco años y mayores; el primer sitio lo ocupa el Distrito Federal, mientras que en tercero y cuarto están Veracruz y Tamaulipas.
En tanto que Baja California y Quintana Roo, son los estados que registran un mayor crecimiento poblacional, por el número de connacionales que reciben.
Precisó que en el último lustro salieron 15.2% de defeños, 8.3% de mexiquenses, 7.2% de veracruzanos y 5.2% de tamaulipecos. La mayoría de estas personas se dirigen a entidades vecinas o cercanas.
Puso por ejemplo que gran parte de los emigrantes del Distrito Federal se dirigen al Estado de México, mientras que Veracruz y Puebla son la segunda y tercer entidad elegida como destino, y de Tamaulipas se van principalmente a Veracruz, Nuevo León y Coahuila.
El INEGI mencionó que en México la población que reside en una entidad distinta a la de su nacimiento o que nació fuera de México, asciende a 22.1 millones de personas, lo que representa 18.5% del total de habitantes del país.
La distribución por sexo señala que del total de migrantes absolutos, 52.4% son mujeres y 47.6% hombres, es decir que el sexo ya no es determinante para la gracia.
Las entidades con mayor porcentaje de población no nativa son Quintana Roo, Baja California y Baja California Sur, las calles se caracterizan por su gran desarrollo turístico o dinámica fronteriza. Mientras que Chiapas, Guerrero y Oaxaca, registran los porcentajes más bajos de población no nativa.
Resaltó que entre las causas de migración están la búsqueda de mejores condiciones de vida, relacionadas a situaciones económicas y culturales, sin embargo, también juegan un papel muy importante los problemas sociales, políticos y de violencia o inseguridad, así como los desastres naturales.
Por último, mencionó que la migración no sólo afecta la composición y estructura de la población residente, también tiene impacto en la necesidad de servicios de salud, educación o la demanda de generación de fuentes de empleo.
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