Ciudad de México.- El presidente del Comité Ejecutivo Nacional de la Unidad Nacional Obrera, Francisco García Romero consideró que de aplicarse incremento al kilo de tortilla el impacto a la clase trabajadora será muy severo, porque además de que aún no se ha logrado recuperar el poder adquisitivo, los aumentos a los productos básicos han sido críticos.
Por ello, llama a las autoridades en general, del gobierno federal, los gobiernos estatales y los municipales para que pongan freno a ese tipo de decisiones, ya que cuentan con los recursos y medios como para realizar estudios económicos que revelen si es pertinente o no incrementar costos como el de la tortilla.
El ex presidente del Congreso del Trabajo en el Estado de México apeló a la sensibilidad de los gobiernos, porque, dijo, no es idóneo para que los trabajadores del país se unan y generen una protesta nacional en este momento.
Es lamentable, dijo, que el trabajador día a día merme la posibilidad de alimentación de su familia, por lo que reiteró que cualquier incremento al precio de la tortilla será sumamente crítico.
"Una protesta nacional en contra de las condiciones económicas que se enfrentan o los incrementos indiscriminados que se aplican, no sería idóneo, creo que tenemos autoridades que consideramos conscientes de lo que se vive en el país y, sobre todo, de la condición del trabajador, por lo que deben poner freno a quienes quieren abusar".
La autoridad competente tiene los recursos y puede realizar estudios socioeconómicos, y determinar las condiciones dando oportunidad a que una persona que tiene un trabajo donde recibe el salario mínimo pueda vivir, si no decorosamente, por lo menos pueda pagar alimentación y una vivienda donde vivir.
Lamentablemente, señaló, con 80 pesos un trabajador está condenado a vivir a la intemperie, a medio comer, porque si ellos tienen que pagar sólo de traslado de 14 pesos para llegar a su trabajo y otro tanto igual de regreso a casa, más el precio de un kilo de tortillas para entretener su hambre, sólo en un día gasta la mitad de su salario mínimo.
Cuánto le queda para poder pagar la renta, en una vivienda en malas condiciones, en donde por lo menos cobran mil pesos, lo único que le queda al trabajador, expuso, "es vivir en la situación de neurosis grave, porque no puede tener tampoco condiciones para trabajar dos turnos, no lo hay, y de esa forma, su situación se vuelve aún más crítica.
Por eso insistió en que su demanda la escuchen quienes gobiernan, tanto los titulares del Poder Ejecutivo de los tres niveles de gobierno, como el Legislativo, para que juntos hagan algo que beneficie la economía de los miles de trabajadores que padecen esta situación tan crítica.
Por ello, llama a las autoridades en general, del gobierno federal, los gobiernos estatales y los municipales para que pongan freno a ese tipo de decisiones, ya que cuentan con los recursos y medios como para realizar estudios económicos que revelen si es pertinente o no incrementar costos como el de la tortilla.
El ex presidente del Congreso del Trabajo en el Estado de México apeló a la sensibilidad de los gobiernos, porque, dijo, no es idóneo para que los trabajadores del país se unan y generen una protesta nacional en este momento.
Es lamentable, dijo, que el trabajador día a día merme la posibilidad de alimentación de su familia, por lo que reiteró que cualquier incremento al precio de la tortilla será sumamente crítico.
"Una protesta nacional en contra de las condiciones económicas que se enfrentan o los incrementos indiscriminados que se aplican, no sería idóneo, creo que tenemos autoridades que consideramos conscientes de lo que se vive en el país y, sobre todo, de la condición del trabajador, por lo que deben poner freno a quienes quieren abusar".
La autoridad competente tiene los recursos y puede realizar estudios socioeconómicos, y determinar las condiciones dando oportunidad a que una persona que tiene un trabajo donde recibe el salario mínimo pueda vivir, si no decorosamente, por lo menos pueda pagar alimentación y una vivienda donde vivir.
Lamentablemente, señaló, con 80 pesos un trabajador está condenado a vivir a la intemperie, a medio comer, porque si ellos tienen que pagar sólo de traslado de 14 pesos para llegar a su trabajo y otro tanto igual de regreso a casa, más el precio de un kilo de tortillas para entretener su hambre, sólo en un día gasta la mitad de su salario mínimo.
Cuánto le queda para poder pagar la renta, en una vivienda en malas condiciones, en donde por lo menos cobran mil pesos, lo único que le queda al trabajador, expuso, "es vivir en la situación de neurosis grave, porque no puede tener tampoco condiciones para trabajar dos turnos, no lo hay, y de esa forma, su situación se vuelve aún más crítica.
Por eso insistió en que su demanda la escuchen quienes gobiernan, tanto los titulares del Poder Ejecutivo de los tres niveles de gobierno, como el Legislativo, para que juntos hagan algo que beneficie la economía de los miles de trabajadores que padecen esta situación tan crítica.
El Sol de Toluca
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