lunes, 22 de febrero de 2016

Línea Caliente

¡Duarte, entre dos fuegos!
Por Edgar Hernández*

A Javier Duarte se le descompuso la vida de la noche a la mañana.
De tener la posibilidad real de sobrevivir y pasar en la impunidad ante un eventual acuerdo político con Enrique Peña Nieto y el PRI nacional, hoy su futuro se encamina al deslinde de responsabilidades penales que pudieran llevarlo a la cárcel.
Y es que si no es por el lado de la federación francamente decidida a quitarle presunto dinero público que se embolsó y ponerlo tras las rejas, será por el lado de Miguel Angel Yunes Linares, quien el mismo día que entregue la gubernatura será detenido para que responda por el brutal daño financiero hecho a Veracruz.
Tanto insistirle a este controvertido mandatario con señalado desprestigio nacional e internacional, así como francamente odiado por buena parte de sus paisanos. Tanto llamarlo a que transitara por el camino de la institucionalidad. Tanto recordarle que su tiempo se acabó y que el poder era prestado y tanto explicarle con peras y manzanas que no iba a ser el gran elector ya que un Yunes iba a ser el candidato, hoy su único camino es rumbo a Pacho.
Para estas horas el mandatario agonizante se mueve prácticamente en la total soledad de la mano de su incontrolable nerviosismo.
Salvo sus ayudantes y escolta, obligados a permanecer a güevo a su lado, al igual que sus secretarias y asistentes, así como el personal de servicio en su casa, todo su entorno de poder ya se desmarcó.
Esos Duartistas que todavía a principios de año daban el alma y la vida por el jefe; los Fidelistas que hicieron pacto de sangre en su defensa, los amigos-amigos –hoy diputados federales con fuero-, los empresarios periodísticos y “ginistas” que enriqueció desmesuradamente y su misma familia, como dice la canción “hoy se aconsejan y se van”.
Ya para estas alturas ninguna jugada le sale. La mujer barbada del circo se volvió lampiña y los enanos le crecieron.
Escribe “AZ” que familiares y cercanos al gobernador poseen enormes mansiones en el fraccionamiento El Conchal, “la del hermano del gobernador, Eugenio Duarte de Ochoa, así como la del Secretario de Turismo, Harry Grappa, en el Fraccionamiento El Dorado, la de Cecil Duarte de Ochoa, Luis Iván y Héctor Duarte Dehesa, un departamento de lujo en un acantilado de Córdoba, así como el nuevo edificio de departamentos ubicado en la Riviera”.
Eso se publicó el viernes 19, un día después Diario de Xalapa da cuenta de 35 mil millones de pesos no comprobados a la Auditoría Superior de la Federación, así como desvíos millonarios por 721 millones por los Juegos Centroamericanos y, lo mas importante las exigencias de que “se actúe contra Duarte y funcionarios”.
Eso dicen los medios que a lo largo del sexenio defendieron a ultranza a Javier Duarte, los mismos que desataron inclementes ataques a Héctor Yunes Landa, hoy objeto de sus mejores encomios.
La escalada para ahí.
Este día a sotto voce los universitarios reclaman dos mil 200 millones, los jubilados y pensionados que les regresen los 25 mil millones de pesos que tenían en bancos en el 2009, adeudos a OPLE por 150 millones, pendientes con el Poder Judicial por 800 millones… Uff!!
¿Demasiada plata?
No, en realidad hay pendiente un tema poco hurgado.
¿Dónde y en que se aplicaron los casi 480 mil millones de pesos que le entregaron a Duarte en los últimos cinco años de gobierno, es decir, qué hizo con el presupuesto anual que casi alcanzó los cien mil millones de pesos? ¿Dónde está pues una obra, una sola obra que acredite el multimillonario desembolso?
Esos 500 mil millones de pesos están en la bolsa de alguien, al igual que el dinero federal que se entregó para obras y servicios, al igual que los multimillonarios préstamos que tienen a Veracruz embargado con 122 mil millones de pesos.
Veracruz es la entidad más endeudada de la república ¿A cambio de qué?
Es demasiado dinero como para que no se investigue ¿Acaso está en los paraísos fiscales bajo la firma de los 22 duartistas responsables del saqueo a las arcas?
El tema, sin embargo, con toda la gravedad que reviste habría podido mediarse, acaso negociarse y devolverse una parte, si el señor gobernador no se hubiera perdido en los efluvios del poder, si hubiera acatado el mandato del centro y una vez consumado el “dedazo” se hubiera plegado con todo el apoyo…y dinero, a la voluntad priista manifiesta en Héctor Yunes Landa.
El tema Héctor.
De todo mundo es conocido que Yunes Landa entra con fórceps en el ánimo de la Fidelidad que apostaba por uno de los suyos, por su aliado Alberto Silva Ramos.
Al no lograrse el objetivo “el presidente ya me autorizó que yo fuera el gran elector” y recaer el dedo del señor en el segundo personaje más odiado por Fidel Herrera y heredado a Javier Duarte (el primero es Miguel Angel Yunes Linares), el desprecio y los desplantes se hicieron manifiestos hacia Héctor.
A ningún acto proselitismo más acudieron Duarte y sus despanzurrados e incluso se ordenó a su prensa, radio y TV fieles que empezaran a coquetear con Yunes Linares para crear confusión mediática y obligar a Héctor a arrodillarse.
El tema se agravó al cerrarse la llave de los recursos tras declarar el propio Duarte que “para el PRI mi voto y mi cuota” y dejar a la deriva al inminente candidato priista que hoy de manera peligrosa se precipita a la derrota al aventajarlo su primo hermano 8 puntos arriba en la preferencia ciudadana.
¿Cuánto se necesita?
Hay quien habla de mil 200 a mil 500 millones de pesos para quien pretenda ganar la gubernatura.
Yunes Linares tiene eso y más, tanto en lo personal como de parte del “Grupo Hidalgo” interesado en derrotar más que a Héctor Yunes, a Manlio Fabio Beltrones ya que la real disputa es por el 2018.
Héctor está caído. Hace esfuerzos por levantarse, no puede. Pacta con Fidelistas con promesas a futuro a cambio de votos, pero se equivoca. No le sirven cartuchos quemados, ni políticos engañabobos.
Jorge Carvallo y Ranulfo Márquez solo lo van a empinar. Gonzalo Morgado y Carlos Brito y Marcelo Montiel ya cumplieron su ciclo; Toño Nemi, Vicente Benítez y Gabriel Deantes están bajo sospecha y con señalado desprestigio y todos los días se le suman diputados federales y rémoras priistas que cambian oro por espejitos.
Pero además el propio Héctor Yunes Landa se resiste a cambiar el discurso con la esperanza de que Duarte afloje, pero…Duarte está en el berrinche, en la total inmadurez; no aprendió nada del mañoso Fidel Herrera, salvo el gusto por el dinero y los apetitos mundanos.
Tal vez cierto o no que se la pase sedado y embriagado la mayor parte del tiempo producto de supuesta crisis emocional, pero innegable el hecho del que no está apoyando a Héctor Yunes Landa.
Es por ello el revire de la Federación que con mensajes y admoniciones diversas le advierte a Duarte que su futuro es cárcel o cárcel.
No de gratis la Auditoria Superior de la Federación a través de su titular la manda a decir al gobernador Javier Duarte –vía Televisa- el tamaño de la deuda en la que ha metido a Veracruz y que “¡Ojalá!” vaya a la cárcel.
Son tiempos muy complicados para Javier Duarte que ni con sus diputados aliados se muestra en posibilidades de librarla.
Con el centro no se juega.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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