miércoles, 3 de agosto de 2016

Columna Sin Nombre

Por: Pablo Jair Ortega

EL ALCALDE QUE LE PIDIÓ DISCULPAS A YUNES LINARES

El “gober ansioso” y electo de Veracruz, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, reveló este lunes que alcaldes priistas le habían pedido disculpas por no poder asistir a su evento del Plan Veracruzano de Desarrollo que se llevó a cabo en las instalaciones del Museo de Antropología, donde estuvo arropado por la Universidad Veracruzana.
Hasta ahorita no se sabe de manera oficial quiénes habrán sido esos alcaldes, pero hay un idea muy clara de uno de ellos, por las recientes señales.
Al mismo tiempo que Yunes Linares tenía su evento, el gobernador Javier Duarte de Ochoa lo denunciaba por presunto enriquecimiento ilícito en la Fiscalía General del Estado, argumentando que el panista adquirió al menos 16 propiedades en la entidad mientras se desempeñaba como servidor público, con un valor catastral que podrían rebasar los 100 millones de pesos.
Un poco más temprano, Duarte de Ochoa convocó a una reunión con alcaldes, diputados y secretarios de su gabinete, quienes posteriormente lo acompañarían a la Fiscalía. Uno de los notorios ausentes fue Américo Zúñiga Martínez, el presidente municipal de Xalapa.
Zúñiga Martínez se justificó diciendo que ya había avisado de su ausencia porque tenía compromisos con unos comerciantes. Es decir, le restó importancia a la reunión con el gobernador, lo que en otros días hubiese sido impensable porque sabe que en política no se le puede negar una reunión al jefe político de la entidad. Esa fue la primera señal.
Pero al parecer a Zúñiga Martínez se le olvidó que tuvo un despegue tremendo en su mediocre carrera política/partidista precisamente en los recientes 10 años al lado de los Fidelistas y Duartistas.
Con Fidel Herrera Beltrán fue nombrado secretario de Trabajo, el más joven en la historia de la dependencia. En 2010, cuando Duarte de Ochoa fue nombrado gobernador de Veracruz, Américo fue electo diputado local para la LXII Legislatura por el distrito de Xalapa Urbano (quien le entregó la estafeta ). Ahí presidió la comisión de Vigilancia y fungió como vicecoordinador de la fracción del PRI. El 4 de abril de 2013 solicitó licencia como diputado para buscar la candidatura a la Presidencia Municipal por la coalición Veracruz para Adelante (PRI-PVEM-Nueva Alianza) en las elecciones del 7 de julio de ese mismo año. Ganó con 58 mil 636 votos y desde el 1 de enero de 2014 es alcalde de Xalapa.
Todos esos cargos mencionados fueron con el apoyo y respaldo de Fidel y Duarte de Ochoa, pero el joven Américo ya sacó a relucir el cobre de la ingratitud: este martes, Zúñiga no sólo le dio la bienvenida a Xalapa al gobernador perredista de Morelos, Graco Ramírez, sino que todavía tuvo la puntada de darle un galardón como huésped distinguido en la sede del Ayuntamiento a sabiendas de que Graco ha sido particularmente crítico con Duarte de Ochoa y con la actual administración.
Todavía este martes Graco arremetió de nuevo, pero Américo Zúñiga lo arropó y hasta le dio un reconocimiento a nombre de los xalapeños con el pretexto de la “pluralidad”. Señal más clara, no hay.
A Américo siempre se le ha vinculado con el grupo del senador Pepe Yunes Zorrilla, de Perote, por la gran relación que su padre Don Guillermo Zúñiga (recientemente fallecido) tenía con Don José Yunes Suárez, padre del legislador. Américo y Pepe son la continuidad generacional de esa amistad a largo plazo.
Se entiende, y así lo ha expresado públicamente, que tiene un compromiso casi fraternal con el peroteño, quien también hizo show este miércoles al llevar a periodistas a una reunión privada con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario. (En menor dimensión, pero Yunes Zorrilla ya también envía señales parecidas a la del xalapeño).
Todo lo anterior concluye en que Américo fue uno de esos alcaldes priistas que ya adoptaron una postura pasiva ante el gobernador entrante y obviamente le debe haber pedido disculpas por no asistir a su evento en el Museo de Antropología.
Por cierto que Américo quiere ser presidente estatal del PRI. Tiene la juventud, la experiencia y en una de esas hasta la aprobación del “gober ansioso” para convertirse en el dirigente tricolor en la entidad. Manipulable, comprometido sólo con Pepe Yunes, con la aprobación de Yunes Linares y nadie más.
Habría que recordarle nada más un pequeño detalle: gobierna una Xalapa donde el tricolor ha perdido las recientes elecciones; donde de plano es aborrecido por la comunidad estudiantil y el sector popular. Sus recientes números como “encargado de la plaza” en las elecciones para diputados federales y para las locales sólo han terminado unas tremendas masacres para el PRI.

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