Veracruz.- Decidido a no quedarse fuera del escándalo, ya que, precisamente el “escándalo” es lo que importa de cara al 2017 y 2018, Cuitláhuac García Jiménez dice que el pleito entre Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes es “entre corrupto y ladrón”, y por lo tanto, encontrarán la manera de arreglarse para evitar perjudicarse mutualmente.
Y es que de acuerdo al ex candidato a la Gubernatura del Estado, homicidios y violaciones a los derechos humanos parecieran haber quedado atrás, ya que lo más interesa en estos momentos al Gobernador en funciones y al electo, es destrozarse mutuamente, más allá de los conflictos que agobian a la sociedad.
De esa manera, Javier Duarte libra, actualmente, una guerra de acusaciones y denuncias mutuas con el panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien ha prometido llevar ante la justicia al, todavía, Gobernador, a sus colaboradores más cercanos e, incluso, a miembros de su familia señalados todos por desfalcar al erario público.
Duarte presentó una denuncia en la Procuraduría General de la República (PGR), donde se plantea que Yunes Linares, su familia y sus empresas, son propietarios de 26 predios ubicados en el estado de Veracruz y la Ciudad de México.
En un comunicado de prensa difundido desde el sitio del Gobierno de Veracruz, el Gobernador informó que son 17 las propiedades que Yunes y sus cercanos tienen en varios municipios de Veracruz, además de otros 11 en la Ciudad de México.
Por ello, en una entrevista con el portal SinEmbargo, Cuitláhuac García definió esa serie de acusaciones como un pleito personal que espera “no se lleven a la gente entre las patas”, pues el modo de actuar de ambos políticos muestra que se han olvidado de la institucionalidad de sus cargos.
“En medio de todos estos señalamientos entre un corrupto y un ladrón se debe cuidar que no haya implicaciones que perjudiquen a la ciudadanía y la institucionalidad que debe guardarse, sobre todo en medio de un cambio de Gobierno”, dijo el integrante del Movimiento de Regeneración Nacional. El diputado Federal de MoReNa agrega: “pareciera que se dan por hecho todos los homicidios y las violaciones a derechos humanos que no han encontrado justicia en Veracruz, y no se habla justo de cómo resolver esa situación.
Mi temor más grande es que todo esto sea solo un jueguito mediático; que al final se arreglen Duarte y Yunes y la justicia nunca llegue”. Por ello dice que “hay que fincar responsabilidades al Gobernador, pero responsabilidades serias, de lo que sí sucedió: del desfalco al erario y, además, por la omisión de lo que le correspondía hacer.
El Ejecutivo estatal tiene a su cargo la Secretaría de Seguridad Pública y, entonces, Javier Duarte tiene responsabilidades en esa materia”.
El político adelantó que en el Congreso estatal, que se instaura el próximo 5 de noviembre, se exigirá que los secretarios del estado que delinquieron y se corrompieron –y que ahora, presuntamente, amasan grandes fortunas–, no sólo sean investigados por corrupción sino también por omisión de sus funciones, lo que implica al ex Secretario de Seguridad Pública, quien tendrá que ser investigado por las negligencias en las que incurrió en muchos de los casos de violencia que han vuelto emblemáticos en Veracruz, pues asegura que “ya no sólo es la corrupción, también, la complicidad con bandas criminales que seguramente se mocharon con Arturo Bermúdez para que él fuera omiso y no los persiguiera, incluso cuando eso motivó a que surgiera más violencia contra los ciudadanos, y eso mismo se exigirá en el caso de Javier Duarte”.
Y es que de acuerdo al ex candidato a la Gubernatura del Estado, homicidios y violaciones a los derechos humanos parecieran haber quedado atrás, ya que lo más interesa en estos momentos al Gobernador en funciones y al electo, es destrozarse mutuamente, más allá de los conflictos que agobian a la sociedad.
De esa manera, Javier Duarte libra, actualmente, una guerra de acusaciones y denuncias mutuas con el panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien ha prometido llevar ante la justicia al, todavía, Gobernador, a sus colaboradores más cercanos e, incluso, a miembros de su familia señalados todos por desfalcar al erario público.
Duarte presentó una denuncia en la Procuraduría General de la República (PGR), donde se plantea que Yunes Linares, su familia y sus empresas, son propietarios de 26 predios ubicados en el estado de Veracruz y la Ciudad de México.
En un comunicado de prensa difundido desde el sitio del Gobierno de Veracruz, el Gobernador informó que son 17 las propiedades que Yunes y sus cercanos tienen en varios municipios de Veracruz, además de otros 11 en la Ciudad de México.
Por ello, en una entrevista con el portal SinEmbargo, Cuitláhuac García definió esa serie de acusaciones como un pleito personal que espera “no se lleven a la gente entre las patas”, pues el modo de actuar de ambos políticos muestra que se han olvidado de la institucionalidad de sus cargos.
“En medio de todos estos señalamientos entre un corrupto y un ladrón se debe cuidar que no haya implicaciones que perjudiquen a la ciudadanía y la institucionalidad que debe guardarse, sobre todo en medio de un cambio de Gobierno”, dijo el integrante del Movimiento de Regeneración Nacional. El diputado Federal de MoReNa agrega: “pareciera que se dan por hecho todos los homicidios y las violaciones a derechos humanos que no han encontrado justicia en Veracruz, y no se habla justo de cómo resolver esa situación.
Mi temor más grande es que todo esto sea solo un jueguito mediático; que al final se arreglen Duarte y Yunes y la justicia nunca llegue”. Por ello dice que “hay que fincar responsabilidades al Gobernador, pero responsabilidades serias, de lo que sí sucedió: del desfalco al erario y, además, por la omisión de lo que le correspondía hacer.
El Ejecutivo estatal tiene a su cargo la Secretaría de Seguridad Pública y, entonces, Javier Duarte tiene responsabilidades en esa materia”.
El político adelantó que en el Congreso estatal, que se instaura el próximo 5 de noviembre, se exigirá que los secretarios del estado que delinquieron y se corrompieron –y que ahora, presuntamente, amasan grandes fortunas–, no sólo sean investigados por corrupción sino también por omisión de sus funciones, lo que implica al ex Secretario de Seguridad Pública, quien tendrá que ser investigado por las negligencias en las que incurrió en muchos de los casos de violencia que han vuelto emblemáticos en Veracruz, pues asegura que “ya no sólo es la corrupción, también, la complicidad con bandas criminales que seguramente se mocharon con Arturo Bermúdez para que él fuera omiso y no los persiguiera, incluso cuando eso motivó a que surgiera más violencia contra los ciudadanos, y eso mismo se exigirá en el caso de Javier Duarte”.
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