Estado de México.- La Navidad se encuentra a la vuelta de la esquina. Época del año en que la gente anhela mejorar. Una etapa donde afloran los buenos deseos, donde se dan la mano el indio, el inglés, el gay y el cura del pueblo.
Pero también es una época marcada por la incertidumbre, en la que más de la mitad de los habitantes del Estado de México que se encuentra en situación de pobreza y muchos millones no esperan gozar, siquiera, de un plato de sopa caliente.
Pero hay quienes tendrán lo mejor en sus mesas; hay a quienes los aumentos a lo productos de primera necesidad no afecta en absoluto: los alcaldes y diputados.
El salario mínimo resulta en la actualidad más que un milagro, un acto de fe. Quienes lo reciben deben hacerla de Mandrake para que se estire y se puedan comprar algo más que frijoles y tortillas. Lejos quedó la utopía oficialista de que el salario debe alcanzar para dar escuela, alimento, casa, vestido y vacaciones a las familias.
No hay dinero para los trabajadores, no hay alternativas. Los que han hecho de su vida algo diferente, optaron por el servicio público.
El Estado de México, con 17 millones de habitantes y el plato electoral más apetecible para los comicios presidenciales del 2018, está ubicado en el área geográfica C, donde se ganan 73.04 pesos diarios.
Mientras que aquellos que dejaron el tronar de dedos diario de la inseguridad social, viajan a costa del erario, toman decisiones alejadas del sentir popular y son custodiados por feroces guardias que más simulan una gavilla de facinerosos que de servidores públicos.
Los alcaldes de los municipios del Estado de México viven en la abundancia, sin preocupaciones, sin temor al qué dirán.
Incluso se dan el lujo de ajustar sus emolumentos a como les da la gana y, en esta fría y gris temporada para el grueso de los mexiquenses, ellos tendrán lo mejor.
Pero también es una época marcada por la incertidumbre, en la que más de la mitad de los habitantes del Estado de México que se encuentra en situación de pobreza y muchos millones no esperan gozar, siquiera, de un plato de sopa caliente.
Pero hay quienes tendrán lo mejor en sus mesas; hay a quienes los aumentos a lo productos de primera necesidad no afecta en absoluto: los alcaldes y diputados.
El salario mínimo resulta en la actualidad más que un milagro, un acto de fe. Quienes lo reciben deben hacerla de Mandrake para que se estire y se puedan comprar algo más que frijoles y tortillas. Lejos quedó la utopía oficialista de que el salario debe alcanzar para dar escuela, alimento, casa, vestido y vacaciones a las familias.
No hay dinero para los trabajadores, no hay alternativas. Los que han hecho de su vida algo diferente, optaron por el servicio público.
El Estado de México, con 17 millones de habitantes y el plato electoral más apetecible para los comicios presidenciales del 2018, está ubicado en el área geográfica C, donde se ganan 73.04 pesos diarios.
Mientras que aquellos que dejaron el tronar de dedos diario de la inseguridad social, viajan a costa del erario, toman decisiones alejadas del sentir popular y son custodiados por feroces guardias que más simulan una gavilla de facinerosos que de servidores públicos.
Los alcaldes de los municipios del Estado de México viven en la abundancia, sin preocupaciones, sin temor al qué dirán.
Incluso se dan el lujo de ajustar sus emolumentos a como les da la gana y, en esta fría y gris temporada para el grueso de los mexiquenses, ellos tendrán lo mejor.
Cinco casos para deglutir la bilis: NAUCALPAN, TLALNEPANTLA, METEPEC, TOLUCA Y ECATEPEC
Tomamos cinco Ayuntamientos: Naucalpan, Tlalnepantla, Metepec, Toluca y Ecatepec. Los cinco disímbolos pero con muchas similitudes. Los cinco hermanados por la inseguridad, la falta de servicios básicos a los habitantes pero, sobre todo, por la prepotencia y arrogancia de sus presidentes municipales.
En el primero de ellos, Edgar Olvera Higuera, emanado del Partido Acción Nacional (PAN), de acuerdo con el portal de Información Pública Mexiquense (Ipomex) tiene un salario diario de 3 mil 310.93 pesos, lo que a mes, ya con descuentos, le deja 99 mil 328.05 pesos. Para esta temporada decembrina, recibirá 60 días de aguinaldo y 20 de prima vacacional. Por ambos conceptos se llevará 264 mil 874.40 pesos que, sumado a su mensualidad, sumarán 364 mil 202.45 pesos.
El segundo de ellos, Tlalnepantla, que encabeza la priísta Dennise Ugalde Alegría, el salario neto de la funcionaria es de 101 mil 575.20 pesos – 3 mil 385.84 pesos diarios -. La presidenta municipal se otorga un aguinaldo de 40 días y 24 de prima vacacional, lo que da un total de 216mil 693.76 pesos. En el mes se llevará 318 mil 268.96 pesos.
El alcalde de Metepec, David López Cárdenas, con un salario diario de 2 mil 517,08 pesos, que se traducen en 75 mil 512.65 pesos ya con descuentos, tiene un caso singular, ya que la página de Ipomex reporta que cuenta con 66 días de aguinaldo y 27 de prima vacacional, por lo que recibirá por ambos conceptos 234 mil 088.44 pesos que, sumado a su mensualidad, dan 309 mil 601,09 pesos.
Toluca también tiene lo suyo. El presidente municipal Fernando Zamora Morales, gana 68 mil 614.92 pesos al mes ya con descuentos, lo que da 2 mil 220.49 pesos diarios y al igual que el edil de Metepec, tiene una condición diferente en materia de aguinaldo y prima vacacional, ya que cuenta con 62 días para el primero y 31 para la segunda. En suma, recibirá 206 mil 595.57 pesos y sumado a su pago mensual da 275 mil 120.49 pesos.
Contrario a lo que se pudiera pensar, Indalecio Ríos Velázquez, el alcalde de Ecatepec, es más discreto en cuanto a emolumentos y percepciones de fin de año. Este personaje recibe al mes 66 mil 714.56 pesos y de aguinaldo y prima vacacional – 40 y 10 días respectivamente – obtendrá 111 mil 190.50 pesos, que ya con el sueldo, hacen 177 mil 905.06 pesos.
Una situación difícil de deglutir mientras alrededor de todos la pobreza se muestra con crudeza sin igual.
Los miembros del contrapeso gubernamental
Otros que tampoco protestan por la crisis que se cierne sobre el grueso de los mexiquense, son los diputados locales. Setenta y cinco de ellos sirven a sus distritos por tres años. Al menos eso dicen. Y si trabajan mucho, deben cobrar una compensación justa y pensar en la reelección por cosas de la llamada “democracia mexicana”.
Las remuneraciones decembrinas de los 75 diputados locales implicarán un gato promedio de 25 millones 444 mil 381 pesos.
En este caso se contabilizan la dieta, su último bono trimestral del año, los apoyos legislativos y la parte proporcional del aguinaldo.
En la sumatoria, cada uno recibirá este devaluado mes de diciembre remuneraciones mínimas equivalentes a 339 mil 258.42 pesos.
La página de Ipomex refiere que cada legislador percibe una dieta, sueldo o marmaja por 74 mil 682.18 pesos; en el tabulador su aguinaldo se fija en 60 días de salario.
Además de ello, obtendrán por su ardua labor el último bono trimestral del año, correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre, que es de cien mil pesos.
Un oasis en medio de un desierto llamado Estado de México; un paraíso para quienes han hecho de la política un modo de vida y no un método para ayudar a los más necesitados.
En el primero de ellos, Edgar Olvera Higuera, emanado del Partido Acción Nacional (PAN), de acuerdo con el portal de Información Pública Mexiquense (Ipomex) tiene un salario diario de 3 mil 310.93 pesos, lo que a mes, ya con descuentos, le deja 99 mil 328.05 pesos. Para esta temporada decembrina, recibirá 60 días de aguinaldo y 20 de prima vacacional. Por ambos conceptos se llevará 264 mil 874.40 pesos que, sumado a su mensualidad, sumarán 364 mil 202.45 pesos.
El segundo de ellos, Tlalnepantla, que encabeza la priísta Dennise Ugalde Alegría, el salario neto de la funcionaria es de 101 mil 575.20 pesos – 3 mil 385.84 pesos diarios -. La presidenta municipal se otorga un aguinaldo de 40 días y 24 de prima vacacional, lo que da un total de 216mil 693.76 pesos. En el mes se llevará 318 mil 268.96 pesos.
El alcalde de Metepec, David López Cárdenas, con un salario diario de 2 mil 517,08 pesos, que se traducen en 75 mil 512.65 pesos ya con descuentos, tiene un caso singular, ya que la página de Ipomex reporta que cuenta con 66 días de aguinaldo y 27 de prima vacacional, por lo que recibirá por ambos conceptos 234 mil 088.44 pesos que, sumado a su mensualidad, dan 309 mil 601,09 pesos.
Toluca también tiene lo suyo. El presidente municipal Fernando Zamora Morales, gana 68 mil 614.92 pesos al mes ya con descuentos, lo que da 2 mil 220.49 pesos diarios y al igual que el edil de Metepec, tiene una condición diferente en materia de aguinaldo y prima vacacional, ya que cuenta con 62 días para el primero y 31 para la segunda. En suma, recibirá 206 mil 595.57 pesos y sumado a su pago mensual da 275 mil 120.49 pesos.
Contrario a lo que se pudiera pensar, Indalecio Ríos Velázquez, el alcalde de Ecatepec, es más discreto en cuanto a emolumentos y percepciones de fin de año. Este personaje recibe al mes 66 mil 714.56 pesos y de aguinaldo y prima vacacional – 40 y 10 días respectivamente – obtendrá 111 mil 190.50 pesos, que ya con el sueldo, hacen 177 mil 905.06 pesos.
Una situación difícil de deglutir mientras alrededor de todos la pobreza se muestra con crudeza sin igual.
Los miembros del contrapeso gubernamental
Otros que tampoco protestan por la crisis que se cierne sobre el grueso de los mexiquense, son los diputados locales. Setenta y cinco de ellos sirven a sus distritos por tres años. Al menos eso dicen. Y si trabajan mucho, deben cobrar una compensación justa y pensar en la reelección por cosas de la llamada “democracia mexicana”.
Las remuneraciones decembrinas de los 75 diputados locales implicarán un gato promedio de 25 millones 444 mil 381 pesos.
En este caso se contabilizan la dieta, su último bono trimestral del año, los apoyos legislativos y la parte proporcional del aguinaldo.
En la sumatoria, cada uno recibirá este devaluado mes de diciembre remuneraciones mínimas equivalentes a 339 mil 258.42 pesos.
La página de Ipomex refiere que cada legislador percibe una dieta, sueldo o marmaja por 74 mil 682.18 pesos; en el tabulador su aguinaldo se fija en 60 días de salario.
Además de ello, obtendrán por su ardua labor el último bono trimestral del año, correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre, que es de cien mil pesos.
Un oasis en medio de un desierto llamado Estado de México; un paraíso para quienes han hecho de la política un modo de vida y no un método para ayudar a los más necesitados.
Alfa Diario
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